VIII. HORMONAS VEGETALES Y ANIMALES, FEROMONAS, S�NTESIS DE HORMONAS A PARTIR DE SUSTANCIAS VEGETALES

LAS PLANTAS no s�lo necesitan para crecer agua y nutrientes del suelo, luz solar y bi�xido de carbono atmosf�rico. Ellas, como otros seres vivos, necesitan hormonas para lograr un crecimiento arm�nico, esto es, peque�as cantidades de sustancias que se desplazan a trav�s de sus fluidos regulando su crecimiento, adecu�ndolos a las circunstancias. Cuando la planta germina, comienzan a actuar algunas sustancias hormonales que regulan su crecimiento desde esa temprana fase: las fitohormonas, llamadas giberelinas, son las que gobiernan varios aspectos de la germinaci�n; cuando la planta surge a la superficie, se forman las hormonas llamadas auxinas, las que aceleran su crecimiento vertical, y, m�s tarde, comienzan a aparecer las citocininas, encargadas de la multiplicaci�n de las c�lulas y que a su vez ayudan a la ramificaci�n de la planta.

La existencia de auxinas fue demostrada por F. W. Went en 1928 mediante un sencillo e ingenioso experimento, que consiste a grandes rasgos en lo siguiente: a varias pl�ntulas de avena reci�n brotadas del suelo se les cortaba la punta, que contiene una vainita llamada cole�ptilo; despu�s del corte, la planta interrump�a su crecimiento. Si a alguna planta decapitada se le volv�a a colocar la puntita, se notaba que reanudaba su crecimiento, indicando que en la punta de las pl�ntulas de avena exist�a una sustancia que la hac�a crecer.



Esta demostraci�n estimul� a varios investigadores en la b�squeda de la sustancia que hac�a crecer a las pl�ntulas de avena y probablemente a otras plantas.

Una sustancia estimulante del crecimiento de avena fue aislada de orina en 1934 por K�gl y Haagen-Smit. La sustancia activa fue identificada como �cido indol ac�tico.




La misma sustancia fue aislada en 1934 por Haagen-Smit, como producto natural a partir de ma�z tierno.

La manera en que las auxinas hacen crecer a la planta es por medio del aumento del volumen celular provocado por absorci�n de agua.

No son las auxinas las �nicas fitohormonas que requiere una planta para su crecimiento; requieren tambi�n de otro tipo de ellas que favorezca la multiplicaci�n de las c�lulas. El primero en demostrar la existencia de estas sustancias, que se conocen como citocininas, fue Carlos O. Miller, quien observ� que, al poner cubitos de zanahoria o papa en agua de coco, �stos crec�an con proliferaci�n de c�lulas.

Al no poder aislar la hormona presente en el agua de coco por ser muy inestable, determin� sus caracter�sticas espectrosc�picas. La absorci�n en la regi�n del ultravioleta fue muy parecida a la del �cido ribonucleico, lo que hizo pensar en la posible actividad hormonal de este �cido. Efectivamente, al ser probado el �cido ribonucleico contenido en un frasco almacenado por largo tiempo en el laboratorio, se observ� notable actividad hormonal. Cuando el contenido del viejo frasco se termin� se probaron �cidos ribonucleicos recientemente preparados, aunque con resultados decepcionantes, ya que el �cido ribonucleico nuevo no ten�a actividad hormonal.

Los resultados anteriores fueron explicados pensando en que la sustancia responsable de la actividad hormonal no fuese el ARN, sino un producto de su descomposici�n. Y efectivamente esta hip�tesis fue probada al poder separar de ARN viejo una sustancia con actividad multiplicadora de c�lulas, a la que se llam� cinetina.



Este descubrimiento sirvi� de est�mulo para que a�os m�s tarde se aislara de ma�z tierno la hormona natural llamada zeatina, cuya estructura no difiere mucho de la cinetina obtenida como producto de descomposici�n de �cido ribonucleico.

