CONTRAPORTADA

A pocos años de terminar el siglo xx, las listas de personajes que se seleccionan con el objeto de escoger a los hombres más destacados del siglo varían considerablemente, mas en todas ellas figura Albert Einstein. Uno de los fines de este libro es intentar una explicación sobre el porqué de tal unanimidad en torno a un hombre cuyas teorías científicas resultan de comprensión difícil incluso para las mentes más avanzadas pero que, curiosamente, tuvo una trayectoria vital de rostros tan variados, tan cercana a la de todos los hombres, que no resulta difícil identificarse con él en varios de sus aspectos o al menos estar de acuerdo con las posiciones que asumió en su larga y fecunda vida. Si, al parecer, los mortales comunes y corrientes nos sentimos lejanos de las concepciones einstenianas sobre el espacio y el tiempo, en cambio no resulta difícil simpatizar con este hombre tan lejano de la solemnidad con que revisten los supuestos grandes personajes y tan comprometido con todos los movimientos que buscan alcanzar una sociedad en la que todos los hombres puedan desarrollar al máximo sus capacidades en un marco de justicia.

"En este libro —nos dice el doctor Luis de la Peña— se habla de Einstein, de su obra, de su tiempo. Es un libro escrito para aquellas personas que por su edad o sus ocupaciones no han tenido oportunidad de asomarse al mundo de la ciencia pero que están interesadas en ella. Es un libro sencillo sobre una de las personalidades más grandes que ha dado la humanidad y cuya intención principal es ayudar a entender un poco la labor de este notable científico sin tener que leer páginas y más páginas de física".

En Albert Einstein: navegante solitario, De la Peña explica en forma clara las aportaciones del sabio al mundo de la física. Señala para ello el campo en que se movían la mecánica y la física llamadas clásicas y la manera como un grupo notable de científicos, entre ellos Einstein, lo revolucionaron en los primeros años del siglo xx a tal grado que no hubo campo del pensamiento humano que no resultara afectado, que no comenzara a ser apreciado con un enfoque nuevo.

Luis de la Peña estudió ingeniería en la ESIME del Instituto Politécnico Nacional. Se doctoró en física teórica en la Universidad Lomonosov de Moscú. Autor de dos libros de texto y de numerosos trabajos de su especialidad es, en la actualidad, investigador titular C. del Instituto de Física de la UNAM y miembro de la Sociedad Mexicana de Física y del Sistema Nacional de Investigadores.

Diseño: Carlos Haces / Fotografía: Carlos Franco.

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