CAPÍTULO XV |
1.- EL OCTAVO signo se llama ce malinalli; decían que este signo era mal afortunado, y era temeroso como bestia fiera; los que en él nacían tenían mala ventura, eran prósperos en algún tiempo y presto caían de su prosperidad; nacíanles muchos hijos y presto se les morían todos, y en muriendo el primero luego le seguían los otros; mayor era la angustia y pesar que recibían de la muerte de sus hijos, que fue el placer de haberlos tenido, y por esto se decía que era como bestia fiera este signo, 2. Los que nacían en esta primera casa no se bautizaban hasta la tercera, que se llamaba yei océlotl; decían los astrólogos que las terceras casas de todos los signos, eran bien acondicionadas. 3. La segunda casa de este signo se llamaba ome ácatl; decían que esta casa era bien afortunada porque decían que era de Tezcatlipoca, porque tenía la cara pintada como la imagen de Tezcatlipoca, y algunos por su devoción llevaban a sus casas la imagen de Omácatl y teníanla alla doscientos días y llevábanla a su casa en la misma casa (signo) de ome ácatl. 4. La cuarta casa se llamaba nahui quauhtli, y la quinta macuilli cozcaquauhtli, y la sexta chicuace ollin; decían que todas estas casas eran infelices, y que los que en ellas nacían serían desdichados y mal acondicionados, y revoltosos, y malquistos; y decían los astrólogos que los que nacían en estas casas convenía que los bautizasen en la casa siguiente, que se llamaba chicome técpatl, para que allí tomasen alguna buenaventura, porque decían que todas las casas del séptimo número eran buenas porque eran de la diosa Chicome cóatl, que es diosa de los mantenimientos. 5. La octava casa de este signo se llama chicuei quiáhuitl, y la novena que es chiconahui xóchitl, ya se dijo arriba que estas casas octava y novena siempre son infelices: los que en ellas nacen son ladrones y salteadores, y adúlteros, etc.; la décima casa que es matlactli cipactli decían que era bien afortunada, que los que en ella nacían vivían prósperos y alegres en este mundo, ora fuesen hombres, ora fuesen mujeres; lo mismo decían de las casas siguientes, que son matlactlionce ehécatl, y matlactliomome calli y matlactiomei cuetzpallin; decían que las llevaba tras sí en bondad la décima casa, porque en todos los signos la décima casa hace buenas a las otras tres que se siguen. |