Los trabajos m�s sobresalientes que han ofrecido una visi�n de conjunto del desarrollo de Zacatecas son el Bosquejo hist�rico de Zacatecas (1892), de El�as Amador (Aguascalientes, Talleres Tipogr�ficos Pedroza, reimpresi�n, 1943); el "Compendio hist�rico de Zacatecas", de Miguel Oth�n de Mendiz�bal (publicado como parte de sus Obras completas, tomo V, M�xico, 1946); el Compendio hist�rico de Zacatecas, de Emilio Rodr�guez Flores (M�xico, Editorial del Magisterio "Benito Ju�rez", Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educaci�n, 2a ed., 1977); y Zacatecas. Suelo met�lico bajo las nopaleras, de Cuauht�moc Esparza S�nchez (M�xico, Secretar�a de Educaci�n P�blica, monograf�a estatal, 1982). La publicaci�n m�s reciente es La fragua de una leyenda. Historia m�nima de Zacatecas (M�xico, Noriega Editores, 1995), que ofrece una s�ntesis del desarrollo hist�rico del estado desde la �poca prehisp�nica hasta la contempor�nea y constituye el primero de 17 vol�menes (cinco vol�menes de interpretaci�n tem�tica y 11 de lecturas b�sicas) preparados por un equipo de especialistas y estudiosos nacionales y extranjeros.
Un estudio pionero realizado a principios del siglo XX
ya con bases cient�ficas sobre el sitio prehisp�nico de Altavista corresponde al gran impulsor de la arqueolog�a mexicana Manuel Gamio: "Los monumentos arqueol�gicos de las inmediaciones de Chalchihuites, Zacatecas" (Anales del Museo Nacional de Arqueolog�a, Historia y Etnograf�a, 3a. �poca, n�m. 3, 1910).
Entre las d�cadas de 1940 y 1960 se publicaron varios trabajos de Wigberto Jim�nez Moreno y Paul Kirchhoff que han permanecido como fuentes obligadas de consulta. Para conocer los grupos �tnicos que habitaban la regi�n zacatecana al momento del contacto con los espa�oles deben revisarse "Tribus e idiomas del norte de M�xico", de Jim�nez Moreno (El norte de M�xico y el sur de Estados Unidos. Tercera Reuni�n de Mesas Redondas sobre problemas antropol�gicos de M�xico y Centro Am�rica, M�xico, Sociedad Mexicana de Antropolog�a, 1944) y dos art�culos de Paul Kirchhoff publicados en la misma obra: "Los recolectores-cazadores del norte de M�xico" y "Relaciones entre los recolectores-cazadores del norte de M�xico y las �reas circunvecinas". La famosa tesis de Kirchhoff acerca de los l�mites de Mesoam�rica fue expuesta en su art�culo cl�sico: "Mesoam�rica. Sus l�mites geogr�ficos, composici�n �tnica y caracteres culturales" (Tlatoani [suplemento], Escuela Nacional de Antropolog�a e Historia, M�xico, 1960).
La �poca prehisp�nica de Zacatecas, seg�n se aprecia en el primer cap�tulo
de este libro, ha recibido en las �ltimas d�cadas atenci�n b�sicamente de los
arque�logos, no as� de los historiadores, quienes se han agrupado en torno a
las corrientes de Marie-Areti Hers y de J. Charles Kelley. En "Los toltecas
en tierras chichimecas" (Cuadernos de Historia del Arte, n�m. 35, UNAM
,
1989), Hers sintetiza sus estudios previos sobre la regi�n y plantea sus principales
tesis acerca del desarrollo prehisp�nico del territorio zacatecano. Entre sus
trabajos publicados antes de este �ltimo destacan "Misi�n Arqueol�gica Belga
en la sierra del Nayar, primera etapa de los trabajos" (Anuario de Historia,
I, Departamento de Investigaciones Hist�ricas, Universidad Aut�noma de Zacatecas,
1978), y "La pintura pseudocloisonn�, una manifestaci�n temprana de la cultura
Chalchihuites" (Anales del Instituto de Investigaciones Est�ticas, 53,
UNAM
, 1983).
