PREFACIO
El presente volumen lo constituye una colecci�n de 69 ensayos, muchos de los cuales fueron preparados en su versi�n preliminar para la secci�n de Ciencia que public� el peri�dico El Financiero. Escribir acerca de temas cient�ficos y t�cnicos para el p�blico en general constituy� un reto muy estimulante: me oblig� a utilizar un lenguaje m�s cotidiano y transparente que el que se emplea normalmente en las publicaciones cient�ficas, lo que tuvo como consecuencia que tuviese que aclarar los conceptos que me interesaba compartir, y depurar y simplificar mi forma de expresi�n. En muchas ocasiones utilic� s�miles, s�mbolos y met�foras en cuya b�squeda emple� la imaginaci�n con agrado.
La necesidad de escribir textos breves hizo que las ideas tuviesen que ser formuladas con econom�a de medios, claridad y una estructura que se fue estableciendo con la pr�ctica. La periodicidad de las entregas me oblig� a seleccionar temas aparentemente muy variados pero que, con el tiempo, me dieron la impresi�n de que estaba armando un rompecabezas, una imagen particular del mundo, la cual probablemente no hubiera estructurado de otra manera. Por estas razones el presente texto es algo m�s que un libro de divulgaci�n cient�fica: es un manifiesto de lo que significa para m� la ciencia y de lo que me gustar�a significara para la cultura si �sta se enlazara con otros tipos de conocimiento. Por eso, el texto tiene un mensaje congruente en el que convergen mis intereses generales. Constituye, entonces, una confesi�n y, m�s a�n, una profesi�n de fe en el conocimiento humano en todas sus facetas. En este sentido, el tema central que me interesa aclarar y compartir es la teor�a del conocimiento, que forma una buena parte de la filosof�a de la ciencia de nuestro tiempo.
Los ensayos, su correcci�n y su versi�n final fueron preparados dentro del contexto de mi trabajo como investigador en tres grupos acad�micos que me han beneficiado con su cr�tica, su labor de b�squeda, su apertura y generosidad. Me refiero al Centro de Neurobiolog�a de la
UNAM
, el mismo que congregó, desde su fundaci�n a fines de 1993, a la Escuela de Fisi�logos del Sistema Nervioso en la que me form� la Unidad de Neurociencias del Instituto Mexicano de Psiquiatr�a, un ramal de esa misma escuela m�s cercano a la cl�nica y al Grupo Universitario de Ciencia Cognitiva de laUNAM
, un ateneo de estudios interdisciplinarios de la mente con ra�ces en la filosof�a, la ling��stica y la inteligencia artificial.Ciudad de M�xico, junio de 1994