Coplas para enamorar



Los sonorenses son muy buenos para enamorar, así que cuando les gusta alguien, le recitan versos como éstos:




Floreunbisi, florendón,
canastita, canastita de algodón,
si usted no me da a su hijo
se me parte el corazón.

 

¡Señora qué hija tiene,
qué hijas ha de tener,
me case o no me case
yo las he de mantener,
del pan que yo comiere
comerán ellas también!


Al pasar por tu casa
me diste con un limón,
el zumo me dio en la cara
y el golpe en el corazón.

En Guaymas tengo una rosa,
en Hermosillo un clavel,
en el centro de este campo
tengo todo mi querer.

Las flores en el campo
revientan de dos en dos,
y no se quieren tanto
como nosotros dos.


En el patio de mi casa
tengo una mata de granada,
cómo quieres que te quiera
si no sirves para nada.

Meciéndome en un columpio
se me soltó la reata,
tan a gusto que caí
en los brazos de mi chata.

En el patio de mi casa
hay una mata de laurel,
a tu hermano lo quiero
pa casarme con él.


Cuando vayas al mercado
y veas calabacitas tiernas,
acuérdate de tu amiga
que tiene bonitas piernas.


Del tronco nace la rama
de la rama nace la flor,
dime tú querida amiga
de dónde nace el amor.