El cerro del Kimenpal


Un niño tenía ganas de ir a cosechar elotes, pero los milperos, que eran los señores que hacían sus milpas, no lo dejaban, pues no habían terminado de recoger sus cosechas.

Llegó el tiempo en que ya todos habían recogido su elote. El niño lo supo, se escapó y se fue a hacer mendzul, es decir, a recoger los elotes que habían dejado abandonados los dueños de las milpas.

Cuando ya había juntado dos saquitos de puro mendzul, se quitó de esas milpas, cargó sus elotes y se dirigió a su casa.

En el camino, pasaron unos señores en su carreta y le dijeron al niño que se subiera.

Al llegar a un cerro alto y muy pedregoso, la carreta empezó a subir, pero los caballos se desbocaron, el niño se cayó y la carreta le pasó por encima.

El niño murió, y los elotes que había recogido sirvieron de comida para su entierro.

Desde entonces, a ese sitio se le llama "el cerro del Kimen-pal", que quiere decir niño muerto.

 


Recopilador: Manuela del Rosario Uc Salazar.
Informante: Gaspar Uc Che.
Comunidad: Calkiní, Campeche.