Conociendo la existencia de auxinas que hacen crecer a la planta por agrandamiento de sus c�lulas y la presencia de citocininas que favorecen la divisi�n celular, tendr�amos la posibilidad de lograr plantas con crecimiento ilimitado, pero esto no sucede as�, la planta contiene tambi�n inhibidores, sustancias que act�an cuando las condiciones dejan de ser favorables para el crecimiento ya sea por escasez de agua o por fr�o.

Todos hemos observado que en invierno las plantas dejan caer sus hojas y que, aunque el invierno no sea muy crudo, debido a la escasez de agua, la planta suelta su follaje.

Las sustancias responsables de la ca�da de las hojas y frutos se llama �cido absc�sico:



Su descubrimiento fue anunciado en 1956 por tres grupos de cient�ficos que, trabajando independientemente, llegaron a descubrirlo. Estos tres grupos de investigadores —uno, el grupo ingl�s, encabezado por Rothwell K.; otro, el australiano, por Waring, y el tercero, el estadunidense, encabezado por Addicot— llevaron su descubrimiento al Congreso, llamado "R�gulateurs Natureles de la Croissance V�g�tal", celebrado en Par�s en 1964.

Con el descubrimiento del inhibidor del crecimiento, el �cido absc�sico, se tiene un buen panorama de la regulaci�n del crecimiento de las plantas; sin embargo todav�a estamos muy lejos de conocer las funciones de muchas de las sustancias qu�micas que elaboran los vegetales. Muchas de ellas son usadas como defensa contra otras plantas (alelopat�a) o como defensa contra insectos y aun contra grandes herb�voros.

Los �rboles y plantas grandes producen sustancias que los hace poco digeribles como son los taninos y las ligninas, mientras que las peque�as, de vida m�s corta, se defienden con sustancias t�xicas como los alcaloides.

Esto es sobre todo importante en los tr�picos, donde gran parte de las cosechas se pierden consumidas por plagas como insectos u hongos.

Tambi�n en las zonas �ridas es importante, ya que all� se da la guerra qu�mica entre plantas, que consiste en la lucha por la poca agua existente: las plantas bien armadas, como las artemisias y las salvias, despiden por el follaje sustancias vol�tiles, como el alcanfor o el cineol 1,4, que se adhieren a la tierra impidiendo la germinaci�n de plantas que pueden competir por el agua.



Algunas otras plantas despiden sustancias t�xicas, ya sea por su follaje, cuando est�n vivas, o como producto de degradaci�n, al descomponerse en el suelo. Estas sustancias que impregnan el suelo evitan la germinaci�n y, en caso de que nazcan otras plantas, retardan su crecimiento, evitando as� la competencia por el agua. �ste es el caso del sorgo, cuyo follaje al descomponerse produce el glic�sido ciano-gen�tico-durrina, que inhibe la germinaci�n de muchas plantas:



Cuando la paja se ha revuelto en la tierra antes de la siembra, el follaje del arroz se descompone produciendo varios �cidos arom�ticos que retardan el crecimiento de las pl�ntulas de arroz en la nueva estaci�n de crecimiento, reduciendo as� en forma notable la segunda cosecha.

M�s a�n, los extractos del suelo donde crece este arroz de pobre rendimiento, as� como los extractos de paja en descomposici�n, inhibieron la formaci�n de ra�ces en cortes de frijol.

Las sustancias inhibidoras aisladas de los extractos fueron los �cidos p-hidroxi benzoico, p-coum�rico, vain�llico y o-hidroxifenil ac�tico, cuyas f�rmulas se muestran en seguida:



Efectos alelop�ticos se han encontrado en artemisias y otras plantas arom�ticas, incluyendo �rboles como el pirul (Schinus molle).

