Corresponde a la sesi�n de GA 5.12 LA VOZ DEL PUEBLO
En el art�culo 39 de la Constituci�n Pol�tica de los Estados Unidos Mexicanos est� definido uno de los principios fundamentales de la estructura jur�dica y pol�tica de nuestro pa�s. El texto est� inspirado en las mismas ideas de soberan�a establecidas por las constituciones mexicanas de 1814 y 1824:
ARTICULO 39. La soberan�a nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder p�blico dimana del pueblo y se instituye para beneficio de �ste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
En cierta forma, la soberan�a puede considerarse como un gran sentimiento de libertad que vincula a todos los habitantes de una naci�n, el cual les permite crear lazos de uni�n y fraternidad entre ellos. Es decir, la soberan�a se convierte en la expresi�n de la voluntad com�n, y el gobierno que surge de esta voluntad debe buscar el bienestar general.
Adem�s, el articulo constitucional sugiere que, al ejercer la soberan�a nacional, el pueblo debe tener presente en todo momento la riqueza de su historia, su pasado y sus tradiciones. De ese modo, se busca que las decisiones de esta voluntad soberana beneficien realmente a todo el pueblo.
En caso de que dicho gobierno, resultado de la voluntad popular, no responda a las necesidades y a las expectativas de quien le design�, puede ser alterado o modificado.
Por otra parte, la soberan�a tambi�n se refiere a la pol�tica exterior de las naciones, pues es ella quien regula las relaciones de las mismas bajo el principio de la igualdad jur�dica de los estados y del mutuo respeto.
Entonces, la soberan�a permite a las naciones d�biles resguardarse de posibles amenazas de algunos pa�ses mas poderosos, como lo afirma ya el 9� Decreto para la Libertad de la Am�rica Mexicana, signado en Apatzing�n en 1814:
Ninguna naci�n tiene derecho para impedir a otra el libre uso de su soberan�a. El t�tulo de conquista no puede legitimar los actos de la fuerza; el pueblo que lo intente debe ser obligado por las armas a respetar el derecho convencional de las naciones.
Por lo mismo, en 1945, en el marco del fin de la Segunda Guerra Mundial, fue firmada la Carta de las Naciones Unidas, con la intenci�n de salvaguardar la paz y la seguridad mundiales. No obstante, en 1970 se sign� la Declaraci�n de Principios de Derecho Internacional, de la cual los principios m�s importantes son los siguientes:
"Cada estado. tiene el deber de cumplir plenamente y de buena fe sus obligaciones internacionales y vivir en paz con los dem�s estados."