Presentación
 

En el marco del Bicentenario de Humboldt en América 1799-1804, el Archivo General de la Nación, gracias a la colaboración de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad de Colima y del Comité Académico Organizador del "Bicentenario de Humboldt en América" de la Secretaría de Educación Pública, edita el disco óptico: El destino de un manuscrito, con las Tablas geográficas políticas del Reino de Nueva España de Alejandro de Humboldt, que manifiestan su superficie, población, agricultura, fábricas, comercio, minas, rentas y fuerzas militares.

La obra de Humboldt figura como una de las joyas documentales que resguarda el Archivo General de la Nación, que concebido como Archivo General, desde su creación en 1790 por el virrey de Revilla-Gigedo, pudo concentrar documentos que de otra manera se habrían perdido, preservando así una rica documentación, parte de la Memoria del Mundo.

Coincidentemente fue también el virrey de Revilla-Gigedo, Juan Vicente de Güemes Pacheco y Padilla, quien mandó levantar el padrón que sirviera de base a Humboldt para elaborar sus trabajos sobre la Nueva España. Dicho padrón, realizado de 1790 a 1791, era el más completo que había hasta entonces y sirvió de acicate al científico alemán para hacer las estadísticas que lo superaran.

Fue también la documentación compilada por Revilla-Gigedo, en el Archivo General del Virreinato de la Nueva España, una fuente fundamental para las investigaciones del acucioso viajero.

Debe destacarse que Humboldt encontró en México una pléyade de científicos con quienes intercambiar ideas, conocimientos y experiencias, mismas que el investigador supo aquilatar y traducir en el enriquecimiento de su magna obra.

Contó también con el acceso a numerosas investigaciones realizadas por los miembros del Real Seminario de Minería y del Jardín Botánico, entre otras.

El propio autor reconocería que en la Ciudad de México había un desarrollo científico sin paralelo en ninguna otra parte del continente.

La importancia de la obra de Humboldt para México estriba, además de sus aportaciones sustantivas al conocimiento científico de su territorio, en el gran impacto político que tuvo.

Por una parte, mostró las desigualdades sociales existentes en la Nueva España, que llevarían a la revolución insurgente.

Y por la otra, alentó, sin proponérselo, a la propia lucha independentista, ante la certidumbre de poseer tierras inmensamente ricas.

El territorio con forma de cuerno de la abundancia, que fuera la joya más preciada de la Corona española, sin las trabas coloniales se convertiría en un próspero país autosuficiente. Esta idea se convirtió en leyenda e impulsó acciones políticas internas e intervenciones extranjeras, durante muchos años, después de consumada la Independencia de México.

Posteriormente, el presidente Benito Juárez, en decreto de 1859, declaró a Humboldt Benemérito de la Patria y mandó hacer una escultura a Italia de tamaño natural. Finalmente, para las Fiestas del Centenario de la Independencia de México, Guillermo II de Alemania obsequió a nuestro país una escultura que actualmente se encuentra situada en los jardines de San Agustín, hoy parte de la Biblioteca Nacional.

El presente disco óptico reproduce las Tablas geográficas políticas del Reino de la Nueva España* de Alejandro de Humboldt, mismas que antecedieron a su célebre Ensayo político sobre el Reino de la Nueva España.

Como introducción al importante trabajo del científico alemán, se encuentra el estudio del doctor Elías Trabulse, erudito historiador de la ciencia, autor de más de dos centenares de trabajos históricos. El doctor Trabulse hace un recorrido por el proceso que siguió Humboldt en la investigación, redacción y edición de las Tablas geográficas, así como de su significación política. El texto de Trabulse es la mejor presentación a tan valioso documento.

Se incluye, asimismo, la magnífica semblanza biográfica que hiciera de Humboldt el doctor Juan Ortega y Medina. El distinguido historiador y maestro da cuenta del impacto que tuvo entre la comunidad científica la llegada de Alejandro de Humboldt, así como las condiciones en las que desarrolló su trabajo de investigación.

Como complemento, aparece también una nota biográfica del virrey Iturrigaray, quien alentó la obra que el ilustre viajero llevó a cabo en nuestro país.

Los textos van acompañados de mapas, planos, litografías y otras imágenes que ilustran los diversos temas de la obra, mismas que se encuentran en los fondos que resguarda el Archivo General de la Nación y que, seguramente, Humboldt consultó.

Esta edición tiene por objeto destacar la trascendencia del trabajo realizado por el insigne investigador durante su estancia en la Nueva España, a donde llegó en 1803, proveniente de Guayaquil, y en cuyas tierras permaneció por casi un año.

La presente publicación electrónica es la mejor forma de recordar las aportaciones de aquel distinguido científico universal, Alejandro de Humboldt.


 


 


 

* AGNM, Historia,vol.72, 2a parte, exp. 24

Nota de las Eds.: Las páginas de las Tablas de Humboldt, como se presentan en esta edición, aparecen en su orden correcto, no obstante que las diversas foliaciones archivísticas de sus fojas nos pudieran parecer discontinuas. Esto se debe a que algunas fojas del volumen en el que se encuentran fueron mal encuadernadas. Las dos fojas en cuestión, con sus ambas caras, ya en orden, a partir de la 34 r. y la 34 v. son: 36 v., 36 r., 35 v. y 35 r. A ésta le sigue la 37 r.


 

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