Texto del Padre Sahag�n

Cerca de los montes hay tres � cuatro lugares donde sol�an hacer muy solemnes sacrificios, y que ven�an a ellos de muy lejanas tierras. El uno de estos es aqu� en M�xico, donde est� un montecillo que se llama Tepeacac, y los espa�oles llaman Tepeaquilla, y ahora se llama Nuestra Se�ora de Guadalupe. En este lugar ten�an un templo dedicado a la madre de los Dioses, que ellos la llamaban Tonantzin, que quiere decir nuestra madre. All� hac�an muchos sacrificios a honra de esta diosa, y ven�an a ellos de muy lejanas tierras, de m�s de veinte leguas de todas estas comarcas de M�xico, y tra�an muchas ofrendas: ven�an hombres y mujeres y mozos y mozas.

Era grande el concurso de gente en estos d�as; y todos dec�an "vamos a la fiesta de Tonantzin"; y ahora que est� all� edificada la Iglesia de Nuestra Se�ora de Guadalupe, tambi�n la llaman Tonantzin, tomando ocasi�n de los predicadores, que a Nuestra Se�ora la Madre de Dios la llaman Tonantzin. De d�nde haya nacido esta fundaci�n de esta Tonantzin no se sabe de cierto; pero esto sabemos de cierto, que el vocablo significa de su primera imposici�n a aquella Tonantzin antigua; y es cosa que se deber� remediar porque el propio nombre de la Madre de Dios, Se�ora nuestra, no es Tonantzin sino Dios y Nantzin. Parece esta invenci�n sat�nica para paliar la idolatr�a debajo la equivocaci�n de este nombre Tonantzin y vienen ahora á visitar á esta Tonantzin de muy lejos, tan lejos como de antes; la cual devoci�n tambi�n es sospechosa porque en todas partes hay, muchas Iglesias de Nuestra Se�ora y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente. *

Este pasaje del P, Sahag�n se encuentra igual en la edici�n de D. Carlos Mar�a de Bustamante y en la de lord Kingsborough.

* Atención : Todo el texto en cursivo falta al de Puebla, compárese.

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