INTRODUCCI�N

Dif�cil es imaginarse hoy en d�a una sociedad que no utilice el vidrio. Todos nosotros lo conocemos por su fragilidad, su transparencia, su peso, sus diferentes formas y colores. Lo empleamos sin mayor problema, sabiendo que con un golpe no muy fuerte se puede romper.

Como ocurre con otras cosas a las que estamos acostumbrados, no nos preguntamos c�mo est� hecho..., o desde cu�ndo existe..., o si es un material que aparece tal cual en la naturaleza y nosotros solamente lo tomamos y lo utilizamos (como la sal de mesa o las piedras volc�nicas). En realidad, aun cuando todos los d�as estamos en contacto con �l, no sabemos muy bien qu� es. Podemos intuir que no hay minas donde aparezcan pedazos de ventanas (como s� las hay donde se encuentran pedazos de carb�n), y por lo tanto tiene que ser uno m�s de la serie de inventos con los que hemos remodelado al mundo y que constituyen la llamada evoluci�n cultural. El hombre, como especie, se distingue de los dem�s animales por su riqueza imaginativa, y la historia del vidrio es un claro ejemplo de ella.

El vidrio en su estado natural fue uno de los primeros elementos utilizados por el hombre, antes de que fuera capaz de fabricarlo artificialmente. El hombre primitivo utiliz� la obsidiana, de origen volc�nico, para la obtenci�n de piezas largas y puntiagudas, como cuchillos, puntas de flecha y lanzas (figura 1). Civilizaciones m�s adelantadas lo disfrutaron en calidad de joyas, espejos y gran cantidad de objetos diferentes que se han ido encontrando por todo el mundo. No se sabe a ciencia cierta d�nde y cu�ndo comenz� su fabricaci�n artificial, pero podr�a haberse obtenido accidentalmente por fusi�n de arena y sosa en un fuego abierto.

Figura 1. Herramienta de obsidiana. Utensilios precl�sicos aztecas.

La pieza de vidrio m�s vieja que se conoce es del a�o 4000 a.C., y consiste en una chaquira de piedra, cubierta de barniz de vidrio coloreado con alg�n compuesto de cobre, imitando as� a la valiosa turquesa. La idea de falsificar piedras preciosas, que son dif�ciles de obtener de la naturaleza, ha existido desde entonces. Es como si fuera joyer�a de fantas�a arcaica. A pesar de que la pieza fue encontrada en el territorio del antiguo Egipto, los expertos dicen que el vidrio fue fabricado por primera vez en Mesopotamia. Es curioso que las cosas m�s remotas sean siempre de ah�. Cuando nos preguntamos, �de d�nde ser�n las cosas m�s antiguas? o �d�nde se hicieron?, casi siempre la respuesta es Mesopotamia. Pero volviendo al vidrio, cuesta trabajo creer que algo tan fr�gil pueda durar tanto tiempo, porque la experiencia nos dice que un vaso que utilizamos dif�cilmente sobrevivir� 50 a�os sin romperse. Sin importar c�mo, lo maravilloso es que hoy lo tenemos, y no s�lo eso, sino que adem�s existen piezas de vidrio que nos indican c�mo se fue desarrollando la forma de trabajarlo.

As� sabemos que al principio los objetos eran esmeradamente esculpidos a partir de bloques s�lidos. Los expertos eran los artesanos de Mesopotamia y su saber fue aprovechado en Egipto, donde despu�s empezaron a trabajar con el vidrio fundido. A �ste lo vaciaban sobre recipientes que tuvieran alguna forma espec�fica, agregando las capas necesarias para obtener la resistencia deseada. Resulta interesante hacer notar que todas estas piezas antiguas eran decoradas de diversas formas (figura 2). Una forma de adornarlas era con gotas de vidrios de colores vertidas sobre la capa externa, y presionadas despu�s para que quedaran incrustadas en el material antes de que la vasija se enfriara.

Figura 2. Pieza antigua decorada (Mediterr�neo, siglos IV-III a.C.).

De la misma forma en que no podemos imaginarnos un mundo sin vidrio, tampoco podemos pensarlo sin arte, ni concebir la evoluci�n del hombre sin el uso de los metales. Por el a�o 200 a.C. aparece un tubo de hierro, conocido como la ca�a de vidriero (figura 3), que sirve para soplar el vidrio, y con �l nace una t�cnica que ha permanecido casi intacta durante 2 000 a�os. Nada ser� tan importante en la historia del vidrio como este descubrimiento. La ca�a de vidriero fue utilizada por primera vez en Babilonia y despu�s los romanos la adoptaron con entusiasmo. Est� formada por un tubo de hierro de aproximadamente 1.5 m de largo, con una pieza para la boca en un extremo y una protuberancia para detener el vidrio blando en el otro. No es dif�cil saber c�mo se utilizaba este aparato porque en la actualidad se sigue empleando de la misma forma. Una vez que el vidrio blando est� detenido en la ca�a, se sopla dentro de un molde o al aire libre, y con una varilla se le va guiando la forma. Cuando la bola de vidrio blando adquiere la estructura deseada se corta con unas tijeras y cuando se enfr�a, se endurece. De esta forma se crean objetos fant�sticos, f�cil y r�pidamente, a un precio bajo.

