ĦQué alegres son las canciones!, sobre todo por la tardecita, luego de que todos han cumplido con su trabajo en la milpa o en el establo. Entonces, jóvenes, viejos y niños se dan un descanso y el abuelo, el tío o don Dimas cantan una canción de amor. Si la mayoría de los que escuchan son chamacos, pues de plano una muy divertida de animalitos, como ésta que nos cantaron en Pegueros, allá por Tepatitlán. |
El tejón y la tejona
Un tejón iba pasando Dos tejoncitos chiquillos
Como aquí nomás te damos la letra, ¿por qué no le pones una tonada a este son? O a lo mejor, te gusta más para hacer un juego, y Tomás o Lucina pueden hacerla de tejón y de tejona y los demás se toman de la mano y hacen una ronda. Ya después, cuando estén cansados de jugar, pueden hacer una elotiza, ĦAh, pero eso sí!, antes tienen que haber juntado un buen montón de elotes, o quimil, como le dicen allá por Los Altos. |