EL MOVIMIENTO DE LAS PLANTAS

Es perfectamente conocido por todos el que las flores del girasol ven hacia el Oriente por la ma�ana y que voltean hacia el Poniente por la tarde, siguiendo los �ltimos rayos del Sol. Es tambi�n interesante observar c�mo los colorines y otras leguminosas, cuando se ha ocultado el Sol, doblan sus hojas como si durmieran y c�mo se enderezan a la ma�ana siguiente para recibir la luz del Sol. M�s impresionante todav�a quiz� es el caso de la vergonzosa (Mimosa pudica). Esta bella, aunque peque�a planta, que tiene hojas pinadas, al m�s peque�o roce contrae sus hojas, aparentando tenerlas marchitas.

Todos estos movimientos de las plantas son provocados por sustancias qu�micas.


Las c�lulas del girasol se contraen en el sitio en donde incide la luz solar form�ndose inhibidores de crecimiento en ese punto. El resultado es el de doblar el tallo formando una curva que apunta hacia el Sol.

Los movimientos en la Mimosa pudica y en las hojas que duermen han sido estudiados por H. Schildknecht, quien encontr� que se deben a sustancias qu�micas de naturaleza �cida, algunas de las cuales fueron aisladas de Mimosa pudica, como la llamada PMLF-l y la M-LMF-5.

El movimiento observado en las hojas del frijol soya (Glicina maxima) es muy interesante y ya ha sido estudiado. Al llegar la noche sus hojas se doblan y toman la posici�n de dormidas, apropiada para su protecci�n contra el fr�o nocturno. En la ma�ana, cuando llega la luz del d�a, se enderezan de nuevo. El movimiento nocturno se debe a la sustancia fotoinestable PPLMF-l.



Posiblemente esta sustancia inestable a la luz solar se forme s�lo de noche y provoque el doblado de las hojas, y que por la acci�n de la luz del d�a, la sustancia forme un equilibrio cis trans que no es suficientemente activo, dejando por lo tanto que la hoja, ya sin peligro de helarse, tome su posici�n normal, apropiada para efectuar su fotos�ntesis.

MENSAJEROS QU�MICOS EN INSECTOS Y PLANTAS

Existen tres clases principales de mensajeros qu�micos: alomonas, kairomonas y feromonas

Las alomonas son sustancias que los insectos toman de las plantas y que posteriormente usan como arma defensiva; las kairomonas son sustancias qu�micas que al ser emitidas por un insecto atraen a ciertos par�sitos que lo atacar�n, y las feromonas son sustancias qu�micas por medio de las cuales se env�an mensajes como atracci�n sexual, alarma, etc�tera.

Un ejemplo de alomona es la sustancia que la larva de la mosca de los pinos (Neodiprion sertifer) toma de los pinos en donde vive. Cuando �sta es atacada, se endereza y escupe una sustancia que contiene repelentes. Si el atacante persiste en su intento, recibe suficiente sustancia que, por su naturaleza viscosa, lo inmoviliza.

Las sustancias que la larva lanza son una mezcla de a y b pinenos con �cidos res�nicos, es decir brea disuelta en aguarr�s. Es interesante notar que los terpenos a y b pineno, as� como los �cidos diterp�nicos de la brea, son usados por la planta como defensa contra insectos. En este caso, el insecto se ha adaptado a vivir en presencia de estas armas del �rbol, las toma, las hace suyas y las usa contra sus enemigos.

Es interesante el caso del chapul�n (Romalia microptera) que se defiende lanzando una sustancia que contiene 2,5-diclorofenol probablemente tomado de los herbicidas que contienen las plantas que comi�, los que con muchas posibilidades modific� al detoxificar el �cido 2,4,5-diclorofenoxi o �cido 2,4-D.

Las kairomonas son sustancias que denuncian a los insectos herb�voros ante sus par�sitos, a los que atraen. Sobre ellos depositan sus huevecillos para que, cuando nazcan, las larvas se alimenten de ellos.

