Bibliografía comentada


La m�s reciente llave bibliogr�fica para investigar sobre el Estado de M�xico se halla en los tres tomos de la Bibliograf�a hist�rica del Estado de M�xico de Trinidad Beltr�n Bernal y Elvia Montes de Oca N., Zinacantepec, M�xico, El Colegio Mexiquense, 1989-1993. Anterior es la "Bibliograf�a comentada. Estado de M�xico" en Secuencia, 1986, n�m. 4, de Martha Baranda y L�a Garc�a Ver�stegui. Fundamental es la Bibliograf�a general del Estado de M�xico de Mario Col�n, M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1963-1964, 3 vols. Del mismo Col�n es la rica serie Gu�a de documentos impresos del Estado de M�xico, en cuatro tomos, que van de 1824 a 1972, M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1976-1981. Aunque demasiado escasa, hay que mencionar la Bibliograf�a de los escritores del Estado de M�xico de Hugo Aranda, Pamplona, M�xico, Universidad Nacional Aut�noma de M�xico, 1978.

Las dos primeras partes de esta historia, es decir, la �poca prehisp�nica y la conquista espa�ola, tienen como base los cap�tulos "Historia prehisp�nica" y "La conquista espa�ola" de Rosaura Hern�ndez Rodr�guez. De la misma forma, ha sido de mucha utilidad para construir el siglo XVIII, "La consolidaci�n y el ocaso del sistema colonial", de Manuel Mi�o Grijalva. Ambos trabajos y el de Mar�a Teresa Jarqu�n, "La formaci�n de una nueva sociedad (siglos XVI-XVII)", han sido publicados en la Breve historia del Estado de M�xico, El Colegio Mexiquense, A. C.-Gobierno del Estado de M�xico, 1987, pp. 19-190. Estos trabajos han constituido la base de la presente versi�n de la primera parte.

Sin embargo, para construir la parte dedicada a la �poca prehisp�nica tambi�n se han consultado los trabajos de Fernando de Alva Ixtlilx�chitl, Obras hist�ricas, M�xico, UNAM, 1975-1977, 2 vols.; de Hernando Alvarado Tezoz�moc, Cr�nica mexicana, M�xico, Imprenta y Litograf�a de Ireneo Paz, 1878; Domingo de San Ant�n Mu��n Chimalpahin Quauhtlehuanitzin, Relaciones de Chalco-Amaquemecan (Trad. de Silvia Rend�n), M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1965; Francisco del Paso y Troncoso, Epistolario de la Nueva Espa�a, M�xico, Antigua Librer�a Robredo, 1940 (t. x); Gonzalo Fern�ndez de Oviedo y Vald�s, Historia general y natural de las Indias; islas y Tierra Firme del Mar Oc�ano, Asunci�n del Paraguay, Ed. Guaran�, 1944; la Historia tolteca chichimeca. Anales de Cuauhtintlan, M�xico, Librer�a Robredo de Jos� Porr�a e hijos, 1947; y los Anales de Cuauhtitlan, C�dice Chimalpopoca y Leyenda de los Soles; M�xico, UNAM, 1945. Estas fuentes se ocupan particularmente de los se�or�os del valle de M�xico, en especial el Acolhuacan (Texcoco) y Chalco-Amecameca.

Para la regi�n occidental, o sea el valle de Toluca, hay una evidente escasez de fuentes; sin embargo, entre las obras que nos proporcionaron algunas noticias tenemos las de Hernando Alvarado Tezoz�moc, Cr�nica Mexic�yotl, M�xico, UNAM, 1949; y de fray Diego Dur�n, Historia de las Indias de Nueva Espa�a e islas de Tierra Firme, M�xico, Imprenta de J. M. Andrade y Escalante, 1867. Para el valle de Toluca, el estudio parte de la �poca de la dominaci�n mexica debido a que se carece de datos para �pocas anteriores y, por lo pronto, habr� que conformarse con los testimonios arqueol�gicos.

