EN EL ESTUDIO de las culturas prehispánicas es prioritaria la definición de lo que tradicionalmente se ha llamado Mesoamérica.
En 1943, el antropólogo Paul Kirchhoff estableció esos límites mesoamericanos con base en la ubicación de los grupos indígenas a la llegada de los españoles (1521). Contrariamente a su intención, lejos de favorecer la investigación del mundo prehispánico, esa demarcación ha sido una camisa de fuerza que ha obstaculizado el avance de los estudios en la materia, y no un concepto metodológico como lo propuso Kirchhoff.
Por tal motivo, si se quiere profundizar en el tema es necesario establecer una nueva delimitación en la que los grupos prehispánicos no se vean como conglomerados fijos, sino en su transcurso continuo a través de fronteras más amplias y más flexibles, así como en los intercambios que entre estos grupos surgieron para posteriormente integrarse a culturas más vastas y complejas.
En el caso específico de Zacatecas, replantear el problema de la visión mesoamericana de Kirchhoff no es un asunto vano, pues este estado queda fuera de la frontera septentrional del territorio al que se llamó Mesoamérica.
Agotadas las razones para su planteamiento y a reserva de que se comprueben sus beneficios, se propone otra área prehispánica con base en los últimos aportes de arqueólogos, historiadores y antropólogos.
Así, pues, de manera tentativa y sólo para efectos metodológicos, se propone
en esta obra partir de lo que se llamaría la Gran Mesoamérica, dividida en cuatro
regiones: 1) Norponiente, 2) Centro- Norte. 3) Nororiente y 4) Surmesoamérica
(mapa 1).
1.- Región Norponiente
2.- Región Centro-Norte
3.- Región Nororiente
4.- Surmesoamérica
En esta nueva zona, más extensa, la etapa prehispánica de Zacatecas, que obviamente no se circunscribe a las fronteras del estado actual, pues abarcaría más bien la parte de la región occidental que hasta ahora se ha conocido como "la expansión norteña", está comprendida en la región de Surmesoamérica. Cabe mencionar que las aportaciones obtenidas a partir de este enfoque enriquecerán no sólo la historia regional sino también la historia general de toda la cultura prehispánica.
Dos son los criterios principales para aproximarse al esclarecimiento de la división del territorio de la América septentrional y la central: la distribución poblacional al arribo de los europeos y lo que se conoce sobre las culturas que en el mencionado espacio se desarrollaron.
Por lo tanto, la región que ocupará nuestro interés es la parte sur de lo que aquí denominamos la Gran Mesoamérica, equiparable a la delimitación tradicional de Mesoamérica, cuya área geográfica ocupaba partes de México, todo Guatemala, Belice y El Salvador; parte también de Honduras, Nicaragua y Costa Rica; y sus inmediatas tierras vecinas hacia el norte, el norponiente y el norcentro (mapa 2).
Las dificultades del tema y su innegable interés, que ha aumentado con los continuos descubrimientos arqueológicos desde hace 200 años, cuando se desenterraron la Coatlicue y la Piedra del Sol, han hecho de los años prehispánicos de nuestro país tanto materia de especulaciones sin fundamento como de argumentaciones afortunadas que han sido la base de acabadas investigaciones.
En este primer capítulo abordaremos el estudio de las áreas mesoamericanas
que ocupa en la actualidad el territorio del estado de Zacatecas. En aquellos
remotos años esas áreas abarcaron parte de las regiones de Surmesoamérica y
del Centro-Norte, con vínculos hacia la Norponiente, pero todas dentro de la
Gran Mesoamérica. Para lograr nuestro objetivo se consultaron los numerosos
trabajos sobre la etapa prehispánica de Zacatecas, rescatando críticamente lo
valioso, y analizando y ordenando datos e interpretaciones que nos permiten
precisar la historia que deseamos conocer.
1.- Región Norponiente
2.- Región Centro-Norte
3.- Surmesoamérica