[Nota 30] [<--]

30. La idea de que las chispas y los rayos dan vida está muy difundida. Aleksandr I. Oparin (El origen de la vida, traducción. 1938) propuso que la aparición de los primeros aminoácidos en la Tierra estuvo propiciada por la activación de moléculas en la sopa prebiótica mediante descargas eléctricas, y Mary Wollstonecraft Shelley utilizó rayos para dar vida al monstruo de su novela Frankenstein, o el moderno Prometeo (1818).

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