Desde la d�cada de 1950 Kelley comenz� sus investigaciones en el sitio de Altavista,
Chalchihuites, �rea donde realiz� un trabajo de estratificaci�n y cer�mico no
superado a la fecha. Sus publicaciones m�s relevantes sobre la regi�n son, en
orden de aparici�n, las siguientes: "Mesoam�rica and the Southwestern United
States" (en R. Wauchope [comp.] Handbook of Middle American Indians,
t. 4, University of Texas Press, Austin, 1966); "Speculation on the Cultural
History of Northwestern Mesoamerica " (en Betty Bell [comp.], The Archaeology
of West Mexico, Sociedad de Estudios Avanzados del Occidente de M�xico,
A. C., Ajijic, Jalisco, 1974); "Alta Vista: Outpost of Mesoamerican Empire on
the Tropic of Cancer" (en Las fronteras de Mesoam�rica, t. 1, XIV Mesa
Redonda, Tegucigalpa, 1975, Sociedad Mexicana de Antropolog�a M�xico, 1976);
El centro ceremonial de la cultura Chalchihuites (UNAM
,
M�xico, 1983); "The Retarded Formative of the Northwest Frontier of Mesoamerica"
(en Martha Carmona Mac�as [coord.], El precl�sico o formativo. Avances y
perspectivas, Seminario de Arqueolog�a "Dr. Rom�n Pi�a Chan", Museo Nacional
de Antropolog�a, INAH
, M�xico, 1989); "The Early Post-Classic in
Northern Zacatecas and Durango. IX to XII Centuries" (en Federica Sodi Miranda
[coord.], Mesoam�rica y norte de M�xico. Siglo IX-XII
, Seminario
de Arqueolog�a "Wigberto Jim�nez Moreno", Museo Nacional de Antropolog�a, INAH
,
M�xico 1990). Junto con Ellen Abbott Kelley, Kelley public� tambi�n: "The Cultural
Sequence on the North Central Frontier of Mesoamerica" (en XXXVI Congreso
Internacional de Americanistas. Actas y memorias, vol. 1, Sevilla, 1966)
y "An Introduction to the Ceramics of the Chalchihuites Culture of Zacatecas
and Durango, Mexico, Part I: The Decorated Wares" (en Mesoamerican Studies,
5, University Museum, Carbondale, Illinois, Southern Illinois University). Por
su parte Abbott Kelley public� "The Temple of the Skulls at Alta Vista, Chalchihuites"
(en C. Riley y B. Hedrick [comps.], Across the Chichimec Sea. Papers in Honor
of J. Charles Kelley, Carbondale y Edwardsville, Londres y Armsterdam, Southern
Illinois University Press, Feffer and Simons, Inc.).
Disc�pulo de Kelley pero con planteamiento cada vez m�s originales y audaces, el arque�logo norteamericano Phil C. Weigand ha realizado investigaciones donde une la arqueolog�a a elementos econ�micos y sociales y aborda la organizaci�n de la sociedad en relaci�n con la producci�n. Trabajo pionero en este sentido es "The Mines and Mining Techniques of the Chalchihuites Culture", publicado en American Antiquity (vol. 3, n�m. 1, 1968). Otras publicaciones del mismo autor son: "La prehistoria del Estado de Zacatecas: una interpretaci�n" (Anuario de Historia, 1, Departamento de Investigaciones Hist�ricas, Universidad Aut�noma de Zacatecas, 1978); "Consideraciones acerca de la
arqueolog�a y la etno-historia de los tepecanos, huicholes, coras, tequales y mexicaneros; con notas sobre los cazcanes", publicado en el n�mero 2 del mismo Anuario en 1979; y "Architecture and Settlement Patterns within the Western Mesoamerican Formative Tradition" (en Martha Carmona Mac�as [coord.], El precl�sico o formativo. Avances y perspectivas. Seminario de Arqueolog�a "Dr. Rom�n Pi�a Chan", Museo Nacional de Antropolog�a, INAH
M�xico, 1989).
Destacado miembro del grupo de Kelley, Anthony F. Aveni tiene las referencias m�s completas acerca de la arqueoastronom�a tanto de la regi�n como de toda la Am�rica antigua; han sido publicadas en Astronom�a en la Am�rica Antigua (M�xico, Siglo XXI, 1980) y Observadores del cielo en el M�xico antiguo (M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1991). En particular sobre Altavista, Chalchihuites, en coautor�a con kelley, public� "Altavista, un centro ceremonial sobre el Tr�pico de C�ncer: implicaciones astron�micas", (en Interciencia, n�m. 7, Conacyt, Pergamon Press, 1982).
Dos miembros m�s del grupo de Kelley que no pueden ser omitidos son Charles D. Trombold y Ben A. Nelson. Del primero citamos los siguientes estudios: "A Summary of the Archaeology in the La Quemada Region" (en M.S. Foster y P.C. Weigand [comps.], The Archaeology of West and Northwest Mesoamerica, Boulder, Westview Press, 1985) y "Algunos patrones emergentes en la arqueolog�a de la frontera norte mesoamericana" (Primera Reuni�n sobre las Sociedades Prehisp�nicas en el Centro Occidente de M�xico. Memoria. Cuaderno de Trabajo, 1, INAH
, Centro Regional de Quer�taro, 1988). Nelson ha tomado en cuenta las aportaciones de Hers sobre la regi�n; as� lo demuestra su art�culo "Observaciones de la presencia tolteca en La Quemada, Zacatecas" (en Federica Sodi Miranda [coord.], Mesoam�rica y norte de M�xico. Siglo IX-XII
, Seminario de Arqueolog�a, "Wigberto Jim�nez Moreno", Museo Nacional de Antropolog�a, INAH
, M�xico, 1990).
El �nico arque�logo que a la fecha ha investigado la cultura de las tumbas de tiro en Zacatecas es Ricardo Jaramillo Luque, quien dedic� su tesis de licenciatura a este tema: "Patr�n de asentamiento en el Valle de Valpara�so, Zacatecas" (M�xico, Escuela Nacional de Antropolog�a e Historia, 1984).
