Dentro del nombre gen�rico de chichimecas, con el cual son conocidos los que habitaron el norte de la l�nea con que los etn�logos han separado Aridam�rica y Mesoam�rica, hab�a grandes subgrupos. Tomando como centro geogr�fico a Monterrey, viv�an, hacia el norte, hasta las m�rgenes del r�o Bravo, los alazapas. Abajo, hacia el sur, los huachichiles; al poniente, los coahuiltecos, y al oriente, hasta la costa, los borrados. Estos grupos se subdivid�an, a su vez, en innumerables parcialidades llamadas tambi�n por los colonizadores naciones o rancher�as. El gobernador Mart�n de Zavala hizo, antes de 1660, una lista de las existentes en Nuevo Le�n —incluida en la cr�nica de Juan Bautista Chapa—, que comprende doscientas cincuenta y una.
Algunas de las m�s notables de �stas fueron, al norte: los catujanos o catujanes, que dieron nombre a la mesa situada al poniente de Lampazos. Viv�an tambi�n al norte de los cuanaales; denominaci�n que fue dada por muchos a�os al r�o de Salinas. Al noreste habitaban los gualeguas, recogidos en pueblo a fines del siglo XVII; los amapoalas, en el municipio de Cerralvo; los ayancuaras, en los Ramones, en Doctor Gonz�lez. Y en el sur, en la regi�n del r�o Blanco (municipios de Zaragoza y Aramberri), los negritos o bozalos . A estos �ltimos algunos los llamaban bocalos. As� aparece el nombre en los documentos antiguos, pero como la c tiene cedilla (�), debe leerse bozalos.
De los nombres ind�genas que han perdurado en la toponimia, Hualahuises y Agualeguas dieron nombre a dos municipios. Conviene citar, entre otros, a Nacataz e Icamole, en Garc�a; a Huinal�, en Apodaca; Camaj�n, en Higueras; Mamuliqui, en Sabinas Hidalgo; Ipoa y Pucacili, en Aramberri.
