Introducción


LOS RETOS QUE AFRONTA UNA HISTORIA del Estado de M�xico no son insignificantes ni comunes a los que se presentan en otras historias estatales. Ya la situaci�n presente de la entidad, resultado de tal historia, nos habla de la complejidad del asunto, pues a pesar de su peque�a extensi�n —de 23 244 kil�metros cuadrados— posee una notable variedad de regiones geogr�ficas: desde cumbres heladas hasta ca�adas de tierra caliente. A esta variedad de regiones geogr�ficas se a�ade la diversidad de regiones socioecon�micas: desde la zona metropolitana con todas sus contradicciones hasta las despobladas y pobres zonas del sur.

Esta complejidad no ser�a extremo problema para el historiador, si ah� se detuviera. La mayor dificultad estriba en que tales regiones no corresponden, las m�s de las veces, a los l�mites pol�ticos de la entidad. Un aspecto es la unidad pol�tica y jur�dica que se configura por la l�nea divisoria que nos deslinda de siete estados y del Distrito Federal y otro es el lindero geogr�fico y socioecon�mico, que por encima de esa l�nea divisoria establece unidades sociales, y �stas precisamente constituyen el objeto adecuado de la historia. Sin hablar de la unidad que forma buena parte del sur con zonas de Guerrero y Michoac�n, es de evidencia abrumadora la unidad de nuestra zona metropolitana con el Distrito Federal. La historia de un estado, de una provincia pol�tica, siempre tiene el riesgo, y muy frecuentemente cae en �l, de ser una abstracci�n, y sobre todo cuando pretendiendo hacer una historia social se circunscribe a los l�mites pol�ticos. Adem�s, las unidades socioecon�micas y socioculturales han ido cambiando al ritmo de los tiempos...

Si a esto a�adimos que la historia pol�tica del Estado de M�xico es en cierta medida la historia de varias desmembraciones que ha sufrido y que, a pesar de ellas, es actualmente la entidad m�s poblada de toda la federaci�n, incluso frente al Distrito Federal, con una poblaci�n procedente, en mucho, de otros estados, caemos en la cuenta de la peculiar dificultad de abordar, en espacio reducido, el devenir del Estado de M�xico. Sobre todo estamos persuadidos de que la historia de esta regi�n del pa�s tendr� que hacerse unitariamente, definiendo primero tales unidades, entre ellas la principal, sin duda, la del Distrito Federal y zona metropolitana, as� como su hinterland, constituido por gran parte de nuestra provincia.

Conscientes de las limitaciones que frente a estas consideraciones tiene la presente obra, estimamos tambi�n que ofrece posibilidades. Una s�ntesis asequible, actual y fundamentada, as� fuera circunscrita a los aspectos m�s bien pol�ticos, se echaba de menos en nuestra entidad. Hasta fechas relativamente recientes comenzaron a publicarse las primeras historias "generales" del estado, tal como se puede apreciar en la bibliograf�a comentada que aparece al final. Entre ellas figuran las dos que constituyen el antecedente inmediato de la presente: la Breve Historia del Estado de M�xico, coordinada por Fernando Rosenzweig (�l mismo escribi� la secci�n dedicada al periodo de la Independencia a 1940), as� como por Rosaura Hern�ndez (etapa prehisp�nica y conquista), Mar�a Teresa Jarqu�n y Manuel Mi�o Grijalva (etapa colonial); y la Historia del Estado de M�xico de Carlos Herrej�n. Correcciones, ampliaciones, supresiones, cambios de orden y actualizaci�n han conducido a este nuevo resultado que fue posible gracias al apoyo de El Colegio Mexiquense y a la generosa colaboraci�n de Rosaura Hern�ndez.

MA. TERESA JARQU�N O.

El Colegio Mexiquense, A. C.

CARLOS HERREJ�N PEREDO

El Colegio de Michoac�n, A. C.







Octubre 1� de 1994

Santa Cruz de los Patos


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