La escuela como centro de aprendizaje

Uno de los males de la organización es la balcanización * que afecta a la actividad de sus profesionales. Cada uno va a lo suyo, aunque supuestamente eso sea lo de todos.

Cada profesor se pregunta por su asignatura, por su grupo, por sus resultados. Pocas veces aparece la pregunta, por lo que tiene que hacer o por lo que realmente hace la institución como tal.

La colegialidad exige un planteamiento cooperativo que permite no sólo que todos aprendan juntos sino que unos aprendan de otros y que unos estimulen a que los otros aprendan.

Este planteamiento multiplica la eficacia del aprendizaje, lo hace mucho más satisfactorio. No hay alumno que se resista a diez profesores que estén de acuerdo.

Santos Guerra, M. A. La escuela que aprende.
Madrid: Morata, 2001, p. 70.

*  Balcanización: Término político que se refiere a la práctica utilizada en los Balcanes a finales del siglo XIX y principios del XX de crear divisiones artificiales entre Estados para provocar su enfrentamiento. Diccionario Enciclopédico Grijalbo. Bogotá: Grijalbo, 1996.

Otra forma de interpretar el trabajo del colectivo escolar es la siguiente:

Cómo promover un profesionalismo colectivo

El trabajo en equipo —que promueve un profesionalismo colectivo— requiere transitar de una concepción de trabajo aislado y solitario a la promoción de dinámicas más interactivas que permitan un mayor desarrollo del compromiso y la responsabilidad.

Trabajar en equipo implica también un cambio en las prácticas y las herramientas utilizadas con vistas a concretar esa transformación. Pueden reconocerse prácticas que contribuyen a orientar el trabajo en equipo. Sin la ambición de agotar la totalidad de las prácticas que estimulan y propician la gestación de equipos de trabajo, interesa plantear algunas de vital relevancia. Entre ellas puede mencionarse la necesidad de:

  • Motivar la transformación de la cultura de trabajo.
  • Estimular la capacidad de trabajar en redes de colaboración.
  • Valorizar las reuniones de trabajo alrededor de proyectos.
  • Estimular la formación continua de los equipos de gestión.

El ámbito del trabajo en equipo supone determinados valores en lo que funda su comunicación (respeto a las diferencias, la tolerancia, la confianza, la responsabilidad y el diálogo), como promoción de las relaciones humanas. Si se reconoce que generalmente no se está formado y preparado para instancias de diálogo e interdisciplinariedad, las competencias para trabajar en equipo serán un conjunto de conocimientos y habilidades que deberá ser adquirido seguramente en un complejo proceso. Este aprendizaje necesitará disolver esquemas mentales derivados de la cotidianidad en instituciones de estructura fragmentada y sus consecuencias en las relaciones interpersonales: la falta de participación, dificultades en el diálogo, desmotivación y falta de compromiso.

En síntesis, un equipo está constituido por un conjunto de personas que deben alcanzar un objetivo común mediante acciones realizadas en colaboración.

Pozner, P. Trabajo en equipo. Noveno módulo destinado a los responsables de los procesos de transformación educativa.
Buenos Aires: iipe-unesco, 2000.

Diferencias entre trabajo colectivo
y formación en colectivo
Relación entre trabajo colectivo
y formación en colectivo