Mar�a Teresa Cabrero se ha especializado en la arqueolog�a de la zona del r�o Bola�os, actual l�mite entre los estados de Jalisco y Zacatecas; de ella pueden citarse: "Balance y perspectiva de la arqueolog�a en los estados de Jalisco, Zacatecas y Durango" (en Anales de Antropolog�a, XXII, 1985) y "Algunas referencias al �rea del r�o Bola�os (Zacatecas y Jalisco) en los documentos de los siglos XVI y XVII" (en Anales de Antropolog�a, XXIII, 1986). En coautor�a con Jaramillo Luque public�: "Arqueolog�a de superficie en Zacatecas" (en El Occidente de M�xico, XVIII Mesa Redonda, Sociedad Mexicana de Antropolog�a, Taxco, 1983). Citamos tambi�n el libro N�madas y sedentarios. El pasado prehisp�nico de Zacatecas, de Leonardo L�pez Luj�n (M�xico, INAH
, Colecci�n Regiones de M�xico, 1989).
En su estudio publicado bajo el t�tulo "Algunas consideraciones sobre el precl�sico en el norte de M�xico" (en Martha Carmona Mac�as [coord.], El precl�sico o formativo. Avances y perspectivas, Seminario de Arqueolog�a "Dr. Rom�n Pi�a Chan", Museo Nacional de Antropolog�a, INAH
, M�xico, 1989), Beatriz Braniff analiza la regi�n a partir del concepto de "la Gran Chichimeca".
La �poca virreinal ha sido motivo tanto de ricas cr�nicas escritas por personajes de la �poca cuanto de trabajos interpretativos que ya son obras cl�sicas en la historiograf�a del estado. Entre las primeras deben mencionarse "Informaci�n acerca de la rebeli�n de los indios zacatecos y guachichiles a pedimento de Pedro de Ahumada S�mano" [1562] (Colecci�n de documentos in�ditos para la historia de Iberoam�rica, I, Madrid, 1927); la Cr�nica miscel�nea de la sancta provincia de Xalisco, de Antonio Tello (Guadalajara, Gobierno del Estado de Jalisco, Universidad de Guadalajara e Instituto Nacional de Antropolog�a e Historia, 1968, 1973 y 1984); Chr�nica de la provincia de Nuestro Padre San Francisco de Zacatecas [1737], de Jos� de Arlegui (M�xico, Ed. Cumplido, 1851); y la Historia del reino de Nueva Galicia en la Am�rica septentrional, de Mat�as de la Mota Padilla (Guadalajara, Universidad de Guadalajara, Instituto Jalisciense de Antropolog�a e Historia, 1973).
La obra cl�sica sobre la miner�a zacatecana desde la fecha de inicio de su explotaci�n hasta fines del siglo XVII
es Miner�a y sociedad en el M�xico colonial. Zacatecas 1546-1700, de P.J. Bakewell (M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1976), que marc� el inicio de su estudio sistem�tico y met�dico a partir de fuentes primarias. Aunque no estudia en exclusiva el caso zacatecano, Mineros y comerciantes en el M�xico borb�nico, de David Brading (M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1975), es una obra de consulta obligada para entender los mecanismos que favorecieron la reactivaci�n de la miner�a zacatecana en los �ltimos a�os de la colonia e inicios del siglo XIX
. Del mismo autor existe un art�culo dedicado al resurgimiento de la miner�a zacatecana en el siglo XVIII
"Mexican Silver Mining in the Eighteenth Century: The Revival of Zacatecas" (en Hispanic American Historical Review, vol. L, n�m. 4, noviembre, 1970). De publicaci�n m�s reciente es el libro de Arturo Burnes Ortiz, La miner�a en la historia econ�mica de Zacatecas (1546-1876) (M�xico, El Arco y la Lira, Universidad Aut�noma de Zacatecas, 1987), en el que el autor busca vincular la producci�n minera regional con el contexto nacional y mundial.
El gran estudioso de la guerra chichimeca es Philip Wayne Powell, autor de dos espl�ndidos libros sobre el tema: La guerra chichimeca (1550-1600) (M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1977) y Capit�n mestizo: Miguel Caldera y la frontera norte�a. La pacificaci�n de los chichimecas (1548-1597), publicado bajo el sello de la misma editorial en 1980. En el primero narra los combates entre los espa�oles y sus numerosos aliados contra los grupos n�madas y semin�madas del septentri�n novohispano que determinaron el sistema de dominaci�n y de su poblamiento; mientras que el segundo lo dedica al estudio de un personaje extraordinario, Miguel Caldera, primer mestizo notable de la regi�n norte�a que contribuy� decisivamente a su pacificaci�n.
Sin duda el estudio m�s completo acerca de la econom�a, la sociedad y las mentalidades
de la Zacatecas de fines del siglo XVII
a la �poca de la independencia
es la tesis doctoral de Fr�d�rique Langue, Mines, terres et soci�t� a Zacatecas
(Mex�que), de la fin du dix-septi�me si�cle a l'Ind�pendance (Universidad
de Par�s I, Panth�on-Sorbonne, 1987). En su investigaci�n, la historiadora combin�
una riqu�sima variedad de fuentes primarias localizadas en archivos nacionales
y extranjeros con una vasta bibliograf�a para ofrecer, por primera vez, una
interpretaci�n del desarrollo de la sociedad zacatecana en su conjunto, poniendo
particular hincapi� en el an�lisis de la din�mica econ�mica, social y cultural,
as� como en el sustrato ideol�gico de los principales actores. Langue explica
c�mo en Zacatecas la convergencia entre los intereses particulares y los intereses
del Estado espa�ol fue particularmente notoria, situaci�n que en parte explica
el largo dominio de la vieja Espa�a sobre la nueva. Descubre tambi�n que en
los principales actores econ�micos de la regi�n coexistieron comportamientos
con rasgos se�oriales y actitudes marcadamente modernas que forjaron la rica
personalidad de Zacatecas.
