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�Volver�n los d�as de
juego?
“Todav�a tengo sue�os de ni�a,
me gustar�a regresar a la escuela, jugar con mis amigas y estrenar alg�n d�a
uno de los vestidos de princesa como los que hac�a. Pero s� que a las ni�as que
no nos alcanza el dinero, s�lo nos queda trabajar, esa es la realidad”.
Esto es lo que piensa Cristina a sus 14 a�os. Cuando termin� la primaria,
empez� a trabajar cambiando los juguetes por las m�quinas y los juegos por
cansadas jornadas laborales. Ahora est� desempleada. Fue despedida de Princess,
una empresa estadounidense que elabora disfraces de superh�roes como Batman y
Superman y personajes como Dart Vader, de la Guerra de las Galaxias, de la obra
del Mago de Oz y del Se�or de los Anillos. Promet�an buen sueldo, prestaciones
y ocho horas de trabajo, “pero la realidad fue otra”, se queja
Cristina. “Nos obligaban a trabajar m�s de 12 horas diarias. Yo, como
otras compa�eras, contaba los cortes de tela que ven�an de Estados Unidos de
Am�rica y entregaba su dotaci�n a cada costurera. Eran paquetes con 60 piezas y
no me daba abasto. Llegu� a salir a las 12 de la noche, porque cuando llegaba
el tr�iler por la mercanc�a hasta que no se llenaba no nos dejaban ir. No nos
pagaban las horas extras completas y nos descontaban dinero sin raz�n. Nos
trataban como esclavos, con abusos, maltratos y p�simas condiciones de
trabajo”, cuenta Cristina con rostro triste. Como ella, muchas ni�as se
han visto en la necesidad de enfrentar las necesidades familiares trabajando en
empresas como Princess, que adem�s de las f�bricas que posee en Tepeji del R�o,
Hidalgo, y Tijuana, Baja California, tiene plantas en Canad�, Inglaterra,
Francia, Alemania, Espa�a, Portugal, Jap�n y Hong Kong. En los �ltimos a�os,
numerosas maquiladoras se han instalado en el estado de Hidalgo, donde existe
una importante industria textil. En el caso de Princess, las f�bricas de esta
empresa contratan mano de obra barata para confeccionar los disfraces, cuyos
dise�os traen de su pa�s de origen as� como la materia prima que requieren para
la elaboraci�n del producto. Los grandes tr�ileres cargan los disfraces
elaborados para ser vendidos en almacenes estadounidenses y de otros pa�ses
del mundo. |
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Los que dominan el mercado
El caso de Princess es s�lo un ejemplo
de lo que pasa con este tipo de empresas maquiladoras que han crecido a un
ritmo acelerado, principalmente en los pa�ses subdesarrollados, como M�xico,
pagando bajos salarios y sin que los trabajadores tengan la oportunidad de
exigir condiciones de trabajo m�s favorables, y si las exigen, los despiden,
como le sucedi� a Cristina. Princess tiene como clientes a verdaderos monstruos
de la industria juguetera mundial. Empresas que dominan m�s de la mitad del
mercado nacional. Con la apertura comercial entre pa�ses, unas 280 empresas
fabricantes de juguetes cerraron en M�xico y hoy s�lo quedan 30, que se han
convertido en importadoras. “Las principales compa��as que exportan a
M�xico son de Estados Unidos de Am�rica, Jap�n, Dinamarca, Espa�a y Alemania,
todas ellas con juguetes interactivos fabricados con tecnolog�a de
punta”. A ello hay que agregar la venta del producto chino, que acapara
casi 80 por ciento del mercado nacional, por cada diez juguetes que se venden
en M�xico, seis provienen de ese pa�s asi�tico como contrabando, tres son
piratas y uno robado.
-Ram�rez, Jes�s. "Ni�as mexicanas fabrican disfraces
para ni�os de EU. Las hijas de Maquilatitl�n". Masiosare. Suplemento de
La jornada. Domingo 29 de mayo de 2005.
-Cardoso,
Laura. "No es juego de ni�os". Tierra. Revista V�rtigo. Edici�n electr�nica. Consultado en
http://www.revistavertigo.
com/historico/28-12-2002/reportaje4.html
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