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        Es fácil teñir arena. Si la tomaste 
        de la playa, debes ponerla en un colador y lavarla muchas veces para quitarle 
        la sal.  
       Colócala en un frasco y échale unas 
        gotas de anilina vegetal, de esa que usan para colorear postres y que 
        puedes comprar en polvo en cualquier farmacia.   
       Añádale agua. 
         Pon la arena teñida a secar 
        sobre un periódico al sol.   Guarda 
        las arenas mulicolores en frascos de vidrio transparente y estarán listas 
        para cuando quieras hacer más y más trabajitos.  
         
         Consigue una cartulina 
      de color. Te servirán partes de cajas usadas. "Dibuja" con goma de pegar 
      lo que te guste. Échale encima arena y déjala secar. ¡Verás qué bonitos 
      cuadros te resultan! 
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