En el Anuario de Estudios Americanos (vol. XLIV, 1987), Langue public� "Del minero rico a la nobleza: el papel de la frontera zacatecana en la formaci�n de una �lite econ�mica y social" art�culo donde sostiene que el modelo cultural peninsular no s�lo se adopt�, sino que se adapt� a las caracter�sticas de la atm�sfera novohispana, contribuyendo a la formaci�n de un nuevo contexto geopol�tico en el que los prominentes mineros y hacendados zacatecanos dominaron econ�mica y pol�ticamente una vasta regi�n.
Solange Alberro, quien ha producido relevantes estudios acerca de las mentalidades, dedic� un sustancioso art�culo al an�lisis de la correlaci�n entre producci�n de plata y hechos inquisitoriales: "Zacatecas, zona frontera, seg�n los documentos inquisitoriales, siglos XVI
y XVII
(en Estudios de Historia Novohispana, vol. VIII, UNAM
, Instituto de Investigaciones Hist�ricas, 1985). En �l demostr� que durante las �pocas de estabilidad en la producci�n minera, el volumen de hechos inquisitoriales se elevaba poco: adem�s, descubri� c�mo funcionaba la ciudad en tanto zona de frontera y refugio para los inconformes sociales y rebeldes quienes encontraban en ella un clima propicio para la expresi�n de sus intereses.
El historiador norteamericano Richard Lyle Garner ha dedicado varios estudios a la historia econ�mica de Zacatecas durante el virreinato. No obstante, su tesis doctoral Zacatecas 1750-1821: The Study of a Late Colonial City (Universidad de Michigan, Ann Arbor, Michigan, 1970), rebas� el �mbito estrictamente econ�mico para explicar el crecimiento de la ciudad de Zacatecas, sus tendencias demogr�ficas, el impacto de las reformas borb�nicas y el gobierno municipal que, junto con las condiciones de la producci�n y el comercio, permiten reconstruir los sucesos que condujeron a la insurrecci�n de 1810. Otros trabajos de Garner sobre Zacatecas son: "Reformas borb�nicas y operaciones hacendarias La Real Caja de Zacatecas 1750-1821" (Historia Mexicana, vol. XXVII, n�m. 4, abril-junio, 1978); y con una cobertura m�s amplia, "Exportaciones de circulante en el siglo XVIII
(1750-1810)" (Historia Mexicana, vol. 31, n�m. 4, abril-junio, 1982).
En su libro Haciendas y comunidades ind�genas en el sur de Zacatecas. Sociedad
y econom�a colonial, 1600-1820 (M�xico, INAH
, Colecci�n Cient�fica,
1989), �gueda Jim�nez Pelayo expone el problema de la tenencia de la tierra
en lo que fue la regi�n cazcana, en el ca��n de Juchipila, Villanueva y Jerez,
y el uso que espa�oles y comunidades ind�genas le dieron a lo largo de los siglos
XVII
, XVIII
y primeros a�os del XIX
;
asimismo, analiza c�mo las estancias paulatinamente se transformaron en haciendas
y construye un modelo de �stas para compararlas con las de otras regiones. De
la misma autora, se puede consultar tambi�n "La importancia de la tierra y los
montes para los pueblos de indios de la Nueva Galicia" (en Revista Encuentro,
V:1, [17], octubre, 1987).
Don Salvador Vidal dej� varios trabajos breves pero de gran utilidad que contienen rica informaci�n sobre el virreinato en Zacatecas: Colegio de "San Luis Gonzaga" en la ciudad de Zacatecas. 1754-1786 (Zacatecas, 1958); "Corregidores e intendentes de la provincia de Zacatecas (1580-1823)" (en Memorias de la Academia Mexicana de la Historia, t. 23, n�m. 2, abril-junio, 1964); y Miscel�nea. Datos de la �poca colonial comprendidos en los a�os 1578-1810 (Zacatecas, Imprenta del Gobierno del Estado, 1972).
Pese a que hay valiosos estudios sobre la historia zacatecana de las primeras
d�cadas del siglo [1562] XIX
; la atenci�n que ha recibido de los
historiadores es m�s bien poca. Hay cuantiosas p�ginas dedicadas a Zacatecas
en la historiograf�a de la �poca y en la contempor�nea que a�n se encuentran
dispersas en numerosas fuentes sin haberse integrado en un cuerpo que de manera
sistem�tica reconstruya el devenir de la entidad. La fuente obligada de consulta
que presenta una cr�nica de los acontecimientos m�s relevantes sigue siendo
el Bosquejo hist�rico de Amador, trabajo pionero cuya primera edici�n
data de fines del siglo pasado, pero que todav�a es plataforma ineludible para
explorar nuevas vetas de investigaci�n. El "Compendio hist�rico" de Mendiz�bal
ofrece pistas interesantes para profundizar en el desarrollo pol�tico, particularmente
de las �pocas de la insurgencia, de la gubernatura de Francisco Garc�a Salinas
y de Jes�s Gonz�lez Ortega.
