¿Qué y cómo se escribe en la escuela?

Lo necesario es hacer de la escuela una comunidad de escritores que producen sus propios textos para dar a conocer sus ideas, para informar sobre hechos que los destinatarios necesitan o deben conocer, para incitar a sus lectores a emprender acciones que consideran valiosas, para convencerlos de la validez de los puntos de vista o las propuestas que intentan promover, para protestar o reclamar para compartir con los demás una buena frase o un buen escrito, para intrigar o hacer reír...

Lo necesario es hacer de la escuela un ámbito donde la lectura y la escritura sean prácticas vivas y vitales, donde leer y escribir sean instrumentos poderosos que permitan repensar el mundo y reorganizar el propio pensamiento, donde interpretar y producir textos sean derechos que es legítimo ejercer y responsabilidades que es necesario asumir.

LERNER, Delia. Leer y escribir en la escuela. Lo real, lo posible, lo necesario, México, SEP/FCE, 2000. p. 26. (Biblioteca para la Actualización del Maestro).

Si, como se menciona en el texto de Delia Lerner, es necesario hacer de la escuela una comunidad de escritores que escriben con diversos propósitos y un ámbito donde la escritura sea una práctica viva y vital, habrá que identificar las dificultades que existen para lograrlo.


El texto de Margarita Gómez Palacio menciona las prácticas de escritura que se daban en la escuela a la que pertenecía el niño protagonista de la experiencia que leímos anteriormente.


  1. Retomen el texto de la experiencia que relata Margarita Gómez Palacio e identifiquen las dificultades que tenían los niños para escribir en la escuela a la que asistían. Posteriormente, respondan las siguientes preguntas:

Una vez que hayan dado respuesta a las preguntas, conviene que reflexionen acerca de lo que acontece en su escuela, en relación con el desarrollo de esta habilidad comunicativa.


  1. Realicen una lluvia de ideas, a partir del siguiente cuestionamiento:

  1. Lean y comenten el texto que se presenta a continuación, basado en una investigación realizada en escuelas mexicanas, acerca de los problemas que acusan las niñas y los niños en la producción de textos.

La enseñanza funcional que orienta los programas de Español en la educación básica pretende que el alumno genere habilidades comunicativas y sea capaz de hacerlo por escrito. Sin embargo, hay muchos alumnos que terminan sus estudios y no saben redactar. A continuación, presentamos algunos rasgos característicos tanto del texto como del niño escritor que pueden ayudar a detectar oportunamente deficiencias en la composición escrita.

  • Textos de extensión reducida
    Los alumnos tienen dificultades para elaborar composiciones extensas, generalmente los textos son cortos.
  • Redacciones con pobreza de contenido
    Los textos incluyen información irrelevante y redundante.
  • Escritores que NO saben planear
    Son alumnos que presentan dificultades para planear antes y durante el curso de la redacción lo que van a escribir y cómo lo van a hacer.
  • Alumnos que al escribir no toman en cuenta a la audiencia
    Ignoran al lector potencial, no toman en cuenta a quien lo va a leer ni tienen en mente cuáles son sus características.
  • Niños con escaso interés por la escritura
    Presentan poca motivación para realizar tareas que impliquen expresarse por escrito.
  • Alumnos que ignoran en qué se equivocan y cómo remediarlo
    A pesar de estar dispuestos, los alumnos no tienen idea de qué hacer para escribir una composición ni tienen claro por qué reciben notas malas cuando lo hacen.
  • Niños con inseguridad al escribir
    Aunque los niños tengan información acerca de cómo redactar se juzgan incapaces y le dan poco valor a los conocimientos que tienen al respecto.
  • Redacciones descuidadas en cuanto a los aspectos formales
    Los alumnos redactan composiciones con pobre caligrafía y numerosos errores ortográficos y de puntuación.

FARFÁN, Enrique, "Niños con deficiencias en la composición escrita", Educación 2001, México, abril 2002, No. 83. p. 37.

  1. Una vez que han revisado el texto, utilicen su contenido para modificar o complementar el listado que elaboraron acerca de los problemas que se presentan en su escuela. Dejen el listado en un lugar visible para retomarlo en otro momento del taller.