No es una casualidad el hecho de que las actuales fronteras del estado de Tlaxcala sean muy similares a las que esta población tuvo en la época prehispánica. Más bien se trata de un fenómeno que refleja la cohesión de un pueblo que luchó constantemente por mantener su identidad y su soberanía, tanto territorial como política y social. Llevó a cabo esta defensa primero de manera violenta frente al imperio mexica, después en forma de alianza ante la Corona española y, por último, en una lid político-jurídica con los gobiernos republicanos. La lucha por su soberanía es una característica fundamental de la historia de Tlaxcala y por ello es uno de los principales hilos conductores de la Breve historia que el lector tiene en sus manos.
Esta obra, además, invita a considerar el notable contraste que se da entre lo reducido de la superficie y lo escaso de los recursos naturales que tradicionalmente ha tenido Tlaxcala, frente a la riqueza de su cultura y la densidad de su historia. Zonas arqueológicas de primer orden, edificaciones coloniales de gran belleza, numerosas obras públicas y privadas realizadas en los últimos dos siglos, así como abundantes tradiciones y expresiones artísticas, son testimonio de su vida intensa y prolongada.
En esta Breve historia, Ricardo Rendón Garcini inicia con un análisis de los grupos indígenas que dieron fundamento y sustancia a la identidad tlaxcalteca, así como de las características geográficas que condicionaron su desarrollo. Después, reconstruye el periodo colonial; para ello emplea como articulador los privilegios obtenidos por la alianza hispano tlaxcalteca, sus causas y consecuencias en diversos ámbitos. En la siguiente parte de la obra el autor destaca las vicisitudes que enfrentaron los tlaxcaltecas para conseguir la categoría de estado soberano, los efectos sobre Tlaxcala de los avatares políticos que cimbraron al país a lo largo de la centuria pasada, las condiciones que tuvieron en vilo la precaria economía de la entidad, y luego analiza de manera novedosa el periodo porfirista en Tlaxcala, al que denomina "Prosperato". Con la colaboración de Raymond Buve, en los dos últimos capítulos, Rendón Garcini da cuenta del movimiento revolucionario y sus efectos en el desarrollo político, económico y social del estado hasta los años setenta, haciendo un serio intento por balancear los diversos aspectos que constituyen su historia contemporánea. El texto finaliza con una semblanza de las principales aportaciones culturales, intelectuales y artísticas que dan sustancia a la identidad tlaxcalteca.