Las escasas investigaciones con rigor met�dico realizadas en d�cadas pasadas
privilegiaron la historia econ�mica en detrimento de la pol�tica y la social,
sin duda debido al relevante sitio que la miner�a zacatecana ha ocupado en la
vida econ�mica de M�xico. Entre ellas destacan: el art�culo de Garner, ''Probl�mes
d'une ville mini�re mexicaine a la fin de l��poque coloniale: prix et salaires
� Zacatecas (1760-1821)" (en Cahiers des Am�riques Latines, n�m. 6, julio-diciembre,
1972), que explica a partir del an�lisis de los precios y su relaci�n con los
salarios, algunas causas que provocaron la adhesi�n de numerosos habitantes
de la capital a la insurrecci�n de Hidalgo; la tesis doctoral de Harry Edward
Cross, The Mining Economy of Zacatecas, Mexico, in the Nineteenth Century
(Berkeley, Universidad de California, 1976) donde analiza la evoluci�n de la
miner�a desde los a�os del estallido de la guerra de independencia hasta bien
entrado el siglo XIX
; del mismo autor, el art�culo "Living Standards
in Rural Nineteenth Century Mexico: Zacatecas 1810-1880" (en Journal of Latin
American Studies, 10, parte I, mayo, 1978), en el cual aborda el nivel de
vida de los trabajadores de las haciendas zacatecanas.
En los a�os recientes el inter�s por la historia social se ha fortalecido: as� lo demuestran el art�culo de Torcuato S. di Tella, "Las huelgas en la miner�a mexicana, 1826-1828" (en Desarrollo Econ�mico, vol. 26, n�m. 104, enero-marzo, 1987) que dedica una parte al caso zacatecano; el libro de Francisco Garc�a Gonz�lez, Conciencia e inteligencia en Zacatecas. Sociedad, educaci�n, historia (1350-1890) (M�xico, Universidad Aut�noma de Zacatecas, Colecci�n El Arco y la Lira, 1988); el suplemento Historia social de Zacatecas, del peri�dico El Sol de Zacatecas, coordinado por el mismo autor; y tres art�culos publicados por la revista Historia Mexicana, que revisan nuevas fuentes, plantean sugerentes hip�tesis y abren caminos a la investigaci�n: de Fr�d�rique Langue, "Trabajadores y formas de trabajo en las minas zacatecanas del siglo XVIII
" (XL:3 [159], enero-marzo, 1991); de Sonia P�rez Toledo y Herbert S. Klein, "La poblaci�n de la ciudad de Zacatecas en 1857" (XLII:1 [165], julio-septiembre, 1992); y de Rosalina R�os Z��iga, "La secularizaci�n de la ense�anza en Zacatecas. Del Colegio de San Luis Gonzaga al Instituto Literario (1784-1838)" (XLIV:2 [174], octubre-diciembre, 1994).
Connotado estadista de la primera mitad del siglo XIX
e ilustre gobernador de Zacatecas, Francisco Garc�a Salinas y su obra han sido motivo de varias publicaciones. Eliseo Rangel Gaspar prepar� un estudio biogr�fico: Francisco Garc�a Salinas "Tata Pachito" (M�xico, Editorial del Magisterio "Benito Ju�rez", 1984), que adem�s permite adentrarse en la historia pol�tica de las d�cadas de 1820 y 1830 cuando Zacatecas ocup� un destacado lugar en el acontecer nacional. Cuauht�moc Esparza S�nchez escribi� Francisco Garc�a Salinas. Semblanza (Universidad Aut�noma de Zacatecas, 1986). Con t�tulo similar apareci�, de Roberto Ramos D�vila, Francisco Garc�a Salinas "Tata Pachito''. Semblanza biogr�fica (Zacatecas, Gobierno del Estado de Zacatecas, Bicentenario del Natalicio de Don Francisco Garc�a Salinas, 1986). Sobre las aportaciones del ilustre gobernador zacatecano a la educaci�n, Francisco Garc�a Gonz�lez prepar� el texto Francisco Garc�a Salinas y su obra educativa (en Cuadernos de Investigaci�n, n�m. 51, Universidad Aut�noma de Zacatecas, Direcci�n General de Investigaci�n y Posgrado). Carlos Mac�as public� "La miner�a en Fresnillo durante el gobierno de Francisco Garc�a Salinas" (en Relaciones: Estudios de Historia y Sociedad, vol. 9, n�m. 34, primavera, 1988); y Gabriela S�nchez Luna: Francisco Garc�a Salinas, gobernador de Zacatecas (1828-1834)" (en Memoria del IV Congreso de Historia del Derecho Mexicano, t. II, UNAM
, Instituto de Investigaciones Jur�dicas, 1986).