 

Figura 3. Ca�a de vidriero.

El manejo del vidrio por los romanos fue verdaderamente asombroso. Formaban hilos de colores, hac�an rejillas, las fund�an, las cortaban, las juntaban para finalmente volverlas a fundir, obteniendo resultados admirables. Tambi�n resulta sorprendente la habilidad que llegaron a alcanzar en el uso de �xidos met�licos como colorantes. �C�mo lo descubrieron? No se sabe, pero ellos conoc�an las diferencias peque�as en la composici�n que afectan dr�sticamente el color final. Por ejemplo, el cobre pasa de rojo rub� a verde; el cobalto siempre es azul intenso; el manganeso puede ser amatista o morado; el antimonio, amarillo; el hierro verde, caf� o negro; y el esta�o, blanco opaco. Una de las piezas m�s bonitas que se conservan es la vasija Portland, fabricada en el siglo I en Roma; fue construida con un material oscuro al cual se le sobrepuso una capa de vidrio de esta�o opaco. El vidrio fue esculpido, atravesado y cortado, para dejar unas hermosas figuras blancas en relieve contra el fondo oscuro. Esta pieza ha inspirado a muchos artistas a crear piezas de incre�ble belleza con la misma t�cnica (figura 4).

Figura 4. Jarra de vidrio azul.

Adem�s de elaborar obras art�sticas con el vidrio, a los romanos se les ocurri� que el vidrio plano podr�a utilizarse en las construcciones, aprovechando su transparencia. Lo primero que pensaron fue en sobreponer en una superficie plana varias capas hasta formar un vidrio plano de 12 mm de espesor, aproximadamente. Buscaban este grosor porque quer�an evitar que se rompiera, pero esta misma caracter�stica le hizo perder transparencia y por eso decidieron ponerle colores y utilizarlo en la decoraci�n. As� aparecen las peque�as ventanas de color en los edificios del Imperio romano del siglo XII de nuestra era, y se olvidan por el momento del vidrio claro, plano y sin color, porque era extremadamente dif�cil de obtener.***********En Europa, la habilidad de los artesanos vidrieros decae despu�s del a�o 200 d.C., resucitando tiempo despu�s en Venecia, a trav�s del contacto con el imperio romano oriental (bizantino). Los venecianos aprenden de los romanos, e incluso los superan con importantes descubrimientos, que guardan como los secretos m�s preciados. Su vidrio es un producto precioso que se vende bien y no tarda en enriquecer a la Seren�sima. Para proteger sus inventos, todos los artesanos del vidrio fueron trasladados a la isla de Murano en 1291, donde adem�s de estar incomunicados, les resultaba complicada la emigraci�n. Venecia, desde el Renacimiento hasta el siglo XVIII produce esas maravillas descabelladas, dentadas, caladas, entalladas, de un vidrio tan claro, tan puro, que recuerdan el cristal de roca. Los venecianos copian tambi�n la piedra llamada venturina y la porcelana china: todo es juego para ellos. Escaparse de Murano, burlar a los vigilantes para marcharse a otro lugar, significaba pasar de simples obreros a prestigiados maestros en las vidrier�as de Europa. El misterio de su sabidur�a los hac�a poderosos, y trataban de guardar su secreto celosamente, pues una vez que se descubriera, su dominio se desvanecer�a. Lamentablemente para ellos, no hay secreto que dure 1 000 a�os, y la mayor�a de los conocimientos venecianos fueron difundidos en el siglo XVI.

En la �poca de Luis XIV se gestion� que los obreros de los hornos de Murano visitaran Francia, y se fund� una escuela nacional que despu�s se especializ� en la fabricaci�n de espejos, de donde proceden los del Palacio de Versalles, en Francia. Es as� como en Bohemia, en Francia, en los Pa�ses Bajos, por todas partes se encuentran vidrios de estilo veneciano (figura 5).


