1. Algunos elementos cronológicos

1. Algunos elementos cronológicos


NO ES FÁCIL OFRECER una síntesis del pasado antiguo de México, o mejor dicho, de lo que los científicos llaman Mesoamérica. Después de un largo periodo, muy mal conocido y de relativa indiferenciación cultural, que corresponde a la prehistoria, vienen 3 000 años de creación y evolución de sociedades complejas. Esas sociedades se encuentran sometidas a dos movimientos contrarios, el primero hacia el centro, que las une y entrelaza; el segundo, que afirma las personalidades regionales. Del primero, los mejores ejemplos son Teotihuacan, los toltecas, México-Tenochtitlan. Del segundo, nuestra región es el teatro.

Vale recordar el calendario generalmente aceptado: la época Lítica (de la piedra) empieza con la llegada del hombre a América, desde Asia, unos 70 000 años antes de Cristo. Y se prolonga hasta 8 000 a.C.; luego sigue el periodo Arcaico (8 000 - 3 000 a.C.). Las tres fases siguientes se conocen como Preclásico o Formativo (3 000 a.C.- 250 de nuestra era), Clásico (250 a 900) y Posclásico (900 -1521). Cada una de las tres fases tiene sus divisiones y subdivisiones.

Un nuevo calendario prefiere unificar el periodo que corre de 3 000 años a.C. a la Conquista, para distinguir un periodo inicial (3 000-1 700 a.C.), un horizonte antiguo (1 700-1 150 a.C.) que coincide con la extensión máxima del fenómeno olmeca, el primer periodo intermedio (1150 a.C. - 200 de nuestra era), el horizonte medio (200 -750) marcado por Teotihuacan, el segundo periodo intermedio (750-1 400) y el horizonte reciente, que corresponde a la expansión azteca o mexica.


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