LA INVESTIGACI�N PARA EL CONOCIMIENTO de las diferentes etapas hist�ricas de Campeche present� el problema inicial de que el actual estado no exist�a propiamente como una entidad, sino que la regi�n que m�s adelante se conoci� con ese nombre estuvo integrada, antes de la Conquista, por varios cacicazgos con distintas denominaciones, en la jurisdicci�n de la pen�nsula de Yucat�n. Conforme sucedieron la conquista, el poblamiento y la delimitaci�n de villas y pueblos, el territorio de Campeche fue adquiriendo sus l�mites naturales hasta constituirse como un distrito del estado de Yucat�n a principios del siglo XIX; a partir de una determinada influencia pol�tica y cultural basada en la tradici�n, se fue configurando la relaci�n de este territorio con sus vecinos, desde los tiempos de la civilizaci�n maya hasta 1857 en que el antiguo distrito convino con Yucat�n sus l�mites, surgiendo el nuevo estado de la Federaci�n.
Se tuvo cuidado en separar los asuntos, hasta donde fue posible, de cada entidad, aunque la Conquista y la Colonia tuvieron que compartirse necesariamente; esto se explica f�cilmente como consecuencia del mayor tiempo que los espa�oles dedicaron a la ocupaci�n, fundaci�n y poblamiento de Champot�n y Campeche, situados en el litoral, y d�cadas m�s tarde a la Isla del Carmen. Los acontecimientos de la �poca colonial resultan precisos porque los hechos fundamentales fueron la actividad de los piratas primero y la construcci�n de fortificaciones, despu�s. Consecuentemente, el hilo conductor de la historia de Campeche est� identificado con la importancia de las poblaciones costeras; el desarrollo de los grupos ind�genas, en su mayor parte, se redujo a un lento avance en las haciendas del interior bajo condiciones impuestas por los criollos, due�os de ellas.
Campeche y M�rida fueron el eje de las coordenadas pol�tico econ�micas de la pen�nsula; un gobernador de la provincia, un teniente de rey en el puerto; los comercios mar�timos importantes, junto a la explotaci�n del palo de tinte, fueron polos din�micos hasta la creaci�n de la rep�blica, modificaci�n libertaria que puso en celo a los grupos pol�ticos que surgieron para luchar por el poder y la cauda de negocios particulares.
Toda la etapa que culmina con la creaci�n del estado ha procurado ce�irse a la jurisdicci�n local m�s o menos preestablecida; los a�os que van de 1857 a 1910 tienen fuentes de estudio concretas, y resulta interesante saber que fue hasta el siglo XIX cuando viajeros extranjeros y algunos hombres de la regi�n comenzaron a descubrir la impresionante cultura maya que se encontraba dispersa en el interior de la regi�n y oculta en las selvas, o poco menos que destruida en las planicies, jornadas vigentes hasta los d�as actuales.
Mayores dificultades se encontraron para reconstruir la etapa revolucionaria, sobre la que �nicamente existen dos libros; para el periodo posterior a 1920 hubo necesidad de recurrir a peri�dicos por ser casi nula la existencia de estudios espec�ficos sobre aquellas administraciones, salvo lo que public� H�ctor P�rez Mart�nez en los a�os de 1940 y siguientes; pero, por ejemplo, escritos relativos a las condiciones del estado de 1943 a 1959 son dif�ciles de encontrar; no hubo personas que escribieran memorias o relatos con cierta uniformidad de criterios alrededor de las acciones de �poca; s� existen art�culos en peri�dicos, revistas y folletos que nutren los �ltimos 50 a�os; la hemerograf�a fue un auxiliar valioso para acercarnos al problema chiclero, a la pesca y al petr�leo. La imagen de los gobernantes est� en la penumbra de lo in�dito, son espacios que deben completarse.
Para las �ltimas d�cadas, algunos libros y documentos hicieron posible acercarnos a los temas pol�ticos, econ�micos y sociales, as� como a los sucesos contempor�neos, de tal manera que en la brevedad se advierta la importancia del tiempo transcurrido en la existencia del estado de Campeche.
Octubre de 1997