Sobre la vida pol�tica zacatecana de los primeros a�os del M�xico independiente est� el trabajo de Patricia Fern�ndez de Castro, Zacatecas and the First Federal Republic of Mexico (tesis de maestr�a, Universidad de Texas en Austin, 1985) en el que a partir de fuentes primarias reconstruy� episodios clave del desarrollo pol�tico de la entidad. Mercedes de Vega public� el art�culo "La opci�n federalista en Zacatecas. 1820-1835" (en Cincuenta a�os de historia en M�xico, tomo 2, M�xico, El Colegio de M�xico) donde describe c�mo la diputaci�n provincial y el Congreso estatal se convirtieron en defensores consistentes del federalismo. Para el estudio de los a�os en que Aguascalientes form� parte de Zacatecas, pueden consultarse, de Jes�s G�mez Serrano, Aguascalientes en la historia 1786-1920. Un pueblo en busca de identidad (M�xico, Gobierno del Estado de Aguascalientes, Instituto de Investigaciones Dr. Jos� Mar�a Luis Mora, 1988) y de Beatriz Rojas, "Aguascalientes y Zacatecas: 1821-1835 �Una pol�tica compartida?" (en Beatriz Rojas [coord.], El poder y el dinero, Grupos y regiones mexicanos en el siglo XIX
; M�xico, Instituto de Investigaciones Dr. Jos� Mar�a Luis Mora, 1994).
El Colegio de misioneros franciscanos de Guadalupe contribuy� a ampliar y colonizar las fronteras novohispanas y evangelizar el septentri�n. Sobre esta importante instituci�n existen los siguientes estudios: de Jos� Antonio Alcocer, Bosquejo de la historia del Colegio de Nuestra Se�ora de Guadalupe. A�o de 1788 (estudio introductorio de Rafael Cervantes Aguilar, M�xico, Editorial Porr�a, 1958); de Benedict Leutenegger, The Zacatecan Missionaries in Texas, 1716-1834 (Austin, Texas Historical Survey Committee, Office of the State Archaeologist Reports, n�m. 23, 1973) y de Cuauht�moc Esparza S�nchez, Compendio hist�rico del Colegio Apost�lico de Propaganda Fide de Nuestra Se�ora de Guadalupe de Zacatecas (Zacatecas, Universidad Aut�noma de Zacatecas, 1974).
El periodo que va de la restauraci�n de la Rep�blica al estallido revolucionario de 1910 ha sido objeto de varios estudios dignos de menci�n. Un seguimiento detallado, a�o con a�o, de los acontecimientos que marcaron la vida zacatecana en estas cuatro d�cadas es el que ofrece la obra de Salvador Vidal, Continuaci�n del bosquejo hist�rico de Zacatecas del se�or El�as Amador , tomo cuarto, 1867-1910 (Zacatecas, 1955). De una manera m�s sucinta, al mismo prop�sito sirve el texto de Emilio Rodr�guez Flores, Compendio hist�rico de Zacatecas. Y para una visi�n m�s general de la evoluci�n hist�rica, la vida art�stica y cultural y las peculiaridades de la sociedad zacatecana, puede consultarse la monograf�a publicada por Banamex en ocasi�n del 90 aniversario de la fundaci�n de su sucursal en la capital del estado, bajo el t�tulo Banamex en Zacatecas (s.p.i.)
M�s all� del recuento de Salvador Vidal, la historia pol�tica del estado en los a�os de la rep�blica liberal no ha recibido la atenci�n que merece. En la d�cada de 1950 se public� el importante art�culo de Ivie E. Cadenhead, "Gonz�lez Ortega and the Presidency of Mexico" (en The Hispanic American Historical Review, XXXII:3, 1952), que enfoca las pugnas en el seno del partido liberal a trav�s del conflicto entre Benito Ju�rez y Jes�s Gonz�lez Ortega. Este zacatecano ilustre es tambi�n el objeto principal de la Memoria del General Jes�s Gonz�lez Ortega, h�roe de Calpulalpam (Zacatecas, 1981). Pero para un acercamiento a las d�cadas del porfiriato en Zacatecas es preciso recurrir a obras de car�cter general o a fuentes primarias de investigaci�n.
Mayor inter�s ha despertado el estudio de los a�os revolucionarios, en especial debido a la importancia que la historiograf�a ha otorgado a la toma de Zacatecas en el desenlace del movimiento armado. En torno a este episodio, a sus antecedentes y resultados, se public� hace casi 50 a�os el libro de Jos� G. Escobedo, La batalla de Zacatecas (treinta y dos a�os despu�s) (M�xico, 1946), y m�s recientemente, Setenta y cinco aniversario de la batalla de Zacatecas (M�xico, Impresora de Ediciones, 1989). Importantes obras de consulta sobre el periodo revolucionario son tambi�n los nueve vol�menes de la colecci�n As� fue la revoluci�n mexicana (M�xico, Senado de la Rep�blica-SEP
, 1985) y el Diccionario hist�rico y biogr�fico de la Revoluci�n mexicana (M�xico, Instituto Nacional de Estudios Hist�ricos de la Revoluci�n Mexicana, 1992), que dedica una parte de su �ltimo volumen al estado de Zacatecas.
Otro foco de atenci�n en la historia pol�tica del estado lo ha constituido, por razones que no es dif�cil comprender, la rebeli�n cristera. Dos obras generales merecen destacarse: el trabajo de Jean Meyer, La cristiada (3 vols., M�xico, Siglo XXI, 1990), y el de Alicia Olivera Sedano, Aspectos del conflicto religioso de 1916 a 1929. Sus antecedentes y consecuencias (M�xico, SEP
, 1987).
