De los caudillos populares a los licenciados universitarios


Entre los gobernadores revolucionarios anteriores a 1941 y la nueva generaci�n de mandatarios hubo diferencias notables en cuanto a su origen social y su nivel de educaci�n. Rojas, Apango, Mendoza, V�zquez, Bonilla y Candia proven�an de un �mbito popular y rural, y casi todos pose�an s�lo instrucci�n primaria. En cambio, entre 1941 y 1981, la mayor�a de los gobernadores contaba con estudios secundarios o m�s altos; incluso cinco de ellos cursaron carreras universitarias. Muchos eran de extracci�n urbana, y por lo menos tres proven�an de antiguas familias de hacendados.

Algunos hijos o nietos de los mandatarios de origen popular del periodo anterior hicieron carreras prominentes y llegaron a ser gobernadores, diputados o senadores. Por ejemplo, en 1970 lleg� a la gubernatura del estado Ignacio Bonilla, hijo de Adolfo Bonilla; H�ctor V�zquez Paredes, hijo de Adri�n V�zquez, inici� su carrera pol�tica en la entidad como secretario particular del gobernador Anselmo Cervantes, despu�s fue diputado federal y senador por Tlaxcala, y luego secretario de Gobierno en la reciente administraci�n de Tulio Hern�ndez.

Con excepci�n de la crisis santillanista de 1944 —que se ver� m�s adelante—, las gubernaturas de Tlaxcala posteriores se destacan por su estabilidad y por tener grupos con marcados intereses locales �ntimamente ligados al partido nacional oficial. La sucesi�n y el reparto del poder estatal quedaron definidos por la estrecha relaci�n que dichos grupos pol�ticos manten�an entre ellos, as� como por sus v�nculos con el gobierno federal. El partido oficial tendr�a en Tlaxcala una presencia continua y fuerte. Dicha influencia se debi�, en parte, al respaldo pol�tico que le brindaron los sectores ejidal y obrero, aun cuando �stos hab�an perdido fuerza debido al estancamiento de la industria tradicional tlaxcalteca, la textil, y como producto de la emigraci�n de los campesinos carentes de tierras.

La red tlaxcalteca ligada al partido oficial contaba con colaboradores entre los que se hallaban a veces los caciques. Un buen ejemplo es Rub�n Carrizosa, dirigente agrarista del distrito de Huamantla que hab�a consolidado su poder con la campa�a ejidal en el sexenio del presidente C�rdenas. Al apoyar a Candia en su lucha contra la CNC y ayudar a Santill�n en su campa�a electoral, fue recompensado con el puesto de delegado del Departamento de Asuntos Ind�genas cuando Candia era su director; despu�s ocup� durante muchos a�os diferentes cargos en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en la CNC, y como secretario general de esta �ltima tuvo un papel importante en las campa�as electorales de otros dos gobernadores tlaxcaltecas.

En la acalorada contienda presidencial de 1940, los integrantes del extinto Partido Socialista de Tlaxcala, apoyado por terratenientes e industriales resentidos con el presidente C�rdenas, sostuvieron al candidato Juan Andrew Almaz�n, en tanto que los partidarios de Candia apoyaron al candidato del PRM, Manuel �vila Camacho. Una vez presidente, �ste nombr� al gobernador Isidro Candia jefe del Departamento de Asuntos Ind�genas, por lo cual qued� como gobernador interino su secretario de Gobierno, el licenciado Joaqu�n Cisneros, mientras que otro licenciado, Rafael �vila Bret�n, fue elegido senador por Tlaxcala. Tiempo despu�s ambos ser�an mandatarios de la entidad.

La candidatura del ingeniero Manuel Santill�n por el PRM a la gubernatura de Tlaxcala, preparada por su hermano Adalberto, quien era diputado local, misma que contaba con el apoyo de Candia y su amigo de Puebla, Maximino �vila Camacho, fue muy cuestionada, fundamentalmente por organizaciones campesinas y obreras radicales; las elecciones fueron tachadas de irregulares. Santill�n y su gobierno se distanciaron mucho de la poblaci�n tlaxcalteca. Sol�a despachar desde su residencia en la ciudad de M�xico o en la de Puebla; nombr� como funcionarios a gente de otros estados y apoy� la elecci�n de su hermano Adalberto para el Senado de la Rep�blica. Sin embargo, debe reconocerse que Santill�n hizo importantes esfuerzos para mejorar el catastro de la propiedad, que entonces era un verdadero caos; procur� elevar la calidad de la educaci�n secundaria y preparatoria en el estado, y realiz� un n�mero impresionante de obras p�blicas, sobre todo encaminadas a modernizar el espectro urbano de la capital. No obstante, sus medidas dr�sticas para exigir el pago de las contribuciones ejidales (embargos y remates), sus imposiciones en la mayor�a de los ayuntamientos, las acusaciones de fraude contra su administraci�n, as� como sus intentos para imponer un candidato a gobernador, en desacuerdo con el PRM, provoc� su ca�da antes de terminar su periodo.

