Perdices hay en Tierra-Firme muy buenas, y de tan buen sabor como las de Espa�a, y son tan grandes como las gallinas de Castilla, y tienen unas tetillas sobre otras. As� que tienen dos pares de ellas, y tanta carne, que ha de ser muy comedor el que a una comida o pasto de una vez la acabare. La pluma es parda, as� en el pecho como en las alas y cuello, y todo lo dem�s de aquella misma color y plumaje que las perdices de ac� tienen los hombres, y ninguna pluma tienen de otra color. Los huevos que estas perdices ponen son casi tan grandes como los grandes de estas gallinas comunes de Espa�a, y son casi redondos, y no prologados tanto como los de las gallinas, y son azules, de la color de una muy fin�sima turquesa. Toman estas perdices los indios con reclamos, arm�ndoles lazos, y yo las he tenido vivas, y las he comido algunas veces en Tierra-Firme. La manera de reclamo es, que se ase el indio de una vedija de cabellos de encima de la frente, casi de a par de la coronilla, o m�s cerca de lo alto de la cabeza, y tira y afloja, menenado la cabeza, y con la boca hace cierto son, que es casi silbando, de la misma manera que aquellas perdices cantan; y vienen a este reclamo, y caen en los lazos que les tienen puestos de hilo de henequ�n, del cual hilo se dijo largamente en el cap�tulo diez; y as� las toman, y son muy excelente manjar asadas, perdig�ndolas primero, y as� de esta manera como cocidas o de cualquier forma que se coman. Quieren parecer mucho en el sabor a las perdices de Espa�a, y la carne de ellas es as� tiesta, y son mejores de comer el segundo d�a que las matan, porque est�n algo manidas o m�s tiernas. Otras perdices hay menores que las susodichas, que son como estarnas o perdices de las que ac� dicen pardillas, que son asaz buenas: pero aunque en el sabor quieren parecer a las de ac�, no son tales, con mucho, como las grandes; y estas peque�as tienen la pluma asimismo pardilla, pero tiran algo a rubio aquel plumaje sobre pardillo, y t�manse m�s a menudo que las grandes, y son mejores para los dolientes, porque no son tan recias de digesti�n.