Entre los autores que han profundizado en esta �poca destacan sin duda Pedro Carrasco, con su libro ya cl�sico Los otom�es, M�xico, UNAM, 1950; Charles Dibble, C�dice X�lotl M�xico, UNAM, 1951; Jos� Garc�a Pay�n, La zona arqueol�gica de Tecaxic-Calixtlahuaca y los matlatzincas, M�xico, Talleres Gr�ficos de la Naci�n, 1936; y, del mismo autor; Los monumentos arqueol�gicos de Malinalco, Toluca, Gobierno del Estado de M�xico, 1947; �ngel Mar�a Garibay, Teogon�a e historia de los antiguos mexicanos; M�xico, Editorial Porr�a, 1965 (Colecci�n "Sepan Cuantos...", n�m. 37); Rosaura Hern�ndez Rodr�guez, El valle de Toluca. �poca prehisp�nica y siglo XVI, Toluca, El Colegio Mexiquense y H. Ayuntamiento de Toluca, 1988; Rom�n Pi�a Chan, Una visi�n del Mexico prehisp�nico, M�xico, UNAM, 1960; Wigberto Jim�nez Moreno, Apuntes de historia antigua de M�xico, M�xico, Sociedad de Alumnos de la Escuela Nacional de Antropolog�a, 1953.

Para la �poca de la conquista espa�ola son de gran valor los testimonios de los propios protagonistas: Hern�n Cort�s, Cartas de relaci�n, M�xico, Porr�a, 1963, y de Bernal D�az del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espa�a, Madrid, Instituto Gonzalo Fern�ndez de Oviedo, 1982. Aparte de ellos, son imprescindibles los estudios de fray Bernardino de Sahag�n, Historia de las cosas de la Nueva Espa�a, M�xico, Porr�a, 1981, 4 vols.; Antonio de Sol�s, Historia de la conquista de M�xico, M�xico, Porr�a, 1987; fray Juan de Torquemada, Monarqu�a indiana, M�xico, UNAM, 1975-1983, 7 vols.; Joaqu�n Garc�a Icazbalceta, Colecci�n de documentos para la historia de M�xico, M�xico, Porr�a, 1980, 2 vols. Por supuesto tambi�n las obras —ya mencionadas— de Chimalpahin, Ixtlix�chitl y fray Diego Dur�n. Otro autor, igualmente importante, es Francisco Xavier Clavijero, Historia antigua de M�xico, M�xico, Delf�n, 1944. Entre los autores contempor�neos incluimos a Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio espa�ol 1519-1810, M�xico, Siglo XXI, 1964. Algunas investigaciones modernas —basadas en documentos del archivo del Hospital de Jes�s— han aportado informaci�n desconocida hasta el momento, aunque fragmentada, adem�s de no seguir una secuencia cronol�gica exacta.

