�C�mo eran estas tierras cuando se enfrentaron los mundos que nos dieron origen? �C�mo era la vida en este inmenso altiplano, el gran tunal, denominado tambi�n gran chichimeca, que en su mayor parte estaba inhabitado antes de la llegada de los espa�oles? A partir de estas preguntas, Beatriz Rojas, en la Primera Parte de la Breve historia de Aguascalientes, desentra�a y explica las modalidades de la conquista y c�mo poco a poco se produce la avanzada colonizadora. Muestra tambi�n c�mo la guerra obliga a los espa�oles a construir presidios, a los poblados a amurallarse, a los colonos a convertirse en soldados. La avanzada colonizadora se acelera a partir de 1550, cuando se produce la primera bonanza minera de Zacatecas. Al principio es una historia de un pu�ado de hombres, a pesar de los ataques chichimecas.
Primero villa y luego alcald�a, Aguascalientes vivi� la etapa colonial como cabecera de su regi�n, tratando de armar una unidad administrativa, econ�mica y social con el territorio que la compon�a. As�, se observa que haciendas, ranchos, congregaciones, pueblos de indios, ocupan su espacio de manera racional y productiva, a pesar de los conflictos y las crisis.
Esta unidad regional defini� su identidad, que poco despu�s de la Independencia nacional pero no sin problemas, dio como resultado el nacimiento del estado de Aguascalientes, cuya autonom�a qued� legalmente afianzada en 1857. La vida de la entidad en el siglo XX corresponde a Jes�s G�mez Serrano, quien en la Segunda Parte reconstruye su pasado, desde las dificultades que entra�� la organizaci�n de la vida estatal hasta los principales hilos conductores del nuevo estado durante el siglo: las haciendas, su incipiente desarrollo industrial, la ciudad, las innovaciones tecnol�gicas, la poblaci�n, la alimentaci�n, los trabajadores, la cultura y otras facetas que dieron luz y color a su historia son materia de esta parte.
En cambio, Andr�s Reyes Rodr�guez, Salvador Camacho y Carlos Reyes Sahag�n, en la tercera y �ltima parte de la Breve historia de Aguascalientes, trazan a grandes rasgos el colapso del r�gimen porfirista, el escenario de la Convenci�n de 1914, sus secuelas de inestabilidad pol�tica y la repercusi�n local de la lucha por el Estado mexicano contempor�neo. El agrarismo cardenista, las primeras organizaciones obreras, la guerra cristera, la educaci�n p�blica, el desarrollo urbano y el crecimiento industrial y comercial del estado constituyen, entre otros, los ejes principales que le dan origen. En estas p�ginas el lector encontrar� una gu�a adecuada y �til para adentrarse en el pasado de Aguascalientes.
