POLÍGRAFO mexicano y universal,
Alfonso Reyes (1889-1959) cultivó todos los géneros literarios.
Poeta, ensayista, crítico, traductor, editor y cuentista, parecería
que Alfonso Reyes no dejaba ni un solo minuto de escribir y ni una sola
idea, inquietud, gusto, afición, paseo o desasosiego sin que
quedaran escritos. Sus Obras completas se han venido publicando
en el Fondo de Cultura Económica y, aunque suman ya 26 abultados
tomos, sabemos que aún quedan muchos párrafos y papeles
dispersos y sospechamos que, en realidad, conforman una colección
infinita de letras.
FONDO 2000 se complace en presentar el segundo volumen de nuestra colección dedicado a la obra de Alfonso Reyes. Entre los muchos temas que ocuparon la reflexión y la pluma de este gran escritor y humanista regiomontano, llama la atención que sus inquietudes eruditas no desdeñaran los paisajes simples: los giros y acentos coloquiales, los páramos y parajes de geografías ignotas, los tipos y caracteres de gente común y corriente y las deliciosas viandas y demás misterios del universo gastronómico. El lector tiene en sus manos una selección del sabroso libro Memorias de cocina y bodega, en donde Reyes sirvió una veintena de descansos gastronómico-culinarios para solaz de cualquier comensal. Más tarde, Reyes ampliaría el banquete con la publicación de Minuta, un divertido juego literario que gira en torno a todo lo que acontece en y participa de una cena, casi medio centenar de reposados poemas que elogian al jerez, los postres, las ensaladas, la carne y hasta las virtudes innegables de la sobremesa. Con estos Diez descansos de cocina se ratifica la grandeza intelectual de Alfonso Reyes, se confirman todas las virtudes de su prosa sabia y fácil a un mismo tiempo, y se antoja la necesaria y constante revaloración de nuestros gustos y maneras de comer y beber. |