En lo que respecta a la �poca novohispana, las fuentes primarias consultadas proceden de los ramos Indios, Tierras, Hospital de Jes�s y otros del Archivo General de la Naci�n; as� como las de Joaqu�n Garc�a Icazbalceta, C�dice Franciscano, siglo XVI. Informe de la provincia del Santo Evangelio al visitador Lic. Juan de Ovando. Informe de la Provincia de Guadalajara al mismo. Cartas de Religiosos, 1553-1569, M�xico, Ch�vez Hayhoe, 1969; Luis Garc�a Pimentel, Relaci�n del Arzobispado: descripci�n del Arzobispado de M�xico fecha en 1570 y otros documentos, M�xico, Jos� Joaqu�n Terrazas e hijos, 1897; Juan L�pez de Velasco, Geograf�a y descripci�n universal de las Indias. Recopilada por el cosm�grafo-cronista... desde el a�o de 1571 al de 1574, Espa�a, Estal. tip. de Fortanted, 1894; fray Ger�nimo de Mendieta, Historia Eclesi�stica Indiana, M�xico, Edit. Salvador Ch�vez Hayhoe, 1945 (t. III); Motolin�a, Memoriales o libro de las cosas de la Nueva Espa�a y de los naturales de ella, M�xico, UNAM, 1971; fray Alonso Ponce, Relaci�n de las cosas que sucedieron al padre... en las Provincias de la Nueva Espa�a, Madrid, Imp. de la Viuda de Calero, 1873; Vasco de Puga, Cedulario de Puga, M�xico, Jos� Mar�a Sandoval, Impresor, 1878 (t. II); fray Pedro Oroz, Relaci�n de la descrpci�n de la Provincia del Santo Evangelio que es en las Indias Occidentales que llaman la Nueva Espa�a, hecha el a�o de 1585, M�xico, Imp. Mexicana de Juan Aguilar Reyes, 1947. Adem�s de los ya mencionados (Chimalpahin, Cort�s, Fern�ndez de Oviedo, Torquemada, Paso y Troncoso, Gibson), son valiosas las obras de Fran�ois Chevalier, La formaci�n de los grandes latifundios en M�xico, M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1976; Enrique Florescano, "La formaci�n de los trabajadores en la �poca colonial, 1521-1750" en La clase obrera en la historia de M�xico, de la Colonia al Imperio, M�xico, Siglo XXI, 1981 (t. I); y, del mismo autor, Origen y desarrollo de los problemas agrarios de M�xico, 1520-1821, M�xico, Era, 1984; Peter Gerhard, A Guide to the Historical Geography of New Spain, Cambridge, The University Press, 1972; Lewis Hanke, Los virreyes espa�oles en Am�rica durante el gobierno de la casa de Austria, Madrid, Atlas, 1976; Carlos Herrej�n Peredo, Historia del Estado de M�xico, Toluca, M�xico, UAEM, 1985; Rosa Mar�a Igart�a M�ndez Padilla, Las cofrad�as en Calimaya a trav�s de sus constituciones y otros documentos, �poca Colonial, M�xico, Ju�rez, 1978; Margarita Loera, Calimaya y Tepemaxalco. Tenencia y transmisi�n hereditaria de la tierra en dos comunidades ind�genas, M�xico, Libros de M�xico, 1977; Jos� Miranda, La funci�n econ�mica del encomendero en los or�genes del r�gimen colonial (Nueva Espa�a, 1525-1531), M�xico, UNAM, 1965; Nohem� Quezada Ram�rez, Los matlatzincas. �poca prehisp�nica y �poca colonial hasta 1650, M�xico, INAH, 1972; Robert Ricard, La conquista espiritual de M�xico. Ensayo sobre el apostolado y los m�todos misioneros de las �rdenes mendicantes en la Nueva Espa�a de 1523-24 a 1572, M�xico, Jus, 1947; Vicente Riva Palacio, M�xico a trav�s de los siglos, M�xico, Ed. Cumbre, 1958 (t. II); Manuel Romero de Terreros, Antiguas haciendas de M�xico, M�xico, C. de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1959; Jos� Ignacio Rubio Ma��, El Virreinato. Or�genes y jurisdicciones, y din�mica social de los virreyes, M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1983 (t. I); Silvio Zavala y Jos� Miranda, "Instituciones ind�genas en la Colonia" en M�todos y resultados de la pol�tica indigenista en M�xico, M�xico, Ed. del Instituto Nacional Indigenista, 1965.

Para los siglos XIX y XX hemos partido de historias m�s o menos generales del Estado de M�xico como son la Breve historia del Estado de M�xico, Zinacantepec, M�xico, El Colegio Mexiquense-Gobierno del Estado de M�xico, 1987, escrita por Fernando Rosenzweig, Rosaura Hern�ndez, Mar�a T. Jarqu�n y Manuel Mi�o Grijalva; abarca de la �poca prehisp�nica hasta 1941; y de Martha Baranda y L�a Garc�a Ver�stegui, Estado de M�xico, una historia compartida, M�xico, Gobierno del Estado de M�xico-Instituto de Investigaciones Dr. Jos� Mar�a Luis Mora, 1987. Comprende de fines de la Colonia a la Constituci�n estatal de 1917. A las mismas autoras se debe la antolog�a Estado de M�xico. Textos de su historia, Toluca, Gobierno del Estado de M�xico.Instituto de Investigaciones Dr. Jos� Mar�a Luis Mora, 1987, 2 vols. Carlos Herrej�n Peredo escribi� Historia del Estado de M�xico, Toluca, Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, 1985: cubre de la �poca prehisp�nica hasta 1981. Alfonso S�nchez Garc�a tiene su Historia del Estado de M�xico, publicada en 1969 por la Universidad Aut�noma del Estado de M�xico. En 1974 apareci� ampliada, con lo relativo a la gesti�n de Hank Gonz�lez. Suprimida esta ampliaci�n, reapareci� en 1981 editada por la Direcci�n de Educaci�n P�blica del Gobierno del Estado: abarca hasta 1940 y resume el resto hasta 1990 en un par de p�ginas. Interesante s�ntesis de la geograf�a, la historia y el panorama econ�mico al momento de su publicaci�n ofrece el art�culo "M�xico, Estado de" de la Enciclopedia de M�xico dirigida por Jos� Rogelio �lvarez, VIII, cols., 1097-1217, M�xico, 1977; actualizada con datos estad�sticos en la edici�n de 1988, IX, pp. 5293-5336.

