Corresponde a la sesi�n de GA 3.8 UN NUEVO CONTINENTE
Seguramente, en la escuela primaria estudiaste acerca del descubrimiento y conquista de M�xico. Pero, � te has puesto a pensar alguna vez c�mo podernos conocer lo sucedido en estos acontecimientos de la historia mexicana?
A lo largo de la historia, los hombres se han empe�ado en dejar por escrito lo que, a su parecer, fue de gran trascendencia en su �poca. As�, gracias a testimonios escritos, los historiadores han logrado reconstruir nuestro pasado.
�Con qu� tipo de testimonios contamos para conocer sobre el descubrimiento y conquista de M�xico por los europeos?
Entre algunos espa�oles que llegaron a lo que ahora es M�xico, hace quinientos a�os surgi� la inquietud de dejar por escrito lo que hab�an visto en el nuevo continente. Varios de estos espa�oles fueron frailes, cuya misi�n era evangelizar a los indios, y soldados, cuyo objetivo era obtener territorios para la Corona espa�ola.
Los frailes se encargaron de escribir extensas obras dedicadas a los indios de la Nueva Espa�a. En estas se narran las diferentes costumbres, formas de organizaci�n social y pol�tica de los habitantes de esta regi�n, as� como el proceso de evangelizaci�n de los ind�genas.
Son varias las obras de los frailes espa�oles que a�n perduran, entre ellas se encuentran: Historia de las Indias de Nueva Espa�a e Islas de Tierra Firme, de Fray Diego Dur�n; Apolog�tica Historia Sumaria, de Fray Bartolom� de las Casas e Historia General de las Cosas de la Nueva Espa�a, de Fray Bernardino de Sahagun.
Por otro lado, tenemos las obras de los soldados cronistas como son: la Historia de la Conquista de la Nueva Espa�a, de Bernal D�az del Castillo y las Cartas de Relaci�n, de Hern�n Cort�s.
Otros testimonios que se tienen de esa �poca son las obras escritas por mestizos - los hijos surgidos de la uni�n de espa�oles con ind�genas, como la Cr�nica Mexic�yotl, de Fernando Alvarado Tezozomoc.
Cada una de las obras que se han mencionado fueron escritas desde diferentes perspectivas, por ejemplo, la cr�nica de alg�n soldado espa�ol sobre cierta batalla librada contra los ind�genas es distinta a la apreciaci�n que tuvieron los primeros de esa batalla. As� pues, cada testimonio escrito tiene diferentes puntos de vista respecto al hecho hist�rico narrado, aunque �ste sea el mismo.
A continuaci�n aparece un fragmento de la cr�nica que hace Bernal D�az del Castillo, un soldado espa�ol que particip� al lado de Hern�n Cort�s en la conquista de M�xico. Este fragmento, escrito en espa�ol antiguo, habla de la huida de Hern�n Cortes y su ej�rcito de Tenochtitlan, en el episodio hist�rico conocido como "La noche triste". En contraste, aparece tambi�n otra cr�nica del mismo acontecimiento pero con una visi�n ind�gena, traducida del n�huatl al espa�ol moderno; �sta fue tomada de las relaciones ind�genas de la conquista que se encuentran en la obra Visi�n de los vencidos del historiador Miguel Le�n Portilla.
Versi�n de Bernal D�az del Castillo:
Pues de que supimos el concierto que Cort�s hab�a hecho de la manera que hab�amos de salir e ir aquella noche a las puentes, y como hac�a algo oscuro y hab�a niebla y lloviznaba, antes de media noche se comenz� a traer la puente y caminar al fardaje y los caballos y la yegua y los tlaxcaltecas cargados con el oro; y de presto se puso la puente y pas� Cort�s y los dem�s que consigo tra�a primero, y muchos de a caballo. Y estando en esto suenan las voces y cornetas y gritas y silvos de los mexicanos, y dec�an en su lengua a los del Tatelulco: "Salid presto con vuestras canoas, que se van los teules y tajadlos que no quede ninguno a vida". Y cuando no me cato vimos tantos escuadrones de guerreros sobre nosotros, y toda la laguna cuajada de canoas que no nos pod�amos valer, y muchos de nuestros soldados ya hab�an pasado.
Y estando de esta manera cargan tanta multitud de mexicanos a quitar la puente y a herir y a matar en los nuestros, que no se daban a manos... Y a estocadas y cuchilladas que les d�bamos pasamos aunque hirieron all� a seis de los que �bamos.
Cuando hubo anochecido, cuando lleg� la media noche, salieron los espa�oles en compacta formaci�n y tambi�n los tlaxcaltecas todos. Llevaban consigo puentes port�tiles de madera: los fueron poniendo sobre los canales: sobre ellos iban pasando...
Aun pudieron pasar los canales de Tecpantzinco, Tzapotlan, Atenchicalco. Pero cuando llegaron al de Mixcoatechialtitlan, que es el canal que se halla en cuarto lugar, fueron vistos: ya se van fuera.
Una mujer que sacaba agua los vio y al momento alz� el grito y dijo:
-�Mexicanos...! Andad hacia ac� ya se van, ya van traspasando los canales vuestros enemigos... Se van a escondidas... Y cuando esto se oy�, luego un rumor se alza. Luego se ponen en plan de combate los que tienen barcas defendidas... Las barcas defendidas por escudos, por un lado y otro vienen a encontrarlos. Se lanzan contra ellos...
Entonces los que tripulaban las barcas defendidas por escudos, lanzaron sus dardos contra los espa�oles. De uno y de otro lado los dardos ca�an.
Pero los espa�oles tambi�n tiraban a los mexicanos. Lanzaban pasadores, y tambi�n tiros de arcabuz. De un lado y de otro hab�a muertos. Eran tocados por las flechas los espa�oles, y eran tocados los tlaxcaltecas. Pero tambi�n eran tocados por los proyectiles los mexicanos.
Testimonios escritos, como los que se presentan en esta sesi�n, han contribuido en gran medida a la reconstrucci�n de nuestro pasado; por ello, estos constituyen una fuente que nos permite conocer c�mo fueron, qui�nes eran nuestros antepasados prehisp�nicos, as� como las causas y consecuencias de los diferentes hechos hist�ricos que constituyeron el descubrimiento y la conquista de M�xico.