HORMIGAS

Las diferencias de las hormigas son muchas, y la cantidad de ellas tanta, y tan perjudiciales algunas de ellas, que so se podr�a creer sin haberlo visto, porque han hecho mucho da�o, as� en �rboles como en az�cares y en otras cosas necesarias al mantenimiento de los hombres; pero por no me detener en esto, digo que aquellas que los osos hormigueros comen son de una manera y son perque�as y negras, y otras hay rubias, y otras hay que llaman comej�n, que la mitad son hormigas, y la otra mitad es un gusanico que traen metido en una casilla o c�scara blanca que llevan arrastrando, y son muy da�osas, y penetran las madera y casas y hacen mucho da�o �stas que son comej�n; las cuales, si suben por un �rbol o por una pared, o por doquiera que hagan su camino, llevan una b�veda de tierra, cubierta toda, tan gruesa como un dedo y como la mitad, y m�s y menos, y debajo de aquel artificio o camino cubierto van hasta donde queren asentar, y all� donde parean ensanchan mucho aquella b�veda, y hacen una casa de barro, cubierta y tan grande como tres y cuatro palmos, y m�s y menos, y tan ancha como es luenga o como la quieren hacer, y all� cr�an, y por aquel lugar podrescen y comen la madera, y asimismo las paredes hasta dejarlas tan huecas como un panar, y es menester tener aviso para que as� como comienzan a hacer aquellas b�vedas o senderos cubiertos se les rompan antes que tengan lugar de hacer da�o en las casas, porque para la casa es aqueste animal no otra cosa que la polilla para el pa�o.

Hay otras hormigas mayores que las susodichas, y con muchas diferencias; pero entre todas tienen el principado de males unas que hay negras y tan grandes casi como abejas de ac�, y �stas son tan pest�feras, que con ellas y otros materiales ponzo�osos los indios hace la yerba que tiran con sus flechas, la cual yerba es sin remedio, y todos los que con ella son heridos mueren, que entre ciento no escapan cuatro; de estas hormigas se ha visto muchas veces por experiencia en muchos cristianos picados de ellas que as� como pican dan luego calentura grand�sima, y nace un encordio al que ha picado.[Nota 20]Otras hay que son del tama�o de las hormigas comunes de Espa�a, pero aqu�llas son bermejas, y �stas y todas las m�s de las otras que de suso tengo dicho que hay en Tierra-Firme son de paso.

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