23. Contemplando las Sibilas y el Juicio Final de Miguel Ángel es difícil no representarse en la imaginación el momento en que los papas que construyeron y embellecieron esta capilla sean llamados a comparecer ante el Cristo cuya sangre vendieron y éste levante su brazo admonitorio, y los profetas clamen con voz tonante sus acusaciones: "¡ Gritad y bramad, oh pastores, y revolcaos en las cenizas, pues los días de vuestros crímenes y vuestras orgías han terminado!".