APÉNDICE C
Una fuga (entrada de aire) sube la presión base del sistema y deteriora el vacío. Cuando ocurre una fuga a presiones arriba de 10-6 torr, es común encontrarla en lugares como la pared externa de la cámara. Para localizarla se usa un líquido o vapor para el cual la sensibilidad del medidor o la velocidad del bombeo son muy diferentes a la del aire bombeado. Con una piseta de acetona o alcohol etílico, o una lata de aerosol de freón líquido se moja la superficie que se quiere probar. Estos líquidos usualmente causan un cambio abrupto en la presión indicada mientras fluyen por la fuga. Una desventaja de este método es que el solvente puede contaminar o dañar los sellos circulares.
En sistemas de alto y ultra alto vacío se puede usar helio para detectar fugas, ya que los medidores de ionización son poco sensibles a este gas y la presión decae al ser introducido el gas por la fuga.
En un sistema de vidrio, una fuga que sube la presión a un valor entre los 10 militorr y varios torr puede ser localizada a través de una bobina tesla. La superficie del vidrio es barrida con la descarga de la bobina. La descarga será dirigida preferencialmente hacia la fuga y unas manchas brillantes blancas darán a conocer su localización al pasar la descarga por ella, aunque no es conveniente usar este método en paredes delgadas o en uniones de metal y vidrio, porque la descarga puede agujerar el vidrio.
Para fugas muy pequeñas en sistemas de ultra alto vacío se necesita utilizar un espectrómetro de masas como detector.
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