¿LO QUE al ratón tocaba,
si te viera,
haces con el ratón, cuando, espantada,
huyes y gritas, siendo, bien mirada,
en limpieza y en trampas ratonera?
Juzgara, quien huyendo de él te viera,
eras de queso añejo fabricada;
y con razón, que estás tan arrugada,
que pareces al queso por de fuera.
¿Quién pensó (por si ansí tu espanto
abones)
que coman solimán, que, atenta, guardas
el que en tu cara juntas a montones?
¿Saltar huyendo quieres aun las bardas,
cuando en roer no piensan los ratones
tu tez de lana sucia de las cardas?
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