Algunos aspectos espec�ficos, pero que cubren gran parte del desarrollo temporal del estado, tienen sus propios representantes. As�, la educaci�n ha sido tratada por Ren� Roberto Becerril, Carlos Campuzano, Ignacia Espinosa, Mar�a Teresa Jarqu�n y Maricela Olivera en 150 A�os de la Educaci�n en el Estado de M�xico, Toluca, Gobierno del Estado, Direcci�n de Educaci�n P�blica, 1974. Por su parte, Inocente Pe�aloza Garc�a ha escrito Rese�a hist�rica del Instituto Literario de Toluca (1828-1956). Rese�a hist�rica de la Universidad Aut�noma del Estado de M�xico (1956-1992), Toluca, Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, 1992. Pol�ticas y modificaciones territoriales de la entidad han sido tratadas por Gerald McGowan en la concisa investigaci�n El Estado del Valle de M�xico, 1824-1917 Zinacantepec, M�xico, El Colegio Mexiquense, 1991, as� como por Javier Romero Quiroz, Divisi�n territorial y her�ldica del Estado de M�xico, Toluca, Gobierno del Estado de M�xico, 1977, y El Estado de M�xico. Marcos hist�ricos y geogr�ficos, Toluca, Gobierno del Estado de M�xico, 1984. A pesar del t�tulo, vale en varios puntos para toda la entidad la obra de Gustavo G. Vel�zquez, Toluca de Ayer M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1972, 2 vols.

Es frecuente que en las partes correspondientes de obras generales de historia de M�xico haya informaci�n relativa al Estado de M�xico. Algunas de las utilizadas en este trabajo son: M�xico a trav�s de los Siglos en su reedici�n de Editorial Cumbre de 1974, particularmente los tomos IV y V; la Historia de M�xico de Jos� Bravo Ugarte, especialmente el tomo tercero, I, M�xico, Jus, 1962; y la Historia general de M�xico, M�xico, El Colegio de M�xico, 1977, particularmente los tomos III y IV.

Para el periodo de la guerra de Independencia hay numerosos datos relativos a nuestra provincia en el Cuadro hist�rico, de Carlos M. de Bustamante, y en la Historia de M�xico de Lucas Alam�n, obras muy conocidas y en m�ltiples ediciones. Adem�s conviene consultar La Independencia seg�n Ignacio Ray�n, M�xico, Secretar�a de Educaci�n P�blica, 1985, as� como el Diccionario de insurgentes de Jos� Mar�a Miquel i Verg�s, Porr�a, 1969. Para los primeros a�os del M�xico independiente, adem�s de Michael P. Costeloe, La primera Rep�blica Federal de M�xico (1824-1835), M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1975, est� la ejemplar investigaci�n de Charles W. Macune, El Estado de M�xico y la federaci�n mexicana, 1823-1835, M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1978, as� como de Charles Hale, El liberalismo mexicano en la �poca de Mora, 1821-1853, M�xico, Siglo XXI, 1977. Son aprovechables varias indicaciones de Robert A. Potash en El Banco de Av�o de M�xico, M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1959. M�ltiples pistas ofrece el Cat�logo de la Colecci�n La fragua, 1821-1853 de Lucina Moreno Valle, M�xico, UNAM, 1975. Hay interesantes tesis producidas en la Facultad de Humanidades de la Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, como El traslado de los Poderes P�blicos de T1alpan a Toluca, 1980, de Yolanda Sandoval Santana, y La formaci�n del Estado de Guerrero y su separaci�n del de M�xico, 1978, de Irma L. C�rdenas Barraza.

