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“Hoy en día, hay robots que ejercen múltiples funciones y son utilizados principalmente en la industria para eficientar procesos productivos, pero hasta ahora nadie ha pensado en crearlos con propósitos didácticos. Panchito es, entonces, un prototipo antropomorfo que nace de la electrónica y la mecánica –tal y como eran los robots en sus orígenes–, diseñado para identificarse con los niños y estimular su imaginación. Así, la instrucción científica no resulta aburrida”, explica.
Si bien la maestra García Rodríguez no cuenta con una metodología para evaluar el aprendizaje de sus pequeños alumnos, está trabajando en un estudio llamado historias de vida, cuyo objetivo es medir en los niños el impacto que tuvo el robot en su formación intelectual.
Panchito, el niño robot
Se trata de un niño robot hecho con material reciclable desarrollado desde hace seis meses por el maestro en ingeniería David Uzziel López y la profesora en tecnología educativa Rosalba García Rodríguez, ambos académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa (UAM-I).
Sin embargo, indica la académica, el mayor problema al que se han enfrentado es la apatía de los directivos escolares para hacer uso de una herramienta como ésta, ya que sólo ven el robot como un instrumento de juego. “Nosotros no cobramos por llevar a Panchito a los colegios porque tenemos un compromiso social, y nuestro programa educativo se apega formalmente al sistema que maneja la Secretaría de Educación Pública. Simplemente, queremos acercarnos a niños que no tienen contacto con la tecnología y la ven como un mito”.
Con el nombre de Panchito, este robot recorre diariamente diversas escuelas del área conurbada, con el propósito de enseñar a los infantes de escasos recursos económicos conceptos básicos de ciencia y tecnología. La maestra Rosalba García señala que la idea de crear un robot con estas características surgió como un proyecto personal, ya que al realizar un análisis pedagógico detectó que existe un profundo desconocimiento de las ciencias en las instituciones públicas de educación primaria y secundaria ubicadas fuera del área metropolitana.
Su cabeza es una olla y sus hombros una lata de sardina, sus manos y sus pies son mangueras que utilizan los sistemas hidráulicos de los automóviles, su cuerpo un conjunto de chatarra vieja que guarda en su interior un sistema sencillo de motores y circuitos electrónicos. Mide sólo un metro con 20 centímetros, pesa 40 kilos, habla, mueve la cabeza, se desplaza de un lado a otro mediante un triciclo y... es todo un especialista en la enseñanza científica y tecnológica.