PRÓLOGO

La idea básica de este libro es la de describir en términos sencillos el desarrollo de algunas áreas del conocimiento sobre los microorganismos. No ha sido mi intención abarcar todos los aspectos que un tema como éste presenta, sino sólo aquellos que, en mi opinión, interesan a un lector ajeno a la microbiología y, en general, a la ciencia. He tratado que su lectura sea amena y fluida por eso evité entrar en detalles sólo interesantes para un especialista.

Es innegable que la vida en nuestro planeta está sustentada en un frágil equilibrio ecológico. La materia que da origen a todas las formas de vida es utilizada a través de complicadas cadenas alimenticias. Dentro de este panorama tienen un papel muy importante los microbios, pequeñísimos seres que poseen las más diversas capacidades adaptativas y que ejercen una influencia determinante en el mantenimiento del equilibrio ecológico.

Así pues, este libro empieza describiendo cómo la humanidad se dio cuenta de la existencia de los microorganismos, lo que le permitió explicar la causa de algunas enfermedades, hasta el grado en que se creó una ciencia encargada de su estudio. Estos pequeños organismos han facilitado el desarrollo del conocimiento sobre los aspectos bioquímicos de la vida. Veremos en las páginas siguientes cómo los microorganismos se adaptaron a diversos ambientes, tan extremos algunos que semejan, quizá, las condiciones que prevalecían en nuestro planeta hace millones de años; y cómo han constituido una ayuda invaluable en el estudio de los orígenes de la vida en nuestro planeta.

Gran parte de los microorganismos no es nociva para el hombre, al contrario, es prometedora para la industria en el campo de la obtención de diversas sustancias y en la conservación del medio ambiente, mediante el control de la contaminación de la tierra y las aguas.

La curiosidad científica, que aparentemente no conduce a nada, ha sido sin duda la que ha permitido al género humano poseer el conocimiento actual sobre la naturaleza. Este conocimiento, generado por el quehacer de la ciencia, ha permitido obtener resultados que han modificado la historia y el curso de la humanidad.

Ciudad Universitaria,

México D. F., mayo de 1987

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