Para mediados de siglo pasado es fundamental el art�culo "M�xico, Estado de" de Manuel Orozco y Berra en su Diccionario universal de historia y geograf�a, M�xico, Imprenta de F. Escalante y C�, 1854, V, pp. 293-360. Se puede espigar importante informaci�n de nuestra entidad en Mois�s Gonz�lez Navarro, Anatom�a del poder pol�tico en M�xico, 1848-1853, M�xico, El Colegio de M�xico, 1977. Existen no pocos estudios monogr�ficos, empezando por Aurelio J. Venegas, El Instituto Literario del Estado de M�xico, M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1979; y como ejemplo de otros: Jos� Mar�a Gonz�lez Arratia de Gustavo G. Vel�zquez, M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1976; as� como de M�lada Bazant la sobresaliente tesis La desamortizaci�n de los bienes de la Iglesia en Toluca durante la Reforma (1856-1875), M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1979; episodios del sur han sido recogidos por Mario Blanquel Mor�n en Tejupilco. Un escenario del conflicto entre liberales y conservadores (1854-1857), Toluca, Gobierno del Estado, 1993 y, en fin, la reveladora biograf�a Prisciliano Mar�a D�az Gonz�lez; precursor del obrerismo en M�xico de Alfonso S�nchez Garc�a, M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1981. Episodios del Segundo Imperio se aprecian en Miguel Salinas, Datos para la historia de Toluca, M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1965. La Guerra de Intervenci�n en Michoac�n de Eduardo Ruiz, Morelia, Balsal, 1969, ofrece tambi�n valiosa informaci�n sobre el Estado de M�xico que no se halla en otras fuentes.

La Rep�blica restaurada y el porfiriato disponen de varias monograf�as propias de nuestro estado: tres se deben a Margarita Garc�a Luna y a la editorial de la Universidad Aut�noma del Estado de M�xico en Toluca: Haciendas porfiristas en el Estado de M�xico, 1981; La construcci�n del frrocarril de M�xico a Toluca, 1980; y El movimiento obrero en el Estado de M�xico. Primeras f�bricas, obreros y huelgas, 1984. Por su parte, Elizabeth Buchanan tiene el trabajo monogr�fico El Instituto de Toluca bajo el signo del positivismo, Toluca, Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, 1981. Hay textos cl�sicos, como son varios cap�tulos de M�xico pintoresco, art�stico y monumental de Manuel Rivera Cambas, M�xico, Imprenta de la Reforma, 1883. El contexto nacional y referencias particulares muy �tiles en Daniel Cos�o Villegas, Historia moderna de M�xico. El porfiriato. La vida pol�tica interior. Parte segunda, M�xico, Hermes, 1972. Dos tipos de publicaciones del tiempo son de primera mano: las Memorias de gobierno, especialmente las de Mariano Riva Palacio, Juan N. Mirafuentes, Jos� Zubieta y Jos� Vicente Villada; por otra parte, est� la Concentraci�n de los datos estad�sticos del Estado de M�xico, publicaci�n anual con alguna excepci�n, de 1898 a 1912. Finalmente son de utilidad las Coronas f�nebres, como la relativa al propio Villada, editada por Francisco J. Gaxiola, Toluca, 1905, y la de Mirafuentes, editada por E. Capdeville, Toluca, 1880. No hay que olvidar que Andr�s Molina Enr�quez, para escribir Los grandes problemas nacionales, M�xico, Imprenta de A. Carranza e Hijos, 1909, part�a de lo que mejor conoc�a: el Estado de M�xico.

