Introducción

Uno de los ejes pedagógicos del actual modelo educativo plantea la importancia de formar a los alumnos para que "desarrollen conocimientos y habilidades para buscar, seleccionar, procesar y emplear información, dentro y fuera de la escuela, como instrumento de aprendizaje autónomo". Sin embargo, es necesario recordar que sólo busca quien desea encontrar, selecciona quien tiene necesidad de algo en especial y se da al trabajo de procesar los datos para satisfacer una necesidad, para resolver un problema, para calmar la curiosidad. Cuando en un contexto educativo se proporciona información que no se necesita en ese momento, es muy difícil que las alumnas y los alumnos sientan el deseo de buscar y el ánimo por seleccionar y procesar dicha información.

Diversos estudios señalan que en esta época, una persona alfabetizada es aquella que ha logrado convertirse en un usuario de información autónomo y crítico, es decir que ha aprendido a aprender. En ese sentido, en la era de la información aprender a aprender significa aprender a informarse y a utilizar de manera estratégica la información tanto dentro de la escuela como fuera de ella.1

Desarrollar la habilidad de búsqueda requiere de un impulso para comenzar. Este impulso fundamental para iniciar un movimiento de búsqueda se llama motivo, que propicia el interés y facilita la curiosidad, porque es la expresión de una necesidad, de una carencia experimentada por el sujeto que aprende y quiere a toda costa encontrarle solución mediante un producto, una herramienta o una explicación. Sin ese motivo, que nace del sujeto mismo, es imposible que se realice búsqueda alguna. Por ello, la escuela debe presentar la realidad como problema, con el fin de que los alumnos sientan el deseo de buscar soluciones, descubrir, explicar y construir conocimientos que le brinden un aprendizaje significativo.

Buscando congruencia con lo anterior, uno de los propósitos centrales del Plan y los Programas de Estudio de Educación Primaria es estimular las habilidades necesarias para el aprendizaje permanente de las alumnas y los alumnos. Por esta razón se ha procurado que, en todo momento, la adquisición de conocimientos esté asociada con el ejercicio de habilidades intelectuales. Se pretende superar la antigua disyuntiva entre la enseñanza informativa y la enseñanza formativa, bajo la tesis de que no puede existir una sólida adquisición de conocimientos sin la reflexión sobre su sentido, como tampoco es posible el desarrollo de habilidades intelectuales si éstas no se ejercen en relación con conocimientos fundamentales. 2

Para guiar pedagógicamente a las alumnas y los alumnos en la búsqueda, se requiere de su curiosidad natural como motor permanente, así como del desarrollo de sus habilidades para buscar, seleccionar y procesar la información. No debemos detener la curiosidad de los niños en las clases, sino que debemos mantenerla viva; ajustando los contenidos del programa para favorecerla en el aula. Las niñas y los niños buscan respuestas sobre el mundo que les rodea y el programa contiene los datos para satisfacer su búsqueda; pero si los contenidos son desarrollados fuera de la realidad que viven, pierden significado. Esto supone transformar los estilos de enseñanza y avanzar hacia lo que los mismos programas designan como situación de aprendizaje, es decir, la construcción de tareas didácticas en función de situaciones significativas.

Para apoyar a los docentes en este sentido, los libros para el maestro y otros materiales de apoyo de las diferentes asignaturas, promueven el desarrollo de las habilidades de búsqueda, selección y uso de la información; ya que las actividades para la indagación promueven la participación activa del alumnado, el trabajo colaborativo y el intercambio de ideas. Dichas habilidades también se requieren en las diferentes asignaturas, de manera transversal.

Es importante reconocer que las alumnas y los alumnos viven en un mundo que les presenta innumerables interrogantes acerca del entorno físico y social. En su vida cotidiana, están en contacto con numerosos aportes de la ciencia y la tecnología y se encuentran saturados con información muy diversa.

Debemos reconocer que de manera natural y espontánea, las alumnas y los alumnos construyen conocimientos acerca del mundo que les rodea. Por lo tanto, la escuela debe brindar el espacio donde esos conocimientos previos sean la base de nuevos aprendizajes; debe promover el desarrollo de habilidades y actitudes para la búsqueda, selección y uso de la información, a partir de la curiosidad innata de las niñas y los niños.

Los propósitos generales de este Taller General de Actualización (TGA) son que el colectivo de profesoras y profesores reconozca, mediante la revisión de diversos textos, la importancia que tienen las habilidades de búsqueda y selección de información, para el logro del aprendizaje autónomo de las alumnas y los alumnos, estableciendo acuerdos para orientar su trayecto de actualización en este sentido.

El logro de los propósitos generales se alcanzará a través del desarrollo de tres sesiones intensivas y del ejercicio de su trayecto de actualización a lo largo del ciclo escolar.

En la primera sesión, el personal docente se introduce en la reflexión sobre la importancia que tienen las habilidades de búsqueda y selección de información en el aula. Además, se inicia en la identificación de algunas sugerencias que se proponen en los materiales de apoyo, para favorecer el desarrollo de esta habilidad.

En la segunda sesión, el colectivo continuará revisando algunos aspectos en torno a la manera de favorecer el desarrollo de las habilidades e identificará en su práctica docente cómo promoverlas.

En la tercera sesión, las actividades estarán enfocadas a generar el compromiso para planear en colectivo su trayecto de actualización, que les permitirá profundizar sobre esta temática durante el presente ciclo escolar.

1. Cfr. GAZPIO, Dora y Marcela ÁLVAREZ, Soportes en la biblioteca de hoy: desarrollo de las habilidades de información, Buenos Aires, CICUS,1999.

2. SEP, Plan y Programas de Estudio 1993. Educación básica. Primaria, México, SEP, 1993.