Pero en este, como en otros aspectos de la vida del estado, es preciso destacar las aportaciones de historiadores y cronistas locales a nuestro conocimiento de su evoluci�n. Una lista no exhaustiva de ellas tendr�a que incluir los trabajos de Valent�n Garc�a Ju�rez, Jerez en la d�cada de los a�os veintes (Fresnillo, Imprenta Mign�n Offset, 1985) y Los cristeros al sur del estado de Zacatecas (Fresnillo, Imprenta Mign�n, 1990), as� como los perfiles hist�rico biogr�ficos de Roberto Ramos D�vila, entre los que cabe destacar: Personajes y sucesos hist�ricos de Zacatecas. El coronel Jos� Luis Moya Regis. Un rom�ntico de la revoluci�n (Zacatecas, 1980); Agenda c�vica zacatecana (Zacatecas, H. Ayuntamiento Constitucional, 1984); Roque Estrada Reynoso. Precursor y autor de la revoluci�n (Zacatecas y Moyahua, HH. Ayuntamientos, 1989); y Mat�as Ramos Santos, gobernante revolucionario (Zacatecas, mimeo. s.f.). Para un recorrido por la vida pol�tica y social del estado en el presente siglo, vale la pena consultar los textos de Fidencia Berumen, Sesenta a�os de historia pol�tica de Zacatecas (Zacatecas, Taller Gr�fico del Estado, 1974), y Federico del Real Espinosa, �lbum de familia. Ocho lustros de la vida zacatecana (M�xico, 1991).
La econom�a zacatecana de este periodo ha sido materia de un buen n�mero de investigaciones. De indispensable consulta para conocer las caracter�sticas del territorio estatal y las condiciones en que se reproduc�a la vida econ�mica en las �ltimas d�cadas del siglo pasado es el libro de Alfonso Luis Velasco, Geograf�a y estad�stica de la rep�blica mexicana, volumen 15: Zacatecas (M�xico, Oficina Tipogr�fica de la Secretar�a de Fomento, 1984). Se han publicado varios estudios comprensivos sobre el desenvolvimiento econ�mico del estado o sobre la evoluci�n de los principales sectores de su actividad, entre los que cabe destacar el de Margarita Hoffner Long, Elementos para una interpretaci�n de la historia de Zacatecas. Siglos XVI
al XIX
; (M�xico, Ed. El Arco y la Lira, 1988); el de Cuauht�moc Esparza S�nchez, Historia de la ganader�a en Zacatecas, 1531-1911 (Zacatecas, Universidad Aut�noma de Zacatecas, Departamento de Investigaciones Hist�ricas, 1978); as� como los estudios sobre miner�a de Arturo Burnes Ortiz, La miner�a en la historia econ�mica de Zacatecas (1546-1876) (M�xico, El Arco y la Lira, Universidad Aut�noma de Zacatecas, 1987) y de Jos� Jes�s Huerta Hen�ndez, Cuatrocientos treinta y siete a�os de miner�a en la Serran�a de Zacatecas, ensayo (Zacatecas, Talleres Fotolitogr�ficos de Impre-Jal, 1984).
Un an�lisis detallado de la estructura agraria y la producci�n agr�cola del
estado se encuentra en los vol�menes de varios autores publicados bajo el t�tulo
de Historia de la cuesti�n agraria mexicana: el estado de Zacatecas (M�xico,
Juan Pablos Editor, 1990). Para un estudio de caso referido al periodo prerrevolucionario,
contamos con el trabajo de V�ctor Manuel Gonz�lez Esparza, "Una hacienda mexicana
durante el porfiriato" (en Secuencia, mayo-agosto, 1986). De especial
importancia debido a su sistematicidad y al marco anal�tico utilizado son la
tesis doctoral ya citada de Harry Edward Cross sobre la miner�a, y de Fr�d�rique
Langue, Los or�genes locales de la revoluci�n mexicana: econom�a y sociedad
en el estado de Zacatecas (tesis de maestr�a, Universidad de Par�s I, 1982).
El trabajo de Gonz�lez Esparza aborda de manera rigurosa el estudio de la miner�a
zacatecana y sus v�nculos con la econom�a del estado, pero desafortunadamente
concluye en un momento anterior al de las transformaciones que se produjeron
en las �ltimas d�cadas del siglo XIX
; y el de Langue va m�s all� del prop�sito
anunciado de conocer las causas locales de la Revoluci�n, al emprender un an�lisis
de la naturaleza de la econom�a zacatecana y de la compleja estructura social
a que ella dio lugar.
Las investigaciones sobre la revoluci�n econ�mica del estado en la �poca revolucionaria son menos numerosas. Conviene mencionar los dos trabajos publicados por Miguel Moctezuma Longoria: "De la expulsi�n a la producci�n de fuerza de trabajo en Zacatecas: 1910-1940", en Memorias. Primer informe de investigaci�n sobre el estado de Zacatecas (Zacatecas, Universidad Aut�noma de Zacatecas, LII Legislatura, 1989), y "Formaci�n y desarrollo de la estructura productiva en Zacatecas. 1910-1940", en Memorias. Segundo informe de investigaci�n sobre el estado de Zacatecas (Zacatecas, Universidad Aut�noma de Zacatecas, LII Legislatura, 1989). En ellos se esbozan algunas de las l�neas b�sicas que han caracterizado la evoluci�n de la econom�a zacatecana en este siglo, y sobre todo se indican algunos de los caminos por los cuales habr� de transitar la investigaci�n en el futuro pr�ximo.
