CONTRAPORTADA

"Los astr�nomos —afirma la doctora D�borah Dultzin— pueden ser considerados como los mejores detectives del mundo, pues para estudiar el Universo cuentan con s�lo un dato, una pista: la luz. No pueden realizar experimentos en los que manipulen su objeto de estudio y todo lo que saben de los cuerpos celestes: masa, temperatura, tama�o, composici�n qu�mica, etc., lo deducen, como Holmes modernos, a partir de la luz que emiten los m�ltiples cuerpos celestes."

Pese a esta limitaci�n, el avance de la astronom�a, en especial en este siglo, ha sido impresionante y nuevos y misteriosos objetos han sido captados por los complejos aparatos de observaci�n con que se cuenta, algunos de ellos instalados en sondas espaciales o en sat�lites de la Tierra, m�s all� de la atm�sfera de nuestro planeta. As�, en los a�os cincuenta los radioastr�nomos descubrieron una multitud de objetos estelares que emit�an, en radiofrecuencia, una gran cantidad de radiaci�n mas, debido al problema de resoluci�n de los radiotelescopios en ese tiempo, no era posible saber qu� clase de objeto visible correspond�a a esas radiofuentes; s�lo que proven�an de un objeto compacto, puntual, como una estrella. En 1960 se logr� determinar la posici�n de la radiofuente denominada 3C48, y Allan Sandage, con el gran telescopio de Monte Palomar, busc� lo que hab�a en dicha posici�n y as� describe lo que vio: "Una d�bil estrellita azul. Esa noche le tom� un"espectro" y sali� la cosa m�s rara que jam�s hab�a visto. Los colores resultaron diferentes a los de cualquier objeto celeste que hubiese observado.

Era sumamente ex�tico." Tan ex�tico que Sandage y sus colegas del Tecnol�gico de California no pudieron identificar ni una sola l�nea del espectro de 3C48. Sin elementos a la mano para resolver el enigma, los astr�nomos se limitaron de momento a ponerle un nombre: radiofuente cuasi-estelar que termin� por abreviarse en cuasar.

LLev� tiempo descubrir que la anomal�a en las l�neas del espectro se deb�a (es una de las hip�tesis al respecto) a la incre�ble velocidad con que los cuasares se desplazan: un tercio o m�s de la velocidad de la luz. Quedan a�n muchas interrogantes con respecto a los cuasares, que algunos astr�nomos consideran n�cleos de formaci�n de nuevas galaxias; mas todo parece indicar que los cuasares son los objetos m�s distantes del Universo. D�borah Dultzin naci� en Monterrey. Obtuvo la licenciatura en la Facultad de Ciencias de la UNAM, e hizo estudios de posgrado en la ex URSS y en Francia. Actualmente es investigadora titular en el Instituto de Astronom�a de la UNAM y tambi�n investigadora nacional. Colabora asiduamente en revistas de astronom�a. Ha sido invitada a impartir conferenc�as en varios pa�ses y es pionera en M�xico en el campo de estudios sobre cuasares y n�cleos activos de galaxias.

Diseño: Carlos Haces, Portada: M-17. Región de gas caliente que rodea las estrellas jóvenes.

�ndiceAnteriorPrevio