Las kairomonas probablemente sean producidas por la planta de la que se alimenta el insecto herb�voro, el cual, al comerlas, las concentra en su cuerpo atrayendo a su par�sito. De esta manera la planta se defiende de forma indirecta, ya que el insecto que la devora concentra la sustancia que lo delatar�.

La estructura de muchas kairomonas es muy sencilla; por ejemplo, la del gusano cogollero (Helianthis zea) es el hidrocarburo tricosano, sustancia que atrae al par�sito Trichograma evanescens. En el gusano que ataca al tub�rculo de la papa existe �cido heptanoico.

Los insectos usan varios medios para comunicarse, pero cualquiera que sea la modalidad, el insecto anuncia su presencia no s�lo a cong�neres, sino a otros insectos que tienen el aparato apropiado para detectarlo. Por ejemplo, las feromonas, cuando son liberadas para atraer al sexo contrario, proclaman territorio y alarman a los de su misma clase. Por tanto, son importantes medios de comunicaci�n entre los de su especie; sin embargo, tambi�n son advertidos por otros insectos, por lo que tales sustancias sirven al par�sito para localizar a su v�ctima.

FEROMONAS DE MAM�FEROS

El que los animales respondan a se�ales qu�micas se sabe desde la Antig�edad: los perros entrenados siguen a su presa por el olor.

Las sustancias qu�micas son a veces caracter�sticas de un individuo que las usa para demarcar su territorio. M�s a�n, ciertas sustancias le sirven para atraer miembros del sexo opuesto.

El marcar su territorio le ahorra muchas veces el tener que pelear, ya que el territorio marcado ser� respetado por otros cong�neres y habr� pelea s�lo cuando el territorio marcado sea invadido.

Las manadas de leones o los grupos de lobos tienen su territorio de grupo. Estos territorios son marcados con frecuencia con orina, con heces, o con diferentes gl�ndulas, tal como lo hace el gigantesco roedor sudamericano, el capibara, con la gl�ndula nasal.

Estas secreciones est�n compuestas por una gran variedad de sustancias qu�micas, las cuales sirven para identificar la especie, el sexo y aun a un individuo particular.

Se piensa que la secreci�n de las gl�ndulas especiales debe estar compuesta por feromonas, pero s�lo unas pocas han podido ser probadas como tales. De la misma forma, es probable que la orina, las heces y la saliva tambi�n contengan feromonas, pero ha resultado dif�cil comprobarlo.



La muscona secretada en la gl�ndula abdominal del venado almizclero macho es una feromona que caracteriza la especie y su sexo, aunque tambi�n se excreta la miscapiridina y los esteroides.

La muscona es la base para muchos perfumes, siendo por lo tanto una sustancia muy valiosa.

El inter�s en el sexo opuesto es despertado por el olor de ciertos compuestos. Despu�s el animal investiga el estado sexual en que se encuentra, mediante el an�lisis de la orina en donde se secretar�n hormonas sexuales y sus productos de descomposici�n.

Lo m�s dif�cil de entender es c�mo distinguen a un individuo entre miles de la misma especie. Al estar marcado un territorio, cada individuo debe saber si es el suyo o es ajeno a partir de se�ales qu�micas (olor).

Es bien conocido y divulgado el hecho de que los perros pueden distinguir el olor caracter�stico de su amo entre miles de personas con s�lo oler una de sus prendas de vestir.

Y as� como el perro distingue a una persona entre miles, puede distinguir a otro perro y lo mismo hacen otros mam�feros.

La secreci�n vaginal en el mono rhesus, as� como en la mujer, contiene �cidos grasos, como el �cido ac�tico y el isovaleri�nico, que var�an c�clicamente con la menstruaci�n. Esta secreci�n entre los monos tiene la funci�n de atrayente sexual; los machos son atra�dos por la hembra en la �poca en que �sta es f�rtil.

Probablemente en la especie humana primitiva ocurri� algo similar.

