Los aumentos en el régimen de Fernández Albarrán


L�pez Mateos apoy� a Juan Fern�ndez Albarr�n en su candidatura y en el primer a�o de su gobierno. Durante ese tiempo ocurri� un esc�ndalo sobre el problema forestal. Los bosques del ejido La Compa��a, de Valle de Bravo, estaban siendo talados contra raz�n y derecho. Los responsables, un particular en contubernio con altos funcionarios federales y locales. El gobernador los denunci� y consign�. Los restantes cinco a�os del gobierno coinciden con la gesti�n de D�az Ordaz como presidente. Tiempo en que contin�a el desarrollo del pa�s y se preparan y se llevan a cabo los Juegos Ol�mpicos. Tiempo tambi�n en que la corrupci�n y las desigualdades se multiplican. En la sierra guerrerense brota la guerrilla, hay descontento en las clases medias y en la capital se agitan los estudiantes. En este periodo el estado perdi� los terrenos denominados Cuchilla del Tesoro, cercanos a San Juan de Arag�n, que pasaron al Distrito Federal. En compensaci�n, la l�nea divisoria Los Reyes-La Paz fue ligeramente modificada en favor del estado.

Caracter�stica del r�gimen de Fern�ndez Albarr�n fue no subir los impuestos ni endeudarse demasiado. La riqueza industrial y el mayor n�mero de contribuyentes hicieron posible un aumento de m�s de 100%. A lo largo de este sexenio el Estado de M�xico dio un salto presupuestario frente a los dem�s estados de la Federaci�n: de un s�ptimo lugar en 1963 subi� al primero en 1969.

Se hab�a duplicado la inversi�n industrial durante el sexenio. Este continuo ascenso corresponde a la producci�n agr�cola, que muestra un incremento notable gracias al mayor uso de agroqu�micos. No obstante los altibajos, en el �ltimo a�o de producci�n maicera el Estado de M�xico ocup� el cuarto lugar en el �mbito nacional. De manera especial se impuls� el cultivo de la papa. Parte de la producci�n se exportaba a pa�ses del continente americano. Tambi�n se dio importancia al cultivo de la alfalfa y la remolacha en el valle de M�xico; mientras que el noreste de la entidad destacaba por la cebada.

Sumando carreteras y caminos, la red se alarg� 975 kil�metros, mientras que la telefon�a se prolongaba 1 233 kil�metros m�s y la energ�a el�ctrica se extend�a otros 598 kil�metros. Con esto �ltimo nuestra entidad se reafirmaba en la vanguardia de la electrificaci�n. Obra de irrigaci�n destacada fue la rectificaci�n, encauzamiento y aprovechamiento del r�o Lerma, medidas que sin mucho resultado trataban de remediar el despojo del l�quido vital que se llevaban el Distrito Federal y la zona metropolitana. Junto a los avances innegables persist�an grandes carencias y surg�an nuevos problemas. La entidad tipificaba el doble aspecto del desarrollo y del subdesarrollo.


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