Al morir el rey de Castilla Enrique IV en 1474 se produjo un pleito dinástico, pues se disputaban la corona su hermana Isabel (la Católica ) y su hija Doña Juana, de legitimidad dudosa, casada con el rey de Portugal Don Alfonso V, que defendió los derechos de su consorte al trono castellano. La guerra entre Portugal y Castilla duró de 1475 a 1479, y concluyó con el triunfo de los castellanos.