HORMONAS SEXUALES

El ser humano, al igual que otros seres vivos, produce hormonas que ayudan a regular sus funciones. Entre las diversas hormonas que aqu�l produce se encuentran las hormonas sexuales. �stas son sustancias qu�micas pertenecientes al grupo de los esteroides, pertenecientes al mismo grupo que el de los �cidos biliares y el colesterol.

Las hormonas sexuales son producidas y secretadas por los �rganos sexuales, bajo el est�mulo de sustancias proteicas que llegan, por medio de la corriente sangu�nea, desde el l�bulo anterior de la pituitaria en donde estas �ltimas se producen.

HORMONAS MASCULINAS (ANDR�GENOS)

Las hormonas masculinas son las responsables del comportamiento y las caracter�sticas masculinas del hombre y otros similares.

Los caracteres sexuales secundarios que en el hombre son, entre otros, el crecimiento de barba y bigote, en el gallo son muy notables y han servido para evaluar sustancias con actividad de hormona masculina.

Cuando un gallo es castrado, su cresta y espolones disminuyen en tama�o hasta casi desaparecer. Si a este gallo se le administra una hormona masculina como testosterona o androsterona, la cresta y espolones vuelven a crecer.



En un m�todo de valoraci�n se inyecta a varios gallos preparados, cantidades cuidadosamente pesadas de sustancias con actividad de hormona masculina (androg�nica) y se mide el crecimiento de su cresta. Mientras m�s activa sea la sustancia, menor cantidad se necesitar� para lograr un determinado crecimiento.

HORMONAS FEMENINAS (ESTR�GENOS)

Las hormonas femeninas son sustancias esteroidales producidas en el ovario. Estas sustancias dan a la mujer sus caracter�sticas formas redondeadas y su falta de vello en el rostro.

La hormona responsable de estas caracter�sticas en la mujer se llama estradiol y tiene la estructura mostrada en seguida:




Por muchos a�os se crey� que la hormona femenina era la estrona, una sustancia encontrada en la orina femenina. Sin embargo, esta sustancia, que ciertamente tiene actividad hormonal, es en realidad un producto de descomposici�n de la verdadera hormona femenina, que es el estradiol.

El estradiol se obtuvo por primera vez mediante reducci�n de la estrona aislada de la orina y mostr� ser una hormona nueve veces m�s potente que la estrona.

Su aislamiento se logr� en 1935 por Doisy y su grupo. De 1.5 kg de ovarios de puerca se aislaron tan s�lo 12 mg de estradiol en forma de su di-a-naftoato.

Evidentemente la obtenci�n de estradiol era inadecuada y por muchos a�os se sigui� aislando la estrona de orina tanto de yegua como de mujer.

La estrona era por lo tanto aplicada directamente, pero parte de ella era transformada, por medio de una reducci�n, en la aut�ntica y muy potente hormona femenina, el estradiol.

Junto con la estrona se aislaba de la orina otro producto, el triol, llamado estriol (v�anse f�rmulas anteriores). Esta sustancia, aunque menos potente que la estrona cuando es inyectada, es activa por v�a oral debido a que posee un grupo OH de m�s, lo que la hace m�s soluble en agua (HOH).

El estradiol, que como acabamos de mencionar se empez� a producir por reducci�n de la estrona, ahora se produce por s�ntesis total.


ESTR�GENOS
SINT�TICOS (NO NATURALES)

Existen dos sustancias sint�ticas que, aunque no poseen estructura de esteroide, tienen fuerte actividad hormonal (estrog�nica). Estas son las drogas llamadas estilbestrol y hexestrol.



Estas sustancias, aunque poseen una potente actividad de hormona femenina, no son aplicables a personas dada su alta toxicidad. Sin embargo, encuentran su campo de aplicaci�n en la rama veterinaria.