La Revoluci�n cuenta con cuatro obras relativas a nuestra provincia: a) el Diccionario hist�rico y biogr�fico de la Revoluci�n Mexicana, M�xico, Instituto Nacional de Estudios Hist�ricos de la Revoluci�n Mexicana, 1991, III, tomo �ste en que se halla la secci�n relativa al Estado de M�xico, coordinada por El Colegio Mexiquense; b) de Ricardo �vila Palafox, �Revoluci�n en el Estado de M�xico?, M�xico, Instituto Nacional de Antropolog�a e Historia-Gobierno del Estado de M�xico, 1988, excelente investigaci�n que adem�s ofrece una visi�n previa del porfiriato; c) de Rodolfo Alan�s Boyzo, El Estado de M�xico durante la Revoluci�n Mexicana (1910-1914), Toluca, Secretar�a de Administraci�n del Gobierno del Estado de M�xico, 1985, buen estudio originalmente presentado como tesis de licenciatura; d) de Jos� �ngel Aguilar, La Revoluci�n en el Estado de M�xico, M�xico, Instituto Nacional de Estudios Hist�ricos de la Revoluci�n Mexicana, 1976, 2 vols. Del citado Alan�s es tambi�n el libro Gustavo Baz Prada, vida y obra, Toluca, Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, 1994, que contiene la gesti�n zapatista del biografiado. No pocos datos del Estado de M�xico hallamos en Gildardo Maga�a, Emiliano Zapata y el agrarismo en M�xico, M�xico, 4 vols., 1934-1937, as� como en John Womack, Zapata y la Revoluci�n Mexicana, M�xico, Siglo XXI, 1978. El contexto nacional de esta �poca y frecuente informaci�n sobre nuestra entidad se halla en los tomos correspondientes de la serie Historia de la Revoluci�n Mexicana, escrita por diversos autores, coordinada por Luis Gonz�lez y Gonz�lez y editada por El Colegio de M�xico.

La �poca menos estudiada de nuestro estado es la que va de 1921 a 1941 y que corresponde a lo que he denominado "el imperio del gomismo", porque la mayor parte de los gobernantes de entonces eran de una familia G�mez o estaban estrechamente ligados a ella. La principal fuente utilizada han sido los Informes de Gobierno, normalmente publicados en la Gaceta del Gobierno. En aquel tiempo los informes gubernamentales se rend�an dos veces al a�o: en marzo y en septiembre, salvo alguna excepci�n, y su publicaci�n era por partes, en varios n�meros de la Gaceta aludida. A pesar de tratarse del punto de vista oficial, hay materia para una lectura cr�tica, por la comparaci�n de unos informes con otros. Sobre todo los primeros de una nueva gesti�n contienen expresa o impl�citamente la cr�tica a la gesti�n anterior. Una de las pocas obras que abordan este periodo con alg�n pormenor es Pol�tica educativa en el Estado de M�xico 1910-1950, Toluca, Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, 1991, de Eugenio Mart�nez Guti�rrez. El contenido rebasa lo meramente educativo. Los a�os relativos al conflicto religioso y a la Guerra Cristera cuentan con abundante informaci�n para nuestra provincia en la conocida obra de Jean Meyer, La cristiada, M�xico, Siglo XXI, 1979. De nueva cuenta, el contexto nacional y no pocos datos que nos ata�en se hallan en los tomos correspondientes de la Historia de la Revoluci�n Mexicana, referida en el p�rrafo anterior.