La bibliograf�a para el periodo contempor�neo (1940 en adelante) es escasa. Es hasta finales de la d�cada de los ochenta que comienzan a publicarse los primeros trabajos que con una perspectiva hist�rica analizan la vida econ�mica, pol�tica, social y cultural de los �ltimos a�os. Entre estos trabajos cabe destacar los elaborados por los estudiantes de la maestr�a en ciencia pol�tica de la Universidad Aut�noma de Zacatecas y publicados en coedici�n con la LII Legislatura del estado. De ellos son de particular inter�s para el estudio del periodo: el texto de Uriel M�rquez Valerio, "De la disidencia a la oposici�n", (en Memorias. Primer informe de investigaci�n sobre el estado de Zacatecas, Zacatecas, UAZ
/ LII Legislatura del estado, 1989); y los de Luc�a Alonso Reyes, "Funci�n social de la iglesia en Zacatecas"; de Mar�a de Jes�s Espinoza, "Monograf�a del Frente Popular de Zacatecas" y de Miguel G. Ochoa Santos, "La miner�a zacatecana en los a�os ochenta" (en Memorias. Segundo informe de investigaci�n sobre el estado de Zacatecas, Zacatecas, UAZ
/ LII Legislatura del estado, 1989).
Otros intentos por presentar una visi�n general de los a�os recientes los encontramos en el libro de Ra�l Delgado Wise, V�ctor M. Figueroa y Margarita Hoffner Long, Zacatecas: sociedad, econom�a, pol�tica y cultura (M�xico, UNAM
, 1991); y en los ensayos de Jos� Mar�a Pino M�ndez publicados bajo el t�tulo de Claves. Pol�tica, cultura y econom�a (Zacatecas, Lll Legislatura del estado, 1988).
En cuanto a estudios particulares, el mayor n�mero de ellos analiza los problemas econ�micos. Uno de los trabajos m�s interesantes es el realizado por Mois�s T. de la Pe�a, "Zacatecas Econ�mico" (en Revista de Econom�a, M�xico, 1948), pionero de los actuales diagn�sticos realizados por dependencias gubernamentales para la elaboraci�n de los planes de desarrollo econ�mico. Las dependencias del gobierno federal han contribuido con el mayor n�mero de estudios acerca de la problem�tica econ�mica. Entre �stos vale la pena citar el Plan Zacatecas, elaborado por la Secretar�a de Programaci�n y Presupuesto (Antolog�a de la planeaci�n en M�xico, vol. 16, M�xico, Secretar�a de Programaci�n y Presupuesto, Fondo de Cultura Econ�mica, 1986); y los estudios realizados por Coplamar, cuyas cifras se sintetizan en el libro Necesidades esenciales en M�xico. Situaci�n y perspectivas al a�o 2000, vol. 5 (M�xico, Siglo XXI, 1981).
El Instituto Nacional de Estad�stica, Geograf�a e Inform�tica (INEGI
)
y la Secretar�a de Programaci�n y Presupuesto publicaron informaci�n geogr�fica
y econ�mica de primera importancia para el estudio del estado. Destacan: Estad�sticas
hist�ricas de M�xico, 2 tomos (M�xico, INEGI
, 1986); Zacatecas.
Cuaderno de informaci�n para la planeaci�n (M�xico, INEGI
,
1986); Anuario estad�stico del estado de Zacatecas (INEGI
/
Gobierno del Estado, 1990); y la S�ntesis geogr�fica de Zacatecas (M�xico,
Secretar�a de Programaci�n y Presupuesto, 1981).
Entre los temas culturales son los grandes pintores zacatecanos los que han sido objeto de estudios particulares. Las referencias m�s importantes son las siguientes: de Octavio Paz, "Un nuevo pintor: Pedro Coronel", "Presentaci�n de Pedro Coronel" y "El espacio m�ltiple" (en M�xico en la obra de Octavio Paz, vol. III, M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1987); de Justino Fern�ndez, Pedro Coronel, pintor y escultor (M�xico, UNAM
, 1971); y de Alfonso de Neuvillate, Rafael Coronel (M�xico, Galer�a Misrachi, 1978). En cuanto a la literatura, recientemente apareci� una antolog�a preparada por Severino Salazar, Zacatecas cielo cruel tierra colorada. Poes�a, narrativa, ensayo y teatro (1868-1992) (M�xico, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Colecci�n Letras de la Rep�blica, 1994) que incluye una amplia selecci�n de textos de autores zacatecanos en los campos de la poes�a, la narrativa, el ensayo y el teatro.
El corrido zacatecano, de Cuauht�moc Esparza S�nchez (M�xico, Instituto Nacional de Antropolog�a e Historia, Colecci�n Cient�fica, n�m. 46, 1976), espl�ndida compilaci�n y an�lisis de esta l�rica narrativa, demuestra, como su autor se�ala, "que el corrido zacatecano no es nada m�s una aportaci�n literaria o musical, sino que, sobre todo, es un documento hist�rico, una narraci�n cantada que se ajusta y que se apoya con fidelidad en los hechos descritos".