Cuando soñamos o al cerrar los ojos y echar a volar nuestra
imaginación, podemos hacer historias dando forma a extraños animales,
cosas o plantas, que participen en aventuras con las que nos divertimos
y gozamos. En Sinaloa estas historias llenas de mentiritas abundan, y
aquí te presentamos unas en forma de canción.
Éstos son los animales,
yo los vi tejer huacales
bien retejiditos de hilacha,
dos palomitas tencuachas
pelándome tantos dientes,
se los vi tan relucientes
que parecían de marfil
les conté más de tres mil,
aparte de los colmillos.
Vi tres pericos amarillos
apedreando dos coyotes,
también vi cocer camotes
a una triste cucaracha.
También vi coger el hacha
a un güico sin distinción,
también vi a un abejón
por las calles correteando. |
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Vi un chapulín arando
unciendo dos jabalines,
vi un sapo con botines
para montar a caballo.
También vi pelear un gallo
con un torito barcino,
también vi tomar vino
a un grillito en la taberna.
Vi una linda mancuerna
de un changuito y un faisán,
también vi un alacrán
disparando una escopeta.
También vi una borrega prieta
en su silla bien sentada,
vi una urraca peinada
con su pelo bien partido.
Vi un cangrejo dormido
estirado largo a largo,
vi un aura con faldillas
que al andar se desespera,
vi una liebre matrera
corriendo ladera arriba. |
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