Por el valor de su producci�n y por la ocupaci�n que genera es la actividad m�s importante de Nayarit. Entre 1960 y 1980 conoci� una expansi�n sorprendente. La producci�n de granos y cereales, por ejemplo, subi� a 380 000 toneladas, la de hortalizas de 17 000 a 50 000 toneladas, la de forrajes de 22 000 a 74 000 toneladas. Nayarit es, despu�s de Sinaloa, el segundo exportador de mango. Produce el 80% del tabaco nacional desde 1970. Sin embargo, entre 1985 y 1995 el agro ha sufrido una grave crisis. En s� mismo, la baja de producci�n de frijol y ma�z no es grave mientras est� compensada por el crecimiento de cultivos modernos y redituables como el mango, la sand�a o el tabaco.
Existen en verdad pocos casos como �ste en la Rep�blica, as� que el agricultor nayarita puede mostrarse orgulloso de estos resultados. Sin embargo, no faltan las quejas:
Si tan s�lo se pusiera m�s atenci�n al campo, esto ser�a un vergel y se podr�an evitar muchos dolores de cabeza. Sin embargo, muchas personas todav�a creen que por disfrutar de lluvias y tierras nobles, tenemos resuelta nuestra forma de vida, confiando solamente en la fertilidad natural del suelo. Y nada m�s err�neo. Si bien es cierto que nuestras tierras cuentan con los elementos naturales necesarios para que podamos desarrollar una actividad agr�cola pujante, tambi�n lo es que para poder avanzar a un ritmo a�n m�s r�pido del logrado en los �ltimos a�os, resulta indispensable que se nos apoye en forma determinante con cr�dito y con las obras necesarias para pasar de una agricultura totalmente temporalera y de humedad, a una de riego. De otra manera esto seguir� desperdici�ndose. Obtenemos s�lo m�s migajas, cuando podr�amos disfrutar de un banquete.
Aparentemente [nos comentaba otro agricultor] no se han dado cuenta de que aqu�, toda inversi�n que se realice en obras de irrigaci�n, presas, en nivelaci�n de tierras, no s�lo se paga sola, sino que incluso permite la obtenci�n de beneficios substanciales.
Otro m�s apunt� tajante: "Da la impresi�n de que la abundancia de recursos de que disponemos sea la causa de que nos tengan en el abandono pero no se dan cuenta de un gran problema que enfrentamos: el control de agua. Y de que si nos lo solucionan, adem�s de poder desarrollar una agricultura de riego, podr�amos levantar hasta tres cosechas en el a�o, en vez de las dos que venimos levantando hasta ahora".
Las exigencias de los agricultores nayaritas no s�lo son en el sentido de una mayor infraestructura f�sica, sino tambi�n de un apoyo institucional mayor. Alguien apunt�: "Salvo unas cuantas excepciones nuestro entrevistado se refer�a a los cultivos del tabaco, principalmente, y de la ca�a de az�car; en segundo t�rmino, a los agricultores nos falta capacitaci�n, asistencia t�cnica y organizaci�n. Son pr�cticamente nulos los esfuerzos que se han hecho en este sentido. Debido a ello se produce, pero se deja de ganar" (Banamex, Nayarit, 1980).
Y es que, no obstante los importantes logros de la agricultura nayarita en a�os recientes, durante nuestro recorrido por la entidad pudimos apreciar que todav�a en la actualidad se puede hablar de la existencia de dos niveles de agricultura en Nayarit. Uno, altamente tecnificado y que dispone adem�s de una gama bastante amplia de facilidades y apoyos; y otro, en el cual, a pesar de que constantemente se han venido abriendo nuevas tierras al cultivo, ampliando los vol�menes de cr�dito e introduciendo algunas pr�cticas modernas (empleo de semillas mejoradas y uso de fertilizantes y de maquinaria y equipo), falta a�n mucho por hacer.
En el primer caso se encuentra el tabaco; en el segundo, en mayor o menor grado, el resto de los cultivos que se desarrollan en la entidad. Pero entre 1985 y 1995 la crisis ha golpeado tanto al sector arcaico como al sector moderno.