VII. LEJAN�A

�PARECE mentira que hayas existido!
Te veo tan lejos...
Tu mirada, tu voz, tu sonrisa,
me llegan al fondo de un pasado inmenso...

Eras m�s sutil
que mi propio ensue�o;
eres el fantasma de un fantasma,
eres el espectro de un espectro...
Para reconstru�r tu imagen remota
he menester ya de un enorme esfuerzo.

�De veras me quisiste? �De veras me besabas?
�De veras recorr�as la casa, hoy en silencio?
�De veras, en diez a�os, tu cabecita rubia
repos� por las noches, confiada en mi pecho?

�Ay qu� perspectivas esas de la muerte!
�Qu� horizontes tan bellos!
�Cu�l os divinizan, oh difuntas j�venes,
con sus lejan�as llenas de misterio!
�Qu� consagraciones tan definitivas
las que da el Silencio!...
�Cu�l os vuelve m�ticas, casi fabulosas!
�Qu� tristes mujeres de carne y de hueso,
con sus pobres encantos ef�meros,
podr�an venceros?

Ten�is un augusto prestigio de estatua,
y por un fen�meno de rareza lleno,
mientras m�s distantes, m�s imperiosas
vais agigantandoos en el pensamiento.

                                       17 de julio de 1912

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