La producción agrícola en este periodo tuvo altibajos. Mientras que en 1958 se dieron abundantes cosechas por lo copioso de las lluvias, 1961 fue un año de vacas flacas por las heladas y la sequía. La ganadería, productora de leche y derivados, se encontraba hacia 1963 "en situación precaria". Y no era difícil comprobar "inmoralidad de los inspectores sanitarios, así como irresponsabilidad de algunos distribuidores que alteran el producto".
La Secretaría de Recursos Hidráulicos llevó a cabo inversiones de relieve: obras en la presa de Tepetitilán y la conclusión de la presa Antonio Alzate, cuyos beneficios, pasando por Ixtlahuaca y Atlacomulco, llegan hasta Temascalcingo. El abastecimiento de aguas y el control de inundaciones en colonias de Tlalnepantla y Naucalpan requirió la construcción de pequeñas presas: Madín, Los Cuartos, Totolica y La Ruina, así como la ampliación del vaso de El Cristo.
En lo que respecta a las comunicaciones, la Federación concluyó la carretera de cuota a Puebla; mientras tanto, la Junta Local de Caminos construía 1 047 kilómetros de nuevas carreteras y reconstruía 521. En otro renglón, la red telefónica avanzó considerablemente. Mayores resultados se obtuvieron en electrificación, a tal grado que ésta constituye una característica del régimen de Baz. La salud pública mereció una reorganización profunda por parte del gobierno estatal y la construcción de más hospitales y centros de salud por parte de la Secretaría de Salubridad y Asistencia; sobresale por sus características el nuevo Hospital Civil de Toluca. El estado edificaba por su cuenta la Casa Hogar.