LA PROGESTERONA (ANTICONCEPTIVOS)

Desde principios del siglo (1911), L. Loeb demostr� que el cuerpo amarillo del ovario inhib�a la ovulaci�n. L. Haberland, en 1921, al trasplantar ovarios de animales pre�ados a otros animales observ� en estos �ltimos una esterilidad temporal. Los hechos anteriores indicaban que en el ovario y especialmente en el llamado cuerpo amarillo que se desarrolla en el ovario, despu�s de la fecundaci�n, exist�a una sustancia que produce esterilidad al evitar la ovulaci�n.

La sustancia producida por el cuerpo amarillo y que evita que haya ovulaci�n mientras dura el embarazo fue aislada en 1931 y se llam� progesterona

 




ANTICONCEPTIVOS

La acci�n de la progesterona aislada en 1934 es muy espec�fica. Ning�n otro producto natural la posee y, como era muy escasa, se intent� su s�ntesis. En 1935 el colesterol pudo ser degradado oxidativamente a dehidro espiandrosterona (DHA).


Contando con DHA como materia prima, Imhoffen intent� transformarlo en progesterona por adici�n de los dos carbones faltantes mediante aceliluro de potasio. El producto obtenido no fue progesterona, pero, sin embargo, la esterona, que fue la que se produjo, tuvo actividad progestacional, y aunque �sta posee tan s�lo una tercera parte de la actividad de la progesterona cuando es inyectada, es m�s activa que ella por v�a oral.

Este descubrimiento inici� la era de los anticonceptivos artificiales, la era de la p�ldora anticonceptiva. Imhoffen y Hohlweg aplicaron la reacci�n de etinilaci�n a la hormona femenina estrona y obtuvieron etinilestradiol, el primero y uno de los m�s importantes estr�genos sint�ticos activos por v�a oral.




Por lo general, los productos naturales son m�s activos en su forma original que cuando sufren una modificaci�n; sin embargo, la 19-nor-progesterona, preparada por Ehrenstein en 1944, mostr� ser m�s activa que la progesterona. Este hecho inspir� a A. Birch y Mikherjii para la preparaci�n de 19-nortestosterona, para lo cual redujeron a la estrona en forma de �ter met�lico con litio disuelto en amoniaco l�quido, m�todo introducido por el propio Birch para reducir anillos arom�ticos en la misma reacci�n. Se redujo as� la cetona del C-17, enseguida se hidroliz� el �ter y finalmente se conjug� la doble ligadura para dar la 19-nortestosterona.





19 - nortestosterona

Es de hacer notar que la testosterona, que es la hormona masculina, cambia su actividad a tipo femenino al quit�rsele un �tomo de carbono (CH3). Si a la sustancia anterior se le adiciona un par de �tomos de carbono, se tendr� la 17-a-etinil-19-nortestosterona, que posee gran actividad progestacional, es decir es un potente anticonceptivo.

ESTEROIDES CON ACTIVIDAD ANAB�LICA

Su uso por los atletas

La testosterona, la verdadera hormona sexual masculina, tiene adem�s la propiedad de favorecer el desarrollo muscular. Los cuerpos de los adolescentes aumentan de peso al favorecerse la fijaci�n de prote�nas por efecto de la testosterona. A esta propiedad se le llama actividad anab�lica y es muy importante tanto en el tratamiento de muchas enfermedades como en convalecientes de operaciones que necesitan recuperar fuerza y musculatura. La testosterona es �til, pero tiene el inconveniente de su efecto masculinizante. Se necesitan, pues, otras sustancias que tengan la propiedad anab�lica de la testosterona, pero que no tengan el efecto estimulante de la hormona sexual.

La primera sustancia con estas propiedades fue la 19-nortestosterona, sustancia que tiene un �tomo menos que la testosterona. Esta sustancia posee una actividad anab�lica a�n mayor que la testosterona, y es m�s d�bil como hormona masculina. Como esta sustancia, se sintetizaron muchas m�s.

La 17-a-etil-19-nortestosterona se obtiene por hidrogenaci�n de la sustancia anticonceptiva femenina, la 17-a-etinil-19-nortestosterona. La reacci�n se termina cuando �sta ha absorbido dos moles de hidr�geno.