Figura 5. Vidrio veneciano. Centro de mesa en forma de nave (1550)

A pesar de que los ingredientes var�an de un lugar a otro, la mayor�a del vidrio producido en el pasado (como el de hoy) es de sosa y calcio. Esta combinaci�n presenta muchas ventajas, como su estabilidad qu�mica, su razonable dureza, su f�cil manufactura a temperaturas moderadas y su capacidad de reblandecerse el n�mero de veces necesario para finalizar un art�culo. En el siglo XVII se utiliz� el potasio en lugar de la sosa, con el inconveniente de que se desarrollaba un laberinto de rajaduras que lo hac�an inservible, pero poco tiempo despu�s descubrieron que agreg�ndole �xido de plomo se eliminaba este defecto. Se obtuvo as� un vidrio de nitidez excelente (figura 6), suficientemente blando para ser cortado y grabado con facilidad, con mayor poder refractivo y que dispersaba m�s la luz. Esta propiedad se aprovecha para hacer telescopios, porque los lentes de sodio superpuestos con los de potasio permiten obtener mejores im�genes.


Figura 6. Copa grabada y decorada en hueco o en relieve (1710-1720)

Una innovaci�n importante en la historia del vidrio fue la creaci�n de los hornos en los que se fund�a la materia prima para que los artesanos hicieran las piezas; esto permiti� que muchas personas pudieran dedicarse a esta profesi�n, y la producci�n creci� de una manera impresionante. En estos hornos hab�a una c�mara de fusi�n y una zona relativamente fresca en la que se pon�an vasijas de vidrio fundido y refinado para mantenerlas con cierta viscosidad, hasta que los artesanos las utilizaran para decorarlas o moldearlas.

A pesar de que creci� la industria del vidrio, si pudi�ramos viajar al siglo XVIII y fu�ramos buenos observadores nos dar�amos cuenta de que era raro que los ciudadanos comunes usaran objetos de vidrio; por ejemplo, las vajillas eran de esta�o o de barro. No es sino hasta finales del siglo XIX que el vidrio toma el lugar de preferencia que mantiene hasta nuestros d�as. Si pudieramos viajar en una m�quina del tiempo para remontarnos al pasado, podr�amos saber si llegamos al siglo XVIII o al XIX, con tan sólo ver si las copas para el vino son de barro o son de vidrio (figura 7).

Figura 7. Vidrio del siglo XIX.

En el siglo XIX surgen dos inventos importantes. Uno es la manufactura mecanizada, que empez� en 1821 cuando se hizo el moldeado dividido. Gracias a �ste se pod�a soplar una botella en dos partes para despu�s unirla. Sesenta a�os despu�s las botellas se hac�an en m�quinas semiautom�ticas, y hoy en d�a se utiliza esta misma t�cnica para elaborarlas.

El otro invento sirvi� para retomar la idea de hacer ventanas transparentes sin color. Si pensamos en una botella hecha con vidrio soplado nos parece algo f�cil, pero una ventana elaborada con esta t�cnica ya resulta dif�cil de lograr. Para resolver este problema se les ocurri� soplar y girar el vidrio, hasta que se formaba un disco relativamente plano, que dejaban enfriar. El resultado era un vidrio muy irregular, mucho m�s grueso al centro y con ondulaciones. Esta t�cnica se mejor� cuando se emplearon compresoras de aire para cortar el vidrio a lo largo; a �ste lo pon�an sobre una mesa de hierro para volverlo a calentar y lo dejaban reposar bajo su propio peso. As� se logr� un vidrio m�s plano y una producci�n m�s r�pida, tanto, que se pudo asombrar al mundo a mediados de siglo con la construcci�n del Palacio de Vidrio de Londres, que tiene 300 000 piezas elaboradas de esta manera, que descansan en una ligera estructura de hierro.

El desarrollo de mejores hornos y nuevas t�cnicas hizo que cambiara la apariencia de la v�a p�blica en las ciudades de Am�rica y Europa. Cuando en la actualidad caminamos por algunas calles de nuestra ciudad, vemos numerosos edificios cuyas paredes son de vidrio o de espejo, y resultar�a muy dif�cil imaginarlos con otro aspecto. Lo mismo sucede dentro de las casas. C�mo cambiar�a todo si no tuvi�ramos las copas, los vasos, las ventanas, los focos, las l�mparas, la televisi�n, los espejos y las computadoras. No es que no pudi�ramos seguir viviendo, pero indiscutiblemente tendr�amos que hacerlo de manera diferente.

Los nuevos conocimientos, as� como una actitud m�s cient�fica hacia las propiedades y posibilidades del vidrio, han ampliado las aplicaciones de �ste. Microscopios, telescopios y l�seres aparecen en este �ltimo siglo y resumen los descubrimientos en la manufactura del vidrio, mucho m�s numerosos en los �ltimos cien a�os que en los 3 600 anteriores. De esta forma hoy podemos hacer 2 000 focos por minuto sin ninguna complicaci�n.

Si vivir sin el vidrio nos har�a diferentes, aprender algo m�s acerca de �l de seguro nos va a enriquecer. Tratemos pues de saber m�s de sus aplicaciones, de su composici�n, de su empleo en el arte, de su historia en Am�rica, y recobremos la capacidad de maravillarnos.

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