ETERNIDAD: ¡devuélveme lo que me has substraído!
Abismo: ¡restitúyeme lo que sorbió tu hondura!
Esfinge: ¡escucha mi alarido!
¡Compadécete ya , Noche obscura!
Oye mi imploradora
voz, ¡oh Isis!; desgarra tu capuz...
y tú, lucero ignoto en que ella mora,
¡por piedad, hazme un signo de luz!
16
de octubre de 1912 |