Esta sustancia, al ser inyectada, tiene la misma actividad anab�lica de la testosterona y tan s�lo 1/10 de su actividad masculina. As� pues, esta sustancia retiene su actividad progestacional.

Adem�s de la testosterona y los esteroides sint�ticos mencionados existen muchos m�s con actividad anab�lica, lo que ha despertado la tentaci�n de los atletas que requieren gran musculatura y fuerza, como son los levantadores de pesas y los lanzadores de discos, de bala o martillo, de utilizarlas.

Sin embargo, no s�lo son ellos los que han ca�do en la tentaci�n de usarlos, tambi�n lo han experimentado otros grupos de atletas como corredores, nadadores y ciclistas. M�s a�n, las mujeres, cuyos organismos no producen apreciables cantidades de testosterona, resultan m�s favorecidas por anab�licos que el hombre y, por tanto, tambi�n los utilizan.

En un estudio realizado en Estados Unidos se encontr� que cuando menos 90% de los levantadores de pesas y los f�sicoculturistas admiten haber empleado esteroides anab�licos.

EFECTOS SECUNDARIOS

Y efectivamente, el uso de esteroides anab�licos ayuda al desarrollo muscular, pero por desgracia existen efectos secundarios que pueden ir desde mal car�cter y acn�, hasta tumores mortales; aunque de ello no existen datos precisos.

Uno de los principales problemas con los atletas es que toman mucho m�s de las cantidades que normalmente se prescriben a los pacientes que se necesitan recuperar de una enfermedad. Los da�os al h�gado est�n perfectamente documentados en personas que abusan de los esteroides. Algunos atletas han muerto por desarrollar tumores cancerosos en el h�gado. Otros efectos laterales est�n relacionados con el efecto hormonal: algunos sufren de acn�, calvicie y alteraci�n del deseo sexual. Peor todav�a, algunos atletas del sexo masculino han sufrido agrandamiento del busto.

Si los efectos secundarios en el hombre son molestos, en la mujer son m�s preocupantes: aumento de vello en la cara, ca�da del pelo, voz m�s grave, crecimiento del cl�toris e irregularidades en el ciclo menstrual, son s�lo algunos de los trastornos reportados en mujeres que toman drogas anab�licas. Por fortuna, los efectos son reversibles.

Los efectos mal�ficos de los an�bolicos dependen tambi�n de la edad. Si los toman los ni�os, les impide alcanzar su crecimiento normal, adem�s de apresurarles la pubertad.


ALGUNOS ESTEROIDES
ANAB�LICOS TOMADOS ORALMENTE

En la siguiente figura se presentan algunos de los esteroides anab�licos orales m�s ampliamente utilizados.



HORMONAS HUMANAS A PARTIR DE SUSTANCIAS VEGETALES

Ciertamente, el metabolismo animal transforma sustancias vegetales en hormonas animales. El hombre, con su gran capacidad intelectual, ha hecho posible la transformaci�n qu�mica de sustancias vegetales en hormonas sexuales y otras sustancias �tiles para corregir ciertos desarreglos de la salud.

Sustancias qu�micas con el esqueleto b�sico de las hormonas sexuales y de otras sustancias indispensables para el buen funcionamiento del organismo humano existen en los vegetales en forma natural.

Estas sustancias, llamadas saponinas, fueron ampliamente conocidas por los pueblos prehisp�nicos y usados por ellos como jab�n.

Por tener una mol�cula b�sicamente semejante son importante materia prima para la elaboraci�n de drogas esteroides de gran utilidad. Lo primero que se hace es eliminar, por medio de una hidr�lisis �cida, el az�car o az�cares que llevan unidos por lo regular en la posici�n C-3. De esta manera se separan los az�cares de la sapogenina.

