VILLANCICO VI. —J�CARA

Estribillo

OIGAN, miren, atiendan
lo que se canta,
que hoy la M�sica viene
de mucha gracia!
      Pero hablando de veras
y en puridad,
en breve ha de decirles
una verdad.

Coplas

Antes que todas las cosas
�rase una hermosa Ni�a
de los ojos del Criador,
graciosamente prevista.
     Que habiendo de ser de un Dios
Humanado, Madra digna,
fue raz�n que ni un instante
se apartase de su vista.
     Para ser de los Mortales
la defensa, fue escogida,
siendo la pura Azucena
de la hoja blanca y limpia.
      Contra la Serpiente astuta
que ocasion� la r�ina
de todo el g�nero humano,
siempre estuvo prevenida;
     siempre armada y vigilante;
y tanto, que al embestirla,
con linda gracia le dio
en la cabeza una herida.
     Jam�s pudo ni aun tocarla
la Sierpe; y as�, corrida,
en escuchando su Nombre,
bramando se da a Patillas.
     Para estas empresas, tanta
gracia Dios le comunica,
que siendo pura criatura,
Mujer parece Divina.
      Sin la mancha de la culpa
se concibe, de Ad�n hija,
porque en un lunar no fuese
a su padre parecida.
     Del tributo universal
el Sacro Poder la libra,
previendo que hab�a de ser
nuestra Reina sin ca�da.
     De �sta, pues, a quien los fieles
invocan Madre benigna,
es la fiesta, y es el canto
de esta mi Jacarandina.

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