En la provincia de Sinaloa la agricultura era la actividad primordial de las misiones y en menor proporci�n de los colonos. Las misiones pose�an las mejores tierras de cultivo con f�cil acceso a la irrigaci�n, porque cuando se fundaron no hab�a qui�n se las disputara; adem�s, dispon�an de mano de obra suficiente y muy barata, por lo que su producci�n superaba a la de los agricultores particulares y dominaba el mercado. En las misiones se cultivaban principalmente ma�z y trigo, que serv�an para el consumo de las propias comunidades y para el abasto de los reales mineros; asimismo, cosechaban frijol, cebada, chile, calabaza, ca�a de az�car, hortalizas y frutas. Los agricultores particulares cultivaban los mismos productos y les resultaba dif�cil competir con las misiones.
En el siglo XVII
se hab�an introducido algunas mejoras tecnol�gicas en el cultivo de la tierra, como la construcci�n de acequias, el arado con reja de hierro o de madera y tirado por bueyes o mulas, y el uso de instrumentos de hierro como el azad�n y la pala. No hubo en el siglo XVIII
nuevos avances tecnol�gicos, y es de observar que en algunas comunidades se continuaba labrando la tierra con la t�cnica prehisp�nica, pues algunos misioneros dec�an que el uso del arado desgastaba demasiado el suelo y prefer�an que se empleara la coa tradicional.
En la provincia de Culiac�n la agricultura era tambi�n la actividad preferida por las comunidades ind�genas, pero aqu� hubo mayor participaci�n de labradores no ind�genas que eran propietarios de campos y los explotaban con peones mestizos y mulatos. En las provincias de Copala, Maloya y El Rosario la siembra de alimentos se practicaba en menor escala, pero se cultivaba el tabaco, producto que ten�a mucha demanda en toda la regi�n.
La actividad ganadera tambi�n fue muy productiva en todas las provincias, y era practicada tanto en las misiones como en los ranchos de los colonos. La cr�a de ganado bovino era la que recib�a mayor atenci�n, porque de las reses obten�an tasajo, queso, sebo y cueros, estos dos �ltimos de gran demanda en los reales mineros. Las reses en pie, los cueros y el sebo tambi�n se enviaban a reales mineros de Durango y a Chihuahua, jurisdicci�n de la Nueva Vizcaya. Del ganado vacuno se obten�an adem�s muchos art�culos para la vida diaria de los pobladores, pues aparte de los alimentos, produc�an velas de sebo, zapatos, monturas y muchos otros objetos de cuero. El ganado equino era indispensable en el noroeste, pues las mulas proporcionaban la fuerza motriz en minas y haciendas para el beneficio de los metales, y eran el medio para transportar las mercanc�as dentro y fuera de la gobernaci�n. El caballo se aprovechaba en los trabajos del campo y el transporte de personas, por lo que se le criaba en todas las provincias y se exportaba a las regiones vecinas.