Equipo 3
Educación intercultural
Se entiende como el conjunto de procesos pedagógicos intencionados, orientados a la formación de personas capaces de comprender la realidad desde diversas ópticas culturales y de intervenir en procesos de transformación social que respeten y se beneficien de la diversidad cultural.
Esto supone que los educandos reconocen su propia identidad cultural como una construcción particular y, por tanto, aceptan la existencia de otras lógicas culturales igualmente válidas, intentan comprenderlas y asumen una postura ética y crítica frente a éstas y la propia.
En el caso de México, es preciso apuntar que en todos los contextos educativos-culturales, esta tarea implica el reconocimiento y dignificación de las culturas originarias, tanto para los pueblos indígenas como para la sociedad mayoritaria. No es una labor sencilla, requiere de un diálogo que generalmente es conflictivo y por ello enriquecedor. Este diálogo se caracteriza por darse en condiciones de respeto e igualdad, así se convierte en un espacio de encuentro productivo, en tanto que abre la posibilidad de reelaborar la lógica cultural propia.
La educación intercultural es, básicamente, una educación en valores, actitudes y conocimientos. Una sociedad democrática debe elegir de manera libre y participativa cuáles valores actitudes y conocimientos les parecen prioritarios. Esta es una opción ética. Una escuela democrática también debe elegir, de manera libre y participativa, cuáles conocimientos, cuáles valores y cuáles actitudes prioriza y, para hacerlo, debe poner al centro del debate, la realidad sociocultural y económica de los niños y las niñas con los que trabaja. Esta opción ética que toman, tanto el equipo docente como la comunidad educativa, tiene que reflejarse en todas las acciones educativas y debe dar lugar a una vida escolar ética, incluyente y laica que propicie la convivencia plural con justicia y equidad en el acceso a las oportunidades.
Orientaciones generales para la educación intercultural
a. Recuperar el entorno cultural y las experiencias previas de los alumnos
- Los niños proceden de contextos culturales y familiares diversos y, por tanto, tienen experiencias, conocimientos y puntos de vista diferentes. Esta diversidad cultural, antes que un obstáculo, es un punto de partida para reflexionar sobre las similitudes y las diferencias culturales. Así mismo, permite plantear actividades en las que se analicen situaciones desde los diferentes puntos de vista de los alumnos.
- Existe una relación inversa entre el nivel de conocimiento previo del alumno y la calidad y la cantidad de la ayuda educativa necesaria para asimilar los objetivos educativos. De acuerdo con esta idea, los alumnos con un bajo nivel de conocimientos previos requerirán métodos de enseñanza que impliquen un alto grado de ayuda, mientras que los alumnos con un elevado nivel de conocimientos previos se beneficiarán de planteamientos metodológicos que impliquen una mayor autonomía y una menor ayuda por parte del profesor. Se trata de establecer un puente entre los conocimientos que ya tienen y los nuevos.
- La diversidad, antes que un contenido escolar, es parte de la realidad a la que se enfrentan los alumnos. Por ello, es deseable partir de sus vivencias para reflexionar sobre la forma en que esta diversidad afecta las relaciones entre las personas.
- La diversidad en el aula o en la comunidad es sólo una muestra de la diversidad cultural que existe en el resto de la sociedad. Por esta razón, es necesario generar experiencias que permitan a los alumnos conocer y valorar expresiones culturales alejadas de su entorno inmediato.
b. La organización del trabajo en el aula
- La interculturalidad es una forma de ser y de actuar. Lo anterior implica considerar estrategias que permitan el intercambio cultural entre los alumnos. Por ello, además de los espacios para el trabajo individual, es necesario considerar una gran variedad de actividades colectivas: en parejas, en equipos, grupales, con otros miembros de la escuela o de la comunidad, con alumnos de otras escuelas, etcétera.
- El aprendizaje colaborativo es una de las estrategias más apropiadas para promover el aprendizaje de todos. Se pueden organizar diversos grupos de trabajo colaborativo dependiendo del objetivo educativo a lograr.
- Es importante diversificar recursos y estrategias organizativas para facilitar aprendizajes personalizados y colectivos. Diversificación en los métodos de enseñanza aprendizaje y evaluación. Diversificación de las actividades de aprendizaje, utilización de instrumentos y recursos diversos. Flexibilización en la organización de los grupos, el tiempo y el espacio, la organización curricular.
- En relación a la metodología, la enseñanza adaptativa mantiene que no existen en abstracto métodos o intervenciones mejores, dado que la eficiencia de una metodología nada más puede valorarse en relación a las características concretas de los alumnos a los que va destinada.
- Para fomentar la relación respetuosa entre personas de diferentes culturas, es necesario desarrollar habilidades que permitan construir un diálogo entre el docente y sus alumnos; entre éste y otros docentes y entre los alumnos mismos.
- La escuela se enmarca en un contexto cultural concreto. Considerar ese entorno (rural, urbano, indígena, mestizo, etcétera) permite vincular lo que se aprende en la escuela con lo que sucede fuera de ella cotidianamente.
c. El uso de recursos didácticos
- La relación con los otros no puede limitarse al entorno de la escuela o la comunidad. Por ello, es necesario ofrecer recursos que permitan a los niños relacionarse con otras formas de ver y entender el mundo. Con este propósito es deseable recurrir a la variedad de recursos didácticos que estén disponibles en la escuela: libros de texto, videos, televisión, experiencias de clase o de las familias, noticias ampliamente difundidas, producción literaria de los niños (cuentos, leyendas, fábulas).
Elementos para fundamentar la construcción de una didáctica para la educación intercultural
La didáctica para la educación intercultural se construye en torno a tres componentes: cultura, lengua e identidad. Las habilidades que serán desarrolladas en los alumnos a través de esta didáctica son: autoconocimiento, conocimiento de los otros, habilidades dialógicas, desarrollo del juicio moral, comprensión crítica y autorregulación. 3
Propósitos de la educación intercultural
La construcción de una didáctica para la educación intercultural requiere, en primer lugar, la definición de los propósitos generales de dicha educación. Con el ánimo de motivar la discusión y de contar con elementos básicos para la construcción de la didáctica mencionada, sugerimos los siguientes propósitos generales:
- El reconocimiento de México como un país multicultural y multilingüe en el que todas las culturas aportan para la construcción del país.
- La preparación de los niños para vivir en sociedades plurales y diversas (desarrollo de habilidades para el diálogo, acciones cooperativas, relacionarse con lo diverso, con el otro, solidaridad).
- El respeto a la diversidad (creación de actitudes favorables hacia la diversidad). Que la diversidad sea experimentada como una riqueza.
- La revisión de valores para la construcción de principios axiológicos comunes (lo que se comparte, lo común, valores de tolerancia, e igualdad y de justicia).
- La construcción de la identidad personal y cultural (autoestima, el conocimiento del otro).
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3 Un acercamiento a estas concepciones se presenta en el anexo 2 de este documento.