Hay viuditas muy bonitas,
hay viuditas de a montón,
pero hay hombres que son mensos
no les ponen atención.

Si la viuda está llorando
yo la voy a consolar,
muy quedito yo le digo:
yo ocuparé ese lugar.

Cuando el marido se muere
las viuditas lloran mucho,
pero nomás pasa un tiempo
tienen que quitarse el luto.

Y entonces sí, a gozar y a gozar,
entonces sí, a gozar, qué caray.

Yo prefiero a las viuditas
mucho más que a las muchachas,
porque ya saben de a tiro
y las hay muy machas.

Al quedar la viuda sola
le queda un corazoncito
y tiene todo el derecho
de buscarse otro amorcito.

Entonces sí, a entrarle a la bola,
ya nadie la manda, se quedó sola...
Entonces sí, a gozar y a gozar,
Entonces sí, a gozar, qué caray.

Si la viuda al quedar sola
está un poco nuevecita,
tiene seguro más pegue
que cuando era solterita.

Lo que yo les estoy cantando
de eso no me cabe duda,
si me ponen a escoger,
me quedo con una viuda.

Me quedo con una viuda,
de eso ya estoy bien seguro
si además es de billetes
pues me sacará de apuros.

Lo que yo aquí estoy cantando.
es pa’ viudas de La Gloria,
ojalá que a ellas les guste,
y se grabe en su memoria.

Ya con ésta me despido
nos veremos más adelante
ojalá Dios me conceda
que otra vez venga y les cante.