V. INDESTRUCTIBLE

BIEN ves, si me estás mirando,
que desde que te perdí,
mi vida se va pasando
piadosamente pensando
en ti;

que incólume, sin desgaste,
¡oh Ideal!, has de vivir
en el alma en que anidaste,
y que lo que edificaste
ni Dios lo querrá destruir.

                     2 de febrero de 1914

 Índice  Anterior Nivel anterior Siguiente