�sta a su vez se puede transformar por el m�todo de Marker en pregnelonona y posteriormente en progesterona u hormona del embarazo. �ste es uno de los m�s bellos ejemplos que ilustra la importancia de los estudios qu�micos en plantas, ya que, aunque no produzcan sustancias medicinales, sus metabolitos son susceptibles de ser transformados qu�micamente en sustancias activas.




La industria mexicana de esteroides, nacida en la d�cada de los cuarenta, tiene como base el rizoma de barbasco Discorea composita y otras dioscoreas. Sin embargo, no es la �nica materia prima mexicana rica en esteroides: la Yucca filifera, planta gigantesca que crece abundantemente en grandes extensiones de las regiones �ridas del norte de M�xico, desde el estado de Hidalgo hasta los estados fronterizos de Coahuila y Nuevo Le�n, tambi�n lo es y en grandes proporciones.

Esta planta produce flores en enormes racimos colgantes, que son consumidos como alimento por el ser humano, y abundantes frutos comestibles, con los que la poblaci�n local fabrica dulces caseros, despu�s de eliminar las abundantes semillas que, de ser incluidas, proporcionar�an un sabor amargo.

QU�MICA DE LAS SEMILLAS

Cuando las semillas de esta planta son molidas y extra�das con un disolvente como �ter de petr�leo, se obtiene, despu�s de evaporado el disolvente, un aceite abundante, cuyo an�lisis elemental mostr� una composici�n caracter�stica de los aceites para cocinar, ya que tiene un alto contenido de �cido linoleico.

Una vez eliminado este aceite, queda un residuo que por extracci�n con alcohol proporciona un alto rendimiento de una mezcla de saponinas esteroides (±15%) a las que se llam� filiferinas. Las filiferinas A y B, contenidas en la semilla, son susceptibles de ser transformadas por procedimientos qu�micos en una serie de sustancias de gran utilidad en la industria farmac�utica, tales como hormonas sexuales y corticoides.




Ahora bien, para obtener esteroides con aplicaci�n en la industria farmac�utica es necesario, en primer lugar, separar el aceite, que constituye un poco m�s del 20% del peso de la semilla.

Una vez desengrasada la semilla, puede extraerse la saponina con alcohol y someterse posteriormente a hidr�lisis con HC1 (�cido clorh�drico).

Otro procedimiento consiste en cubrir la semilla molida y desengrasada con HCl acuoso al 18%, y despu�s de cinco horas de calentamiento, filtrar, lavar con agua hasta neutralidad, secar la semilla y extraerla con hexano, obteni�ndose as� la sarsasapogenina en un rendimiento de alrededor del 8% con respecto a la semilla.

ESTEROlDES ÚTILES (ACTIVOS)

La sarsasapogenina es enseguida sometida a la degradaci�n descubierta por R. Marker, y modificada en 1959 por Wall y Serota, que consiste esencialmente en un tratamiento a alta temperatura y presi�n con anh�drido ac�tico.




La sustancia obtenida de esta degradaci�n es materia prima apropiada para ser transformada en esteroides de tipos muy variados. La transformaci�n m�s sencilla ser� su conversi�n en progesterona por contener ya la cadena lateral apropiada. Tambi�n es f�cil la obtenci�n de corticoides como la cortisona o la dihidrocortisona, que tienen el mismo tipo de cadena lateral, y los derivados del androstano, es decir hormonas masculinas. Para esto se prepara la oxima correspondiente, la que mediante una degradaci�n de Hoffman da el esqueleto del androstano.



Las plantas del g�nero Yucca, como ya hab�amos dicho, son abundantes en el territorio nacional. Estas plantas tienen un alto contenido de sarsasapogenina, especialmente en sus semillas. Como se ha demostrado, la sarsasapogenina es una materia prima vers�til, susceptible de ser transformada en una amplia gama de productos con diversas actividades biol�gicas. Por desgracia, esta gran riqueza de nuestros desiertos est� totalmente desaprovechada.

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