De 1942 a 1969 el vertiginoso desarrollo del Estado de M�xico se cubre tambi�n con cada Informe de Gobierno anual, en especial el sexto. Pero aqu� se dispone adem�s de otros trabajos publicados. Detalles significativos del gobierno de Isidro Fabela aparecen en Manuel L�pez P�rez, Mi paso por el Estado de M�xico, Toluca, Cuadernos del Estado de M�xico, 1974, as� como en Rodolfo Garc�a G., P�ginas dispersas, M�xico, Biblioteca Enciclop�dica del Estado de M�xico, 1982. Notable y pionera investigaci�n es la de los hermanos Alfonso y Gilberto Fabila, M�xico: ensayo socioecon�mico del Estado, M�xico, Talleres Gr�ficos de la Naci�n, 1951, 2 vols., complementada con Un gobernador. Cr�tica de su actuaci�n, M�xico, Talleres Gr�ficos de la Naci�n, 1952, escrita �nicamente por Gilberto Fabila y referida a la gesti�n de Alfredo del Mazo V�lez. Al iniciar su periodo gubernamental, Salvador S�nchez Col�n public� El Estado de M�xico, su historia, su ambiente, sus recursos, M�xico, Agr�cola Mexicana, 1951. De su administraci�n procede la Sinopsis de la obra de gobierno, 1951-1957, Toluca, 1957; en tanto que el sexenio de Gustavo Baz se inaugura con el Proyecto de Programa de Gobierno, M�xico, Talleres Gr�ficos de la Naci�n, 1958, y dispone de la ya mencionada obra de Rodolfo Alan�s, Gustavo Baz Prada, vida y obra. La situaci�n de la entidad al final de todo este periodo, que coincide con el r�gimen de Juan Fern�ndez Albarr�n, cuenta con numerosas p�ginas en la plausible investigaci�n de Claude Bataillon, La ciudad y el campo en el M�xico central, M�xico, Siglo XXI, 1978. Afortunadamente la serie se�alada sobre Historia de la Revoluci�n Mexicana se extiende hasta una parte de este periodo. Para el contexto nacional son aprovechables varios art�culos de la ya citada Enciclopedia de M�xico, tales como los referentes a "Alem�n Vald�s, Miguel"; "Ruiz Cortines, Adolfo"; "L�pez Mateos, Lic. Adolfo", y el firmado por Jos� L�pez Rosado, "D�az Ordaz, Gustavo".

La historia de los �ltimos 25 a�os se puede nutrir con infinidad de fuentes oficiales: el consabido Informe de Gobierno anual, que suele venir acompa�ado de monumentales ap�ndices; algunas dependencias elaboran por separado numerosos informes. Entre las obras de conjunto destaca la dirigida por Jorge Tamayo, Estado de M�xico: panor�mica socioecon�mica en 1975, 3 vols., Toluca, Gobierno del Estado de M�xico, 1976. Tambi�n el sector privado ha producido estudios de inter�s, como el Sistema Bancos de Comercio, con La econom�a del Estado de M�xico, M�xico, Banco de Comercio, 1976. Escritores e investigadores de diversas disciplinas han dado su visi�n del estado. Algunos lo han vinculado acertadamente, como un solo problema, con la ciudad de M�xico, as� por ejemplo la pluma de Fernando Ben�tez en Viaje al centro de M�xico, M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1977. Hay quienes han abordado el problema de la salud como Estela Ortiz Romo y Carlos L�pez Ruiz en Diagn�stico econ�mico-social y de salud del Estado de M�xico, Toluca, Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, 1977. Otros han emprendido an�lisis prevalentemente pol�ticos sobre un periodo, como Edgar Samuel Morales Sales, que lo ha hecho para los tiempos de Alfredo del Mazo Gonz�lez, en Estado de M�xico: sociedad, econom�a, pol�tica y cultura, M�xico, Universidad Nacional Aut�noma de M�xico, 1989. Un an�lisis contrastante de las diversas regiones del estado en Francisco Rodr�guez Hern�ndez, Estado de M�xico: bienestar y territorio, 1960-1980 Zinacantepec, M�xico, El Colegio Mexiquense, 1991. Aspectos econ�micos del periodo de Pichardo Pagaza han sido rescatados por Jes�s Salgado Vega en Estado de M�xico: evoluci�n socioecon�mica 1989-1993, Toluca, Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, 1993. La tragedia de la explosi�n de San Juan Ixhuatepec en 1984 y los sucesos sangrientos de Tejupilco en 1990 hay que rastrearlos en peri�dicos y revistas como Proceso. Los prolongados conflictos en Ocoyoacac cuentan con la tesis de Pilar Iracheta, Ocoyoacac: los l�mites de un movimiento social (1982-1988), tesis, M�xico, Instituto Jos� Mar�a Luis Mora, 1989. Finalmente la vida y obra de un insigne promotor de la cultura ha sido tratada por Jos� Luis Alan�s Boyzo en Mario Col�n. Ensayo biobibliogr�fico, M�xico, H. Ayuntamiento de Atlacomulco, 1984.

Hay infinidad de datos sobre el Estado de M�xico esparcidos por innumerables obras, cuyo asunto principal es otro. Varias de ellas se han utilizado en esta historia, pero por cuestiones de espacio no han podido ser incluidas aqu�.


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