Como gobernador interino qued� el licenciado Mauro Angulo (1944-1945), hombre bien conocido como diputado local y federal y como senador por Tlaxcala, adem�s de que gozaba de la confianza del presidente �vila Camacho. Angulo nombr� como su secretario de Gobierno al licenciado Joaqu�n Cisneros, quien ya hab�a ocupado ese puesto durante la gubernatura de Candia, al que sustituy� con el car�cter de interino. Al terminar la administraci�n de Mauro Angulo, el senador Rafael �vila Bret�n fue electo para ocupar el poder ejecutivo del estado (1945-1951), cuya duraci�n fue desde entonces modificada de cuatro a seis a�os.

La siguiente administraci�n fue presidida por Felipe Masarraza (1951-1957), un descendiente de hacendados que hab�a sido presidente municipal de Huamantla y diputado local durante el gobierno de Bonilla. Originalmente fue el candidato preferido de �ste para sucederlo, pero el plan no prosper�, en virtud de que Bonilla apoy� a Calles en 1935, oportunidad que aprovech� el grupo rival, el santillanista, para lanzarse con la candidatura de Candia y, despu�s, con la del propio Santill�n. Sin embargo, como consecuencia de la ca�da de Santill�n, y despu�s del asesinato (1948) de Mauro Angulo, quien hab�a desempe�ado un papel importante en la pol�tica tlaxcalteca desde 1923, el poder local volvi� al grupo ex bonillista, encabezado por �vila Bret�n y su amigo Felipe Masarraza, que cont� luego con el apoyo del presidente �vila Camacho. Masarraza fue sucedido en el cargo (1957-1963) por su secretario de Gobierno, el ya mencionado Joaqu�n Cisneros, amigo de Gustavo D�az Ordaz, entonces secretario de Gobernaci�n, y de quien ser�a secretario particular cuando, en 1964, fue electo presidente de la Rep�blica.

Con Anselmo Cervantes (1963-1969), un egresado universitario de amplia trayectoria pol�tica como diputado local y federal, y como secretario de Gobierno, Tlaxcala entr� en un periodo prolongado de inquietudes campesinas, de las que se hablar� m�s adelante. A Cervantes le sigui� en 1969 Ignacio Bonilla, quien hizo su carrera militar y de funcionario federal dentro de la Secretar�a de la Defensa Nacional, adem�s de que fungi� como senador por Tlaxcala. Al a�o siguiente de haber ocupado la gubernatura, Bonilla falleci�, por lo que Crisanto Cu�llar Abaroa fue nombrado gobernador interino. Cu�llar Abaroa hab�a sido secretario particular de Candia, diputado local y federal con Cisneros, y secretario de Gobierno con Cervantes. Tras el breve interinato de Cu�llar Abaroa, fue designado como gobernador sustituto Luciano Huerta S�nchez, un m�dico egresado de la Universidad Nacional Aut�noma de M�xico (UNAM) y senador por Tlaxcala.

Con Huerta S�nchez la crisis econ�mica de Tlaxcala se volvi� alarmante y los movimientos agrarios llegaron a su cl�max. En medio de aquella delicada situaci�n econ�mica y social, Emilio S�nchez Piedras alcanz� la gubernatura (1975-1981). �l era un reconocido abogado cuya carrera pol�tica se hab�a interrumpido unos a�os antes, pues cuando presid�a la Comisi�n Permanente de la C�mara de Diputados se expres� de manera abierta en favor de la revoluci�n cubana. El apoyo que le brind� el presidente Luis Echeverr�a le permiti� reivindicarse y encabezar el gobierno de Tlaxcala. S�nchez Piedras iba a ser el verdadero arquitecto de la postergada modernizaci�n del estado.


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