VICENTE RIVA PALACIO nació en la ciudad de México en 1832. Su padre, Mariano Riva Palacio, fue defensor de Maximiliano en el juicio de Querétaro, y su madre, Dolores Guerrero, fue hija del general Vicente Guerrero. Parecería entonces que la vida de Vicente Riva Palacio estaba destinada a convertirte en polifacética y que en los diferentes rostros que tomara su currículo llamaría la atención, suscitaría polémicas, causaría admiraciones y provocaría reproches, mas nunca pasaría inadvertido.

En 1854 se recibió de abogado y, al año siguiente, fue nombrado regidor. En 1861 fue electo diputado, y un año después combatió a la Intervención francesa, al mando de una guerrilla al servicio del general Zaragoza. Fue nombrado gobernador del Estado de México y, posteriormente, gobernador de Michoacán. Al morir el general Arteaga, fue designado general en jefe del Ejército del Centro, y así participó en los sitios de Toluca y de Querétaro. Como otros guerreros que han seguido el ejemplo de Cincinato, se retiro a la vida privada con la intención de dedicarse exclusivamente a escribir.

Sin embargo, volvió a la vida pública y sus letras se fueron confeccionando al tiempo que sirvió como magistrado de la Suprema Corte de Justicia, ministro de Fomento y, en 1884, prisionero en la cárcel militar de Santiago, por haberse opuesto al gobierno de Manuel González. Dos años después, el gobierno de Porfirio Díaz lo nombra ministro ante la Corte española, radicándolo en Madrid, donde morirá en 1896.

Aparte de su variada vida pública, Riva Palacio cultivó la poesía, escribió en periódicos, publicó novelas, cuentos y obras de teatro, recogió leyendas populares, se explayó como historiador y gozaba de buena fama como orador. Hubo quien observó que Riva Palacio era un general que combatía con la pluma y un crítico que escribía con la espada. Según Manuel Toussaint, "la vida de Vicente Riva Palacio podía formar, ella sola, un volumen lleno de las más variadas aventuras. Puede decirse que su propia vida tuvo más lances que la más movida de sus novelas". Su obra literaria es igual de varia da y multiforme que su biografía.

FONDO 2000
presenta una selección de los cuentos que escribiera Riva Palacio durante su estancia en Madrid. El lector recorrerá la vida y los personajes de una ciudad que parece intemporal, las ironías y curiosidades de eso que se ha bautizado como castizo y que tiene su escenario principal en la capital de España. Sus personajes —sencillos y actualizables—, sus historias —identificables y próximas— y su prosa de fácil y amena lectura sustentan el mejor reconocimiento que se le pueda